FRANCISCO PI Y MARGALL es diputado desde 1869. Jurisconsulto y escritor. Procede de una familia de limitados recursos económicos. Trabaja como abogado en un banco de Madrid. Desde muy joven se incorpora al republicanismo participando activamente en toda clase de manifestaciones. En Paris donde debe emigrar para evitar la cárcel, se consagra al estudio de las ciencias políticas y sociológicas, entusiamándose con las ideas de Proudhon, cuyo sistema federativo defenderá en España.
FRANCESC PI I MARGALL (Segundo Presidente de la 1ª República española)(11/6/1873-18/7/1873)
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Francesc Pi i Margall fue un político, filósofo, jurista, historiador y escritor nacido en Barcelona, que asumió la presidencia del Poder Ejecutivo de la Primera República Española.
El federalismo es uno de los movimientos populares fundamentales en la vida política catalana durante el Sexenio.
El federalismo es uno de los movimientos populares fundamentales en la vida política catalana durante el Sexenio. Se trata de una corriente que defiende una organización del estado sobre criterios descentralizadores y recoge algunas reivindicaciones populares. Las bases sociales son núcleos de la pequeña burguesía y sectores importantes de las clases populares urbanas. El dirigente más importante del federalismo es el escritor Francesc PI I MARGALL, que parte de las influencias de Proudhon. El otro dirigente destacado de los federales catalanes es el político y escritor Valentí ALMIRALL, partidario del acuerdo entre los federales de los territorios de la Corona de Aragón, como paso previo para la República Federal Española. Las diferentes estrategias serán la causa de la división de los federales.
Sólo dos países -ambos repúblicas federales- reconocen al nuevo régimen de España: EEUU. y Suiza.
No sin esfuerzo consigue PI I MARGALL, desde el Ministerio de la Gobernación, que las juntas se disuelvan y que los ayuntamientos existentes el 11 de febrero -al margen de su carácter político- recuperen sus funciones. El orden público, por el contrario, no llega a ser restablecido. Sólo dos países -ambos repúblicas federales- reconocen al nuevo régimen: EEUU. y Suiza.
El ánimo de Estanislao FIGUERAS, se ve sacudido por otro tremendo golpe: el fallecimiento de su esposa.
La situación por la que pasa el gobierno de España, golpea fuertemente sobre el ánimo de Estanislao FIGUERAS, que se ve sacudido por otro tremendo golpe: el fallecimiento de su esposa a finales de Mayo de 1873, cuando él intenta reunir las Cortes para sacar al gobierno del marasmo en que se encuentra. Asume el mando interinamente Pi i Margall por tres días. En éstos se producirán acontecimientos de tipo revolucionario que sólo resolverá la decisión de Pi.
Es proclamada la República Democrática Federal. Finalmente, PI i MARGALL es su presidente.
En España, las Cortes se reúnen el 8 de junio. El veterano José María Orense, marqués de Albaida, es elegido presidente de Las Cortes y, a propuesta suya, es proclamada la República Democrática Federal, con sólo dos votos en contra. PI I MARGALL recibe el encargo de formar gobierno, pero el Ministerio que presenta no obtiene la aprobación de las Cortes, por lo que Estanislao FIGUERAS tiene que seguir desempeñando la presidencia. Un malentendido entre Pi y Figueras provoca que éste -que está pasando por un mal momento personal, tras la muerte de su esposa, el mes anterior- abandone su cargo y se marche en secreto a Francia. Deja escrita una nota sobre la mesa: «Me voy porque estoy harto de todos nosotros»… un poema de discreción. Finalmente, PI I MARGALL -el gran propagador de la idea federal- alcanza la presidencia de la república, que desempeñará durante poco más de un mes.
Es proclamado segundo presidente de la República española Francesc Pi i Margall, tras la extraña huida de Figueras.
Es proclamado segundo presidente de la República española Francesc Pi i Margall, tras la extraña huida de Figueras, el anterior presidente. Su mandato durará un mes.
Surge este año en España, durante la I República, en oposición al Gobierno central, el cantonalismo.
Surge este año en España, durante la Primera República, como una oposición al Gobierno central, el cantonalismo: sistema político que aspira a dividir el Estado en cantones. Se trata de establecer una serie de ciudades (cantones) independientes que se federarían libremente. Recuerda a las polis griegas. El cantonalismo tiene una gran influencia del movimiento obrero, sobre todo anarquista, pero sus principales protagonistas son los artesanos, los pequeños comerciantes, los intelectuales y los militares urbanos. El núcleo de la doctrina de PI -semejante a la del francés Pierre J. Proudhonera-, es que toda asociación se basa en el pacto, dice que los individuos son soberanos y que sólo libre y voluntariamente pueden contraer obligaciones mutuas que sean legítimas. Mediante pactos, los individuos forman pueblos o municiplos; estos, provincias, y cantones o Estados (como se llamaba entonces a lo que hoy denominamos regiones o comunidades compuestas por varias provincias); y los Estados o cantones constituyen naciones. (Observemos la diferencia terminológica con la actualidad, que reconoce varias naciones o nacionalidades en un solo Estado.)
Ni Barcelona ni ninguna otra población de Catalun se suma al movimiento cantonalista.
Llama la atención que ni Barcelona -donde ya se ha tratado de proclamar el Estado Catalán- ni ninguna otra población de Catalunya se sume a la sublevación que propugna el movimiento cantonalista. La explicación se encuentra en la presión que sobre el territorio ejerce el ejército carlista.
Los rebeldes de Cartagena, en nombre del Cantón Murciano, proclaman su independencia.
El presidente de la República, PI y MARGALL, resiste las pretensiones de los rebeldes de Cartagena, que, en nombre del Cantón Murciano, proclaman su independencia atribuyéndose funciones exclusivas, no con el propósito de separarse de España sino de constituir la nación española -cuya existencia se da por supuesta- sobre la base del pacto, pero se niega a combatirles con las armas.
Pi i Margall es derrotado. Las Cortes eligen a Nicolás SALMERÓN como tercer presidente de la República Española.
Presentada una cuestión de confianza contra PI i MARGALL, éste es derrotado por la mayoría de las Cortes que, el 18 de julio, elige a Nicolás SALMERÓN como tercer presidente de la República Española. Su mandato durará hasta el 6 de septiembre. La caída de PI es el detonante para la generalización de la sublevación cantonalista. En su primer discurso como presidente, SALMERÓN justifica en cierta medida a los sublevados, echando la culpa de su comportamiento a los gobiernos de la monarquía «que habían legado una profunda y general perversion del sentido moral en las costumbres y en las condiciones políticas de nuestro pueblo», pero no duda en recurrir al uso de la fuerza para restablecer la soberanía de la nación en todo el territorio. Nombró a jefes militares competentes -sea cual sea su adscripción política- que estén dispuestos a enfrentarse a los rebeldes. Así, encarga a los generales Pavía -un republicano de orden- y Martínez Campos -monárquico, partidario del príncipe Alfonso de Borbón- de las capitanías generales de Andalucía y Valencia, respectivamente.