En Barcelona, en las elecciones generales, la afluencia electoral será la más alta hasta la Segunda República: el 59%. El 71% de los votos han sido para Solidaritat Catalana y el 29% para los lerruxistas. Obtiene 41 de los 44 cargos a elegir. El clima social postelectoral lleva al periodista republicano Adolfo Marsillach a pedir a LERROUX que se vaya para siempre de Catalunya. A pesar de que la alternancia entre liberales y conservadores, fundamentada en el control cacical, ha sido desmontada en 1901, la abstención electoral continúa siendo muy alta. Aunque habrá otros grupos catalanistas situados más a la izquierda, la realidad es que la Lliga predominará de manera clara y a la altura de la Primera Guerra Mundial se habrá convertido incluso en hegemónica.
FRANCESC CAMBÓ (Político catalán)
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ALFONSO XIII llama a CAMBÓ para una entrevista en Palacio, pero fuera del protocolo.
Inmediatamente después de la caída de MAURA y su sustitución por Segismundo MORET (21/10/1909-9/2/1910), ALFONSO XIII llama a CAMBÓ para una entrevista en Palacio, pero fuera del protocolo. Le habla con desprecio de MORET y con respeto de MAURA, pero se queja de que le haya abandonado en aquel momento tan crítico. CAMBÓ, halagado por los elogios del rey, tardará muchos años en saber que ha sido ALFONSO XIII quien ha pedido la dimisión de MAURA y que éste la ha presentado con gran pesar.
ALFONSO XII propone que para evitar el problema de Catalunya se cambie Tarragona por Huesca.
Ante la Ley de Mancomunidades, la aprensión en Madrid es grande y CAMBÓ logra entrevistarse en privado con el rey para tranquilizarle. La entrevista tiene lugar en la Casa de Campo, lejos del protocolo. CAMBÓ le explica que se trata de ayudar desde la Diputación de Barcelona a las otras tres diputaciones catalanas, que eran más pobres. ALFONSO XIII le responde que lo comprende, pero añade: «Hagan la Mancomunidad, dejando fuera de ella a Tarragona, y en cambio yo lograré que el Gobierno, en compensación, añada la provincia de Huesca. Así ya tendría fuera el argumento del peligro de la unidad de Catalunya. ¿Qué le parece a usted?», CAMBÓ contestó: «Una tontería».
Se incrementa el predominio de la Lliga Regionalista en la vida política catalana.
El predominio de la Lliga Regionalista en la vida política catalana incrementará en los años comprendidos entre 1914 y el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923). La Lliga, dirigida per Enric PRAT DE LA RIBA y Francesc CAMBÓ, representa un catalanismo moderado y modernista. La burguesía industrial y comercial, las clases medias y profesionales y los grandes propietarios agrarios son la base social. También contará con el soporte de la Iglesia. La creación de la Mancomunitat (1914) es la gran realización institucional, al mismo tiempo que sabrá capitalizarla. La Lliga también se beneficiará de la división que hay en el republicanismo. Desde 1914, controlará el Ayuntamiento de Barcelona.
El burocratizado ejército peninsular protagoniza una protesta.
El burocratizado ejército peninsular protagoniza durante el primer trimestre de 1916, una protesta que tiene su origen en unas pruebas de aptitud para el mando que se quiere imponer a la oficialidad. Esta medida forma parte de un programa que pretende incrementar la eficiencia técnica del Ejército. Aparecen entonces las Juntas Militares de Defensa, dirigidas por coroneles y creadas para representar sus intereses. Protestan contra los ascensos por méritos de guerra y la situación económica del ejército. El coronel Márquez, un personaje bienintencionado pero carente de conocimientos, es su dirigente y, desde Barcelona, consigue que en plazo breve de tiempo las Juntas de Defensa se extiendan a la mayor parte de las guarniciones peninsulares. El movimiento de las Juntas es bien recibido e incluso imitado, ya que otros sectores de la administración tienen sus reclamaciones por situaciones semejantes. Las personas o los grupos que desde hace tiempo han ansiado una regeneración política ven en los militares un posible instrumento de ella, sin tener en cuenta que, reintroducidos los militares en la vida pública, resulta muy difícil hacerles salir de ella. En realidad, las Juntas representan mucho menos de renovación de lo que parecen pensar Ortega y Gasset o CAMBÓ en un primer momento.
Cuando se reúne la Asamblea de Parlamentarios, es disuelta inmediatamente aunque sin violencia.
Una nueva protesta, la política, viene entonces a sumarse a las otras: ya que DATO no quiere abrir las Cortes, CAMBÓ, que es su principal animador, organiza en Barcelona, para los primeros días de julio, una Asamblea de Parlamentarios. Con ello pretende presionar al poder procurando una regeneración política con el concurso de todos los grupos políticos. En efecto, el programa de los asambleístas es básicamente político: formación de un gobierno provisional y convocatoria de Cortes Constituyentes. La asamblea tiene una participación reducida (menos de una décima parte del total de parlamentarios) y un tono izquierdista (acuden los diputados catalanes de todas las significaciones, los republicanos, Melquíades Álvarez y Pablo IGLESIAS). CAMBÓ hubiera querido sumar a todos estos sectores a un Antonio Maura que hubiera representado a la derecha y que era, además, el político más prestigioso de la España de la época. Mientras la asamblea está en fase preparatoria y sin trascendencia pública el Gobierno deja hacer, pero cuando se reune el 19 de julio es disuelta inmediatamente aunque sin violencia.
CAMBÓ propone la constitución de una Asamblea de Parlamentarios.
Los diputados y senadores republicanos y regionalistas piden la reapertura de las Cortes. Ante la negativa del Gobierno de DATO, CAMBÓ propone la constitución de una Asamblea de Parlamentarios. Los diputados y senadores catalanes (excepto los monárquicos) se reúnen en el Ayuntamiento de Barcelona el 5 de juliol de 1917 y redactan un programa en el cual se pide la reestructuración del Estado.
Disolución de la Asamblea de Parlamentarios, porque, los catalanistas temen una revolución «obrera».
La Asamblea de Parlamentarios ha sido organizada por CAMBÓ en Barcelona al frente de la Lliga, ante la debilidad del sistema, para forzar a una convocatoria de Cortes que se traduzca en la redacción de una nueva Constitución. Pero el 19 de julio tiene lugar la disolución de la Asamblea de Parlamentarios, porque, aunque los catalanistas están dispuestos a liquidar el sistema constitucional, temen una revolución «obrera», de manera que rehúsan apoyar a socialistas y anarquistas y, posteriormente, condenan asustados sus acciones violentas. A los militares junteros y a los catalanistas les asustan hechos tales como que los socialistas han trasladado alijos de armas y municiones. –»Yo transporté armas y municiones en Bilbao, yo personalmente», dirá Indalecio Prieto poco después en las Cortes– con la intención de apoyar la revolución con las bocas de los fusiles. No iba a ser, por otra parte, la última vez que lo hicieran para derrocar un Gobierno legítimamente nacido de las urnas. LERROUX , por su parte, también participa en la Asamblea de Parlamentarios de este año.
ALFONSO XIII llama por primera vez a CAMBÓ a Palacio, para ofrecerle dos carteras en el primer Gobierno de concentración de su reinado.
ALFONSO XIII, en la fecha, llama por primera vez a CAMBÓ a Palacio, para ofrecerle dos carteras en el primer Gobierno de concentración de su reinado. Joan Ventosa i Calvell será ministro de Hacienda y Felip Rodés ministro de Instrucción Pública. De esta manera se pone fin a las aspiraciones de cambiar la Constitución. Para los regionalistas la entrada al gobierno supone el reconocimiento de su influencia en la gobernabilidad del estado, pero para los republicanos constituía la traición de la Lliga a los objetivos de la Asamblea de Parlamentarios.
Es de nuevo llamado a formar gobierno Manuel García PRIETO.
En el mes de noviembre de 1917 es de nuevo llamado a formar gobierno Manuel García PRIETO, que trata de integrar a los representantes de las fuerzas políticas que hasta entonces han estado marginadas: De la Cierva, como ministro de la Guerra, representa a las Juntas Militares de Defensa y el regionalismo accede al poder con el beneplácito de CAMBÓ, aunque sin representar a todas las fuerzas que han estado en la Asamblea de Parlamentarios. Sin embargo, la acumulación de elementos políticamente heterogéneos tiene consecuencias muy negativas en un plazo de tiempo muy corto. El gobierno García PRIETO carece siempre de una dirección efectiva y su fracaso es rotundo en todos los aspectos. De la Cierva no sólo no soluciona los problemas militares sino que instala a las Juntas como grupo de presión en el seno del Gobierno. Éste convoca unas elecciones que él mismo califica de renovadoras pero que no resuelven nada, porque, aunque resultan algo menos mediatizadas desde el poder que las anteriores, su resultado es la fragmentación de los partidos del turno convirtiendo a las Cortes en una torre de Babel.