Una carga explosiva en el tren Roma-Munich se cobra la vida de 12 pasajeros e hiere a otros 40. El neofascista Mario Tuti es condenado y luego absuelto. El atentadopermanece impune.

En la fecha, España padece un oscuro y loco golpe de terror. Una bomba colocada en la cafetería Rolando, en la calle del Correo, junto a la sede central de la policía, en la Puerta del Sol de Madrid, mata a 12 personas e hiere a otras 80. Ni un sólo policía cae, en contra de los deseos de los terroristas. Asustada por el fracaso y por la reacción de la opinión pública ETA no reivindica el atentado y acusa a grupos de extrema derecha. La policía detiene a conocidos intelectuales y artistas, pero no se desvela del todo el misterio. Posteriormente quedará claro que la autoría de este atentado pertenece a ETA. Esta situación hace que el Gobierno, que inauguró su mandato con promesas aperturistas, cambie su discurso y su acción hacia el endurecimiento de la política de orden público. Es un Gobierno sin rumbo, que se deja llevar por los acontecimientos inmediatos e incapaz de tener un proyecto propio y de futuro. Un Gobierno vacío, sin ideas, en permanente deriva y pilotando un barco donde las vías de agua son cada vez mayores.
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En 1975, el terrorismo ha acabado en Argentina con la vida de 700 personas. El coste de la vida se ha incrementado en un 335% y el descontento popular se ha hecho patente.

Un comando encabezado por Illich Ramírez Sánchez, alias «Carlos», un venezolano miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), ocupa la sede central en Viena de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Arabia Saudí paga a «Carlos», que escapa a Libia, 40 millones de dólares a cambio de la vida de 62 rehenes.

Los «Sucesos de Montejurra» tienen lugar el 9 de mayo de 1976, en los inicios de la transición, en la romería anual que desde los años cuarenta del siglo XX los carlistas seguidores de Javier de Borbón-Parma realizan en el monte navarro de Montejurra. Durante la romería, tiene lugar un atentado terrorista contra el Partido Carlista, organizado por el franquismo político que aún controla los resortes del Estado y los sectores ultraderechistas del carlismo, agrupados en torno a Sixto de Borbón-Parma, hermano del pretendiente carlista Carlos Hugo y enfrentado a él. En los sucesos de Montejurra toman parte también terroristas neofascistas italianos y argentinos. En los incidentes resultan muertos dos personas, participantes en la romería (Ricardo García Pellejero y Aniano Jiménez Santos), y hay varios heridos.

Sospechosa muerte de la dirigente terrorista alemana Ulrike Meinhof.

Secuestro a cargo de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo. GRAPO es una organización marxista leninista de inspiración maoísta tantas veces desarticulada como renacida. Será liberado en una rocambolesca operación policial el 11 de febrero de 1977 junto con el teniente general y presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, Emilio Villaescusa Quilis que será secuestrado el 24 de enero de 1977.

Los Grapo -de extrema izquierda- secuestran al teniente general Villaescusa Quilis, presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar. Será liberado el 11 de febrero de 1977 junto a Antonio María de Oriol y Urquijo, presidente del Consejo de Estado, que ha sido secuestrado el pasado 11 de diciembre.

Los Grapo asesinan a dos policias y un guardia civil. El funeral es aprovechado por los ultras para proferir consignas involucionistas. El presidente SUÁREZ aparecerá en televisión el día siguiente y afirmará que el proceso de reforma votado en el pueblo por el referéndum de diciembre seguirá adelante, a pesar del terrorismo.

El industrial barcelonés Josep Maria Bultó muere al estallar la bomba que le habían colocado en el pecho unos radicales independentistas que exigían 500 millones por quitársela.