TRAJANO -el segundo de los “buenos emperadores”, adoptado por Nerva- sucede al fallecido Nerva como emperador (98-117) de Roma. La llegada al trono de TRAJANO inaugura la era más gloriosa del Imperio, el siglo en el que Roma alcanzará su máximo esplendor y desarrollo. Con TRAJANO se implanta la costumbre de que el soberano adopte a algún joven que lo merezca y lo prepare para sucederle. Fue el primer hombre de las provincias que gobernó el mundo romano. Había nacido en 53 dC. En Itálica (actual Santiponce) a escasos kilómetros de Hispalis (Sevilla). Como administrador civil, TRAJANO será conocido sobre todo por su amplio programa de construcción de edificios públicos, que reformarán la ciudad de Roma y dejará numerosos monumentos perdurables. Sin embargo, será como comandante militar por lo que celebrará sus mayores triunfos.

EVARISTO es nombrado papa (98-105). Es griego de padre judío. Los cristianos, bajo el emperador TRAJANO, gozarán de gran tolerancia y a pesar de las persecuciones, el número de cristianos en Roma ha llegado a ser muy grande. EVARISTO distribuirá la ciudad en parroquias -de la palabra griega “paroikia”- que significa “vecindad o casa cercana”- que encomendará a los sacerdotes más ancianos, siendo éste el precedente del colegio cardenalicio, donde, cada cardenal es titular de una iglesia romana aun cuando ésta ya no exista realmente. Ordena que siete diáconos acompañen al obispo en la predicación evangélica. EVARISTO, dispondrá que el matrimonio se celebre públicamente, recibiendo los contrayentes la bendición del sacerdote.

Bajo los años de gobierno del emperador hispano TRAJANO, llegarán al Senado romano, catorce nuevos senadores hispanos. Tanto la historiografía antigua como la moderna, le serán muy favorables. Durante varias generaciones, el Imperio estará gobernado por emperadores extraordinariamente capaces. Los reinados de estos hombres serán largos y prósperos, y cuando mueran, la sucesión tendrá lugar pacíficamente, cediendo su lugar al más capacitado para ejercer el poder. Parecerá que por fin, se ha conseguido conjurar definitivamente el fantasma de las guerras civiles, que el Imperio ha alcanzado un equilibrio perfecto y que ya nada podrá destruirlo. De hecho, el siglo II será conocido como el siglo de Oro del Imperio Romano. Durante esta centuria se extenderá por todas partes una sensación de plenitud y perfección. Se construirán acueductos, nuevas calzadas y grandes edificios públicos. El Imperio se podrá recorrer de punta a punta sin temor a los bandidos y a la prosperidad económica se sumará un extraordinario florecimiento cultural.

TRAJANO se encuentra en Colonia cuando se entera de la noticia de su nombramiento. El ser el primer emperador no itálico demuestra que la península itálica está perdiendo su papel central en la política romana. Una vez nombrado emperador (98) no marcha rápidamente a la capital, sino que se limita a sustituir algunos hombres infieles y efectuar algunas actuaciones para asegurar el territorio entre el Rin y el Danubio. Finalmente, en la fecha, hace su entrada triunfal en Roma, dos años después de ser nombrado emperador. El nuevo emperador es acogido por el pueblo de Roma con gran entusiasmo.

Decébalo, el rey dacio, ha invertido el dinero romano en la construcción de defensas y vuelve a deafiar a Roma en ulteriores ocasiones. Inicio de la Primera guerra de TRAJANO contra los dacios (101-103), en territorios danubianos. Con esta ofensiva para ampliar territorios, TRAJANO acaba con una política seguida desde los tiempos de Augusto de mantener el Imperio dentro de ciertos límites, y hacer simples guerras defensivas. (La única excepción ha sido la conquista de Britania en tiempos de Claudio).

TRAJANO hace construir el famoso puente de Alcántara (Cáceres) sobre el río Tajo. Seis arcos. Es el más alto de los puentes romanos. Sus dimensiones son: 194 m de longitud, 8 de anchura y 71 de gálibo (distancia entre la parte inferior de la superestructura y el nivel medio del curso de agua). Por primera vez en 1213, fue parcialmente destruido por los musulmanes. En 1475, en las luchas de Castilla y Portugal, cuando pensaban derruirlo para evitar que Alfonso V lo cruzara, se salvó por la gallardía del rey portugués que mandó decir a su enemigo, el duque de Villahermosa, que él daría un rodeo, pues “no quería el reino de Castilla con aquel edificio menos”. Más tarde fue recompuesto por Carlos I en 1543. En 1707 durante la Guerra de Sucesión se destruye el arco de entrada de poniente y la restauración fue mandada por Carlos III en 1778. El segundo arco del puente fue destruido en 1809 durante la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas y hasta 1818 no se sustituye este arco por una estructura de madera para el paso de carruajes, pero fue incendiado en 1836 por las tropas isabelinas para impedir el paso de los carlistas. Fue nuevamente reconstruido, en 1860, por Isabel II.

Segunda guerra de TRAJANO contra Dacia (105-106). Decébalo ha efectuado un contraataque y una nueva invasión del territorio romano por lo que, en la fecha, TRAJANO ha de regresar. Las fuentes hablan de 13 legiones trasladadas para someter definitivamente aquella tierra rica en oro y aquel pueblo que durante el reino de Domiciano había pasado Mesia a hierro y fuego. Crea dos nuevas legiones, la II Trajana Fuerte y la XXX Ulpia Vencedora. Hace construir, con el diseño de Apolodoro de Damasco su macizo puente sobre el Danubio, empresa muy parecida por otra parte a la de César con Ariovisto.

TRAJANO Incorpora al Imperio romano el territorio de una nueva provincia: Arabia Pétrea. Se trata del reino de los nabateos, en Arabia del N., capital Petra, que obtiene sus riquezas del tráfico en caravanas.

La victoria decisiva sobre el rebelde monarca dacio no se produce hasta el 106 aunque a costa de graves pérdidas en el ejército romano. Las campañas dacias de TRAJANO beneficiarán las finanzas del Imperio a través de la adquisición de las minas de oro de Dacia. Además, TRAJANO descubrirá el tesoro escondido de Decébalo, que ascenderá a 165 toneladas de oro y el doble de plata. Estas guerras se conmemorarán en la columna de Trajano, que se levantará conjuntamente con el Foro (Foro de Trajano), donde será colocada para celebrar la gran victoria. Dacia se convierte en provincia romana.

TRAJANO incorpora Dacia al Imperio romano. Convertida en provincia romana la población es reemplazada por inmigrantes italianos y sus riquezas minerales (oro, hierro) favorecerán una rápida colonización y permitirán sanear las finanzas del Imperio. Dacia conservará la lengua latina, transformada en el actual rumano, por lo que ésta es considerada lengua románica. Son repudiables, sin embargo, los dramáticos “cien días” de festejos que siguen al retorno de TRAJANO, cuyo espectáculo central es una repulsiva carnicería desarrollada en el anfiteatro, donde sucumben salvajemente gran número de gladiadores y animales salvajes. En contrapartida, se abordan nuevos trazados de carreteras, acueductos y puentes, inaugurándose un nuevo y amplio mercado conocido como el Foro Trajano. (Todavía permanece en pie la célebre columna Trajana, levantada para comemorar sus éxitos.)