Resolución secreta adoptada el 2 de noviembre de 1919 en Ereván por el Congreso de la Federación Revolucionaria Armenia, el principal partido nacional, miembro de la Internacional Socialista desde 1907, que prepara una lista de 41 responsables del genocidio y los condena a muerte. Los atentados que seguirán a esta lista – a lo largo de los dos o tres años siguientes- inspirados en la tradición justiciera de los socialrevolucionarios rusos, los narodniki, evitan por completo toda víctima inocente. El asunto recibe el nombre de operación Némesis –por la diosa griega de la venganza– y será financiado por la diáspora, sobre todo por los armenios de EE.UU. Mucho más tarde, entre 1975 y 1982, en una ola muy diferente, 21 diplomáticos turcos y personas de su entorno serán asesinadas por activistas armenios en catorce atentados cometidos en París, Lyon, Los Ángeles, Boston, Roma, La Haya, Otawa, Beirut, Londres, Madrid, Viena y Sydney.

Mientras tanto, la situación en el seno de la CNT tiende hacia un creciente radicalismo, que se puede percibir en el Congreso celebrado a finales del año 1919 en Madrid. Aunque nada tienen que ver sus principios con los del anarquismo, la CNT se adhiere a la Internacional comunista. Pronto, en Barcelona, que tiene una larga tradición de empleo de la violencia en la lucha social, reaparecen los atentados terroristas. La ausencia de una policía eficaz colabora en el proceso, pero más aún lo hace la condescendencia de los propios dirigentes sindicalistas con respecto a los atentados, considerados como «actos de desesperación». Así, en ese mismo año, el terrorismo empieza también a utilizar otros procedimientos como el atraco. Se llega a una auténtica profesionalización del pistolerismo y, de este modo, los sindicalistas acaban por darse cuenta de cuál ha sido el resultado de su tolerancia.

El hijo de Pedro I que hasta entonces ha actuado como regente, se convierte en el rey ALEJANDRO I. El «Reino de serbios, croatas y eslovenos» forma parte de la Pequeña Entente, con Rumanía y Checoslovaquia, pero internamente se halla en un estado de gran desorden. Continúa la tradición balcánica de eliminar la oposición política por el método directo del asesinato: por ejemplo, el rey sufre dos atentados contra su vida.

Asesinato de Eduardo DATO en represalia por la sangrienta represión que Martínez Anido efectúa en Barcelona. DATO es abatido por más de 20 disparos en un atentado perpetrado por tres anarquistas catalanes desde un sidecar en marcha en la Puerta de Alcalá de Madrid. Es el segundo magnicidio de un presidente de gobierno español en poco más de una década (en 1912 fue asesinado Canalejas). Sobre el país parece cernirse una crisis de proporciones aún más amenazadoras que las de 1898.

El 14 de julio de 1922, el presidente de la República de Francia, Millerand, es víctima de un intento de asesinato fallido.

Existe también un clima de agitación entre los elementos militares debido a los sucesos de Marruecos y, además, la situación del orden público es grave, sobre todo en la ciudad de Barcelona, en donde se han producido algunos atentados de diversa procedencia y ha tenido lugar una huelga de transportes. La falta de reacción del Gobierno para enfrentarse a estos sucesos es una clara muestra de las limitaciones que tiene el Gobierno de la Concentración Liberal en el poder. Además, en las últimas semanas el Gabinete se ha dividido acerca del tema de Marruecos y todo ello viene a agravar aún más la situación; sin duda, el del norte de África es uno de los problemas más agudos que tiene España.

Muere en Barcelona, asesinado a balazos, Salvador SEGUI (1886-1923), sindicalista español llamado «el noi del sucre», probablemente por pistoleros del Sindicato Libre, creado por la patronal. Había nacido en Lleida. La memoria popular bautizó aquellos trágicos años de la primera posguerra europea en que la patronal (Sindicat Lliure) y el anarcosindicalismo catalanes se enzarzaron a ojo por ojo y diente por diente de «quan mataven pels carrers». Figuró como uno de los principales organizadores dirigentes de la CNT. Se mostró partidario de una política unitaria con la UGT y de un sindicalismo revolucionario. (De hecho, en la noche del 6/8/1936, en pleno avance franquista se fusiló en Guadarrama a otro «noi del sucre», pero éste empresario: Josep Sunyol i Garriga, era diputado en Cortes por ERC y presidente del Barça. Todo el azucar que se consumía en Catalunya pasaba por sus manos).

El primer ministro búlgaro es Alexandur Stamboliski, que trata de gobernar con criterios liberales, pero es apartado del poder por un golpe militar el 9 de junio de 1923, y asesinado cinco días más tarde. Sigue un período turbulento en el que menudearán los atentados con bomba.

Para los opositores a la Dictadura constituyen un continuo motivo de asombro las escasas dificultades que PRIMO de RIVERA encuentra frente a los movimientos obreros, cuando éstas han sido tan grandes durante la monarquía constitucional. A partir del año 1923, el número de huelgas disminuye de una manera vertiginosa y sólo se produce un aumento en la fase final de la Dictadura. Es cierto también que la situación económica mejora y lo mismo la asistencia social, pero, vistos los antecedentes, el hecho causa perplejidad. PRIMO de RIVERA no lleva a cabo una represión muy dura o indiscriminada: solicita y consigue colaboración de los socialistas y sólo respecto a los anarquistas y comunistas su actitud es más severa, pero también discriminada y no son ilegalizados todos los sindicatos de esta significación. Es posible que juegue un papel importante en la paz social vivida durante el período dictatorial tanto la sensación de autoridad desde arriba como la de cansancio por la práctica del terrorismo en los medios anarquistas. Se produce una drástica disminución de la conflictividad durante el período, perceptible en la radical disminución del número de atentados: se pasará de 1.259 en los años anteriores a 1923 hasta una cifra de sólo 51 en los cinco posteriores.

El grupo paramilitar catalán «Bandera Negra» intenta un atentado contra ALFONSO XIII. A finales de mayo de 1925 Alfonso XIII viaja a Catalunya y los jóvenes de Bandera Negra se conjuran para llevar a término el atentado. El primer intento, la voladura de la via férrea al Garraf fracasa. El segundo intento, el «tiro al Borbón», que se intenta en la Rambla de Canaletes tampoco tiene éxito. El complot -«Complot de Gava»- tiene lugar el 6 de junio de 1925, con el estallido de una bomba contra el tren real que en aquellos momentos ha de atravesar el túnel situado entre el Garraf y Sitges. La policia consigue retirar el explosivo y detiene a algunos de los responsables, entre otros Miquel Badia i Jaume Compte, que son torturados y condenados a cadena perpetua o a largas penas de prisión. Serán amnistiados en 1930. Macià, desde el exilio, censura las tácticas terroristas. Bandera Negra llevará a cabo aguna otra acción armada con resonancia, como será el atentado con bomba contra la casa del barón de Maldá. La persecución que la organización sufrirá a consecuencia de éstas actividades influirá sin duda en la radicalización del movimiento nacionalista catalán.