Fallece ATALARICO, rey de los ostrogodos. AMALASUNTA, hija de Teodorico el grande y admiradora como su padre de la cultura romana, regente de los ostrogodos de Italia, se hace proclamar reina. Casa con su primo TEODATO que es rechazado por el pueblo, y le nombra corregente. Pide auxilio a JUSTINIANO, ya que la nobleza goda exige un monarca netamente godo. TEODATO reinará (534-536).

El asesinato de Amalasunta, reina regente ostrogoda, en el año 534 sirve de pretexto a Constantinopla para la invasión, de la Italia ostrogoda en 535. JUSTINIANO I indica a BELISARIO que invada la península itálica y a Sicilia. BELISARIO, en la fecha, se apodera de Sicilia que queda incorporada al Imperio bizantino. Sicilia será bizantina durante cuatro siglos aunque no serán de los más felices para la isla y sus habitantes. BELISARIO avanzará por la península en dirección a Roma, en tanto los ostrogodos (ya sin la firme dirección de Teodorico, muerto nueve años antes) parecen inermes.

A petición de TEODATO, rey ostrogodo, el papa AGAPITO I va a Bizancio con el fin de evitar la invasión de Italia por el general BELISARIO, que desde el norte de África se apresta a reintegrar la Península al Imperio. El papa es recibido en Constantinopla con grandes honores, pero JUSTINIANO no le hace ni caso.

JUSTINIANO es un cristiano ortodoxo, pero su esposa TEODORA, así como la de BELISARIO, ANTONINA, se inclinan por el monofisismo. ANTONINA, siguiendo instrucciones de TEODORA intenta que el papa SILVERIO haga “concesiones” a los monofisitas. Pero el papa no se aviene. ANTONINA fuerza a su marido -a quien tiene dominado- a encarcelar al papa y juzgarlo por alta traición. El papa SILVERIO es depuesto por el general bizantino BELISARIO.

El emperador JUSTINIANO intenta solventar el problema de la sede papal vacante y logra que la ocupe un personaje sumiso a sus deseos. Cree encontrar tal persona en un diácono llamado VIGILIO que ha estado ocupando el puesto de nuncio papal en Constantinopla y que ha pactado con la emperatriz TEODORA -que es monofisita- que recibirá su apoyo para la elección papal a cambio de rechazar el Concilio de Calcedonia del año 451, en el que se remachaba nuevamente el dogma de la Trinidad y de restaurar en Constantinopla al patriarca ANTIMO, depuesto por el Papa Agapito I. Así, BELISARIO, nombra sucesor en la sede pontificia a VIGILIO (29.3.537 – 7.6.555). Los roces sin embargo no van a tardar en producirse..

VIGILIO, llega a un acuerdo con BELISARIO y éste deporta a SILVERIO a la isla de Palmaria en el golfo de Gaeta. Allí se consigue que, en la fecha, el papa SILVERIO renuncie al pontificado. La Iglesia, ante la dimisión de SILVERIO, reconoce a VIGILIO como pontífice para evitar un cisma y, probablemente, una persecución. Pese a lo irregular de su elección, VIGILIO muy pronto se revela como un hombre dispuesto a servir sólo a Dios y al cristianismo. Así, pues, el plan de las dos damas bizantinas TEODORA y ANTONINA fracasa. Ya que el nuevo papa, VIGILIO, resulta ser tan obstinado como su predecesor y no hace absolutamente nada a favor de los monofisitas.

JUSTINIANO, después de los disturbios del 532, ha reconstruido la ciudad de Constantinopla y en esta fecha se inaugura una nueva catedral llamada Hagia Sophia (La “Santa Sabiduría” o “Santa Sofia”). Su construcción se ha realizado por un ejército de diez mil trabajadores sobre las ruinas de una antigua basílica. Su inmensa cúpula de 33 m de diámetro, que se eleva a 55 m sobre el suelo, está tan inteligentemente diseñada y con unas ventanas tan hábilmente dispuestas, que todo el interior está bañado por la luz del sol. Da la impresión de carecer de sustentación, como si permaneciera suspendida del cielo por una mano invisible. Es construida sólo en 5 años. La basílica es obra de los arquitectos Anteado de Tralles e Isidoro de Mileto. Su famosa cúpula inspirará con los años miles de edificaciones en la actual Turquía.

El éxito de JUSTINIANO en Occidente despierta temores de que el Imperio de Oriente se fortalezca hasta el punto de arrollar a Persia. En consecuencia, COSROES I, rey de Persia, hace caso omiso de la paz perpetua de 532 y lanza una ofensiva contra Siria, llega hasta el Mediterráneo, toma y arrasa Antioquía y su ejército captura Petra, que garantiza el acceso al mar Negro y da control sobre Lazica. JUSTINIANO I tendrá que comprar varias veces la tregua a precio de oro.

El emperador JUSTINIANO I no desea que BELISARIO coseche demasiados éxitos que le despierten ambiciones de sucederle en el trono. En consecuencia es llamado de Italia de nuevo para combatir a los persas de Oriente. BELISARIO con VITIGES como prisionero de guerra, zarpa rumbo a Constantinopla donde morirá sin herederos. BELISARIO se dirigirá rápidamente hacia Persia.

En Italia, los ostrogodos tardan en organizarse, pero cuando al fin lo logran consiguen reunir un ejército formidable. BELISARIO no tiene fuerzas suficientes para enfrentarse a ellos en una lucha abierta, así que se atrinchera en Roma y deja que sus adversarios asedien la ciudad. Al cabo de doce meses, en la fecha, el ejército ostrogodo, muy poco eficaz en este tipo de guerra, comienza a desmoronarse y BELISARIO inicia de nuevo la ofensiva. Tras una campaña de resultados inciertos en principio, BELISARIO conquista Rávena y el rey ostrogodo VITIGES acaba rindiéndose, entregando su reino. En Rávena se establece la administración imperial, nombrando al prefecto Atanasio. El prestigio de BELISARIO alcanza tal grado que los propios ostrogodos le ofrecen el trono, ofrecimiento que será rechazado por BELISARIO.