GUERRA DELS SEGADORS. La revuelta catalana (1640-1652)

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Barcelona es asediada. La defensa de la ciudad es organizada por la Coronela y por el Consell de Cent.


En 1651 la Diputació de Catalunya, que estaba en Manresa, decide volver a la obediencia de FELIPE IV; pero, a pesar de ello, Barcelona prefiere resistir el asedio que acaba de iniciarse. La defensa de la ciudad es organizada por la Coronela y dirigida por el Consell de Cent. La extensión de la peste (que sólo en Barcelona se cobra 16.000 víctimas) contribuye a abatir los ánimos.

Toma y demolición del Castillo de Siurana y ocupación de la Espluga del Francolí y de Prades.


Prades todavía es centro de operaciones del ejército franco-catalán, cosa que determina la toma y demolición del Castillo de Siurana, la ocupación de la Espluga del Francolí y de Prades y, posiblemente también, el derrumbamiento de su castillo de la villa condal.

FELIPE IV se está mostrando muy conciliador. Barcelona se rinde al ejército real.


FELIPE IV se está mostrando muy conciliador. Esta nueva actitud hace que al rendirse Barcelona el 13 de octubre de 1652, al entrar en la ciudad don JUAN JOSÉ de Austria, encargado por la Corte madrileña de poner fin a la revuelta catalana, la ciudad se rinda al ejército real. Barcelona había sido atacada por mar y por tierra y el hambre y la peste habían hecho el resto. Debe también tenerse en cuenta que además de las discrepancias internas en Catalunya ante la actitud a adoptar frente a las tropas castellanas, ni Aragón ni Valencia, se sintieron solidarios de los catalanes frente a los castellanos.