El 10 de mayo de 1940, los ejércitos alemanes invaden los Países Bajos y Bélgica en su ofensiva hacia el Oeste iniciándose la Batalla de Francia. Los alemanes hacen un amplio uso de fuerzas aerotransportadas para tomar intactos los puentes decisivos para mantener el ritmo del avance. Los holandeses, son superados inmediatamente; pero los aliados confían y basan sus planes en el hecho de que los belgas opongan una resistencia más enérgica. La inexpugnable fortaleza de Eben Emael va a ser la pieza clave de la línea defensiva belga. Se supone que las imponentes fortificaciones detendrán durante semanas el avance alemán; sin embargo una fuerza alemana aerotransportada de sólo 85 hombres aterriza al pie de la fortaleza con planeadores. Utilizando unas cargas huecas especiales, los alemanes penetran rápidamente en la fortaleza y someten a sus 750 defensores. Las fuerzas alemanas pueden avanzar rapidamente desorganizando las posiciones defensivas aliadas.

Tras la dimisión de Chamberlain pocos meses después del inicio de la Segunda Guerra mundial, el veterano político conservador Winston CHURCHILL se hace cargo, en la fecha, como primer ministro, del Gobierno del Reino Unido (1940-1945).

El 10 de mayo de 1940, los ejércitos alemanes invaden los Países Bajos y Bélgica en su ofensiva hacia el Oeste iniciándose la Batalla de Francia. Los alemanes hacen un amplio uso de fuerzas aerotransportadas para tomar intactos los puentes decisivos para mantener el ritmo del avance. Los holandeses, son superados inmediatamente; pero los aliados confían y basan sus planes en el hecho de que los belgas opongan una resistencia más enérgica. La inexpugnable fortaleza de Eben Emael va a ser la pieza clave de la línea defensiva belga. Se supone que las imponentes fortificaciones detendrán durante semanas el avance alemán; sin embargo una fuerza alemana aerotransportada de sólo 85 hombres aterriza al pie de la fortaleza con planeadores. Utilizando unas cargas huecas especiales, los alemanes penetran rápidamente en la fortaleza y someten a sus 750 defensores. Las fuerzas alemanas pueden avanzar rapidamente desorganizando las posiciones defensivas aliadas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Islandia se une a Dinamarca en su postura neutral. Después de que Alemania ocupara Dinamarca el 9 de abril de 1940, el Althing (Parlamento nacional de Islandia) declaró que el gobierno de Islandia debería asumir los deberes del rey danés y se haría cargo de su propia política exterior, además de otras cuestiones previamente manejadas por Dinamarca a petición de Islandia. El 10 de mayo, las Fuerzas Armadas Británicas invaden Islandia, violando su neutralidad. En 1941, el dominio del país pasará a los Estados Unidos para que el Reino Unido pueda desplegar sus tropas en otros lugares.

La fuerza expedicionaria británica entra en la bahía de Reikiavik, capital de la neutral Islandia. Al no enfrentar resistencia alguna, las tropas se mueven rápidamente para inhabilitar redes de comunicaciones, asegurar localizaciones estratégicas y arrestar a ciudadanos alemanes. Utilizando medios locales de transporte las tropas avanzan a Hvalfjörður, Kaldaðarnes, Sandskeiði y Akranes para asegurar áreas de desembarco contra la posibilidad de un contraataque alemán. En los días siguientes un equipo de defensa antiaéreo será desplegado en Reikiavik y algunos contingentes de tropas serán mandados a Akureyri. Al medio día del 10 de mayo, el gobierno de Islandia levanta una protesta, alegando que la neutralidad de Islandia ha sido «violada» y «su independencia infringida» y que esperaran una compensación por todo el daño hecho, aunque siguen manteniendo su política de neutralidad. Los británicos prometen una compensación, acuerdos de negocios favorables, no interferencia en las políticas islandesas y la retirada de todas las tropas al término de la guerra. Resignándose ante la situación las autoridades islandesas le dan a las fuerzas invasoras una cooperación «de facto».

Los panzers alemanes avanzan hacia el sur de Bélgica atravesando las colinas y los bosques de Las Ardenas entre el 12 y el 14 de mayo. Los franceses descubren a los blindados que llegan de las infranqueables Ardenas; los esperan para detenerlos en el río Mosa. Pero la artillería alemana ataca, con gran cobertura de apoyo aéreo por parte de la Luftwaffe, las defensas del Mosa. La infantería alemana cruza el Mosa por Sedán en lanchas de goma. Los zapadores construyen puentes de pontones y los panzer empiezan a cruzar los puentes, desbordando las posiciones francesas de defensa. En lugar de ir hacia París, como esperan los franceses, los panzer se dirigen velozmente hacia el canal de la Mancha, esperando aislar a las unidades aliadas, principalmente británicas que ya se han unido a los combates y francesas, que están combatiendo en Bélgica.

CHURCHILL no tarda en dirigirse a sus compatriotas para anunciar en la Cámara de los Comunes -con Alemania arrollando los Países Bajos-: «No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor». «Nuestra política es: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos», «… sólo la victoria final puede garantizar la supervivencia del Imperio mundial británico».

Rotterdam (Países Bajos) es terriblemente bombardeada por los alemanes sin otro propósito que aterrorizar al país e inducirle a la rendición. A pesar de estar pobremente equipados, los holandeses luchan tenazmente. Sin embargo, este terrible Bombardeo de Rotterdam obliga al gobierno holandés a dimitir inmediatamente. La reina Guillermina y su Gobierno se exilian en Gran Bretaña y dos días después, el 16 de mayo, el ejército holandés capitula.

La capital de Bélgica, Bruselas, es tomada por los alemanes.

La capital de Bélgica, Bruselas, es tomada por los alemanes.