Los Juegos de México fueron también los de la reivindicación racial. En la ceremonia de proclamación de vencedores, los atletas negros norteamericanos Tommy Smith y John Carlos, oro y bronce, respectivamente, en los 200 metros, escucharon el himno estadounidense en el podio descalzos como los negros pobres, bajaron la cabeza y alzaron los puños cerrados enfundados en un guante negro, como símbolo del Black Power, movimiento nacido en los sesenta contra la segregación racial. “No representamos a Estados Unidos, sino al pueblo negro de Estados Unidos”, dijeron Smith y Carlos. Expulsados por el COI de la villa olímpica, fueron repudiados y tachados de antipatriotas, pero su gesto dejó un precedente importante de valor y reivindicación de los derechos humanos. Estos dos deportistas fueron a su regreso a EEUU. discriminados y tratados como delincuentes, no encontraron trabajo durante años. La mujer de Carlos se suicidó y Smith se divorció. La foto con los puños enguantados en alto dio la vuelta al mundo, y pudo ser más influyente en la conciencia colectiva que miles de discursos. Los Juegos de México quedarían para la historia como los del Black Power.

Un comando del grupo palestino Septiembre Negro, constituido por ocho guerrilleros, ataca la residencia israelí de la Ciudad Olímpica en Munich durante los JJOO que se celebran en esta ciudad y, tras asesinar a un entrenador y a un atleta, secuestran al resto del equipo judío y comunican las condiciones en que pondrán en libertad a sus rehenes. A las cuatro de la mañana, el comando palestino contesta al fuego de los tiradores del ejército con fuego de ametralladora y hace subir a los rehenes a un helicóptero que hacen estallar. Mueren los nueve rehenes israelíes, un policia alemán y cinco terroristas. Los tres palestinos restantes son arrestados. El resto de la expedición israelí así como diversos deportistas de otros países abandonan los Juegos. En Jerusalén, el gobierno de Golda Meir entierra a las víctimas y decide lanzar un ataque aéreo inmediato sobre bases de organizaciones palestinas en Siria y Líbano. En los masivos bombardeos del 8 de septiembre mueren decenas de militantes palestinos.

El 30 de octubre del 1972, el gobierno alemán claudica ante Septiembre Negro tras el secuestro de un avión de la compañía Lufthansa. Los tres terroristas supervivientes del ataque en Munich a la residencia israelí de la delegación en los JJOO. el pasado 5 de septiembre, son liberados a cambio de los pasajeros, sólo siete semanas después de asesinar a los deportistas israelíes. En Jerusalén, la primera ministra Meir convoca a su gobierno para lanzar la operación Ira de Dios. El objetivo: matar a todos los miembros de la organización Septiembre Negro que han estado involucrados en el asesinato de los nueve deportistas. Los encargados serán los servicios secretos, el Mosad. Durante varios años, sus agentes concentrarán sus esfuerzos en localizar y liquidar, uno a uno, a ocho militantes palestinos, entre ellos uno de los tres liberados de Munich y al comandante de la organización, Ali Hasan Salame, que perderá la vida en 1979 en un ataque del Mosad.

Hasta 1976 parece que obtener un 10 es la máxima calificación posible que se puede lograr y a la que algunos estudiantes jamás tendrán opción. Pero en este año alguien obtiene un “diez perfecto”, o sea, mejor imposible. La protagonista de este hecho insólito es la gimnasta rumana Nadia Comaneci, que en los Juegos Olímpicos de Montreal, y con tan sólo quince años, sonsigue esta puntuación por parte de unos jueces maravillados ante su exhibición en la prueba individual de barras paralelas asimétricas. Años después, la rumana se marchará de su país, se casará con su entrenador y ambos fijarán su residencia en la ciudad canadiense, capital de su “diez perfecto”.

Como protesta por la ocupación de Afganistán por parte de las tropas de la Unión Soviética, el presidente estadounidense Jimmy Carter solicita el boicot de los Juegos Olímpicos de 1980, celebrados en Moscú. Treinta países se niegan a participar en ellos. A pesar de todo, 81 equipos se desplazan a la capital soviética, aunque dieciséis de ellos expresan su oposición a la agresión soviética no participando en la ceremonia de apertura.

En medio de un crecimiento económico sostenido, Seúl (Corea del Sur) celebra, en la fecha, los Juegos Olímpicos. Corea del Norte se niega a participar.

Pero la gran baza de la organización, consistente en forzar el diálogo ETA-Estado en torno a los puntos de la alternativa KAS, aprovechando los eventos de las Olimpiadas de 1992, fracasa. En efecto, este año 1992 representa un objetivo cumbre de la organización terrorista ETA ya que los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Exposición Universal de Sevilla y la capitalidad cultural de Madrid, constituyen dentro de la estrategia etarra, el punto de mira de un blanco desde el que lanzar a todo el mundo su mensaje independentista.

El Rey de España inaugura los XXV Juegos Olímpicos, tras una espectacular ceremonia celebrada en el estadio olímpico de Barcelona. En el año 1986, la ciudad de Barcelona es nominada para organizar los Juegos de la XXV Olimpíada, que se habrán de disputar en el año 1992. Barcelona ya ha pedido ser la sede olímpica en más de una ocasión y en el año 1936, durante la Segunda República, estuvo a punto de celebrar una Olimpíada Popular. Además de la vocación olímpica y deportiva de Barcelona, la ciudad se ha planteado la organización de los Juegos como un argumento de proyección internacional que permita renovar y mejorar el espacio urbano y hacer un salto importante similar a los que han supuesto la Exposición Universal del año 1888 y la Exposición Internacional del año 1929. Los JJOO: serán un éxito en todos los sentidos y las infraestructuras de la ciudad experimentarán una mejora muy importante.

Si hay un acontecimiento deportivo capaz de atrapar la atención de todo el mundo son los JJOO, incluso los de este 2008 en China que han sido los Juegos de la Vergüenza. Bolt y Phelps fueron las grandes estrellas mientras que la participación española se quedaba en 18 discretas medallas.