CARTAGENA (1939) SUBLEVACIÓN CONTRA EL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA

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Para muchos del Frente popular la caída Catalunya significa simplemente el final de la Guerra Civil .


Para muchos de los españoles afectos al Frente popular la caída de Catalunya a principios de 1939, significa simplemente el final de la Guerra Civil y el ya inmediato reconocimiento de FRANCO por parte de Francia y Gran Bretaña parece ratificar esta impresión. En realidad, la conciencia de que se ha llegado a esa situación está ya totalmente generalizada aunque la reacción de las autoridades militares y políticas republicanas respecto de ella sea muy diferente, como testimonio de la desintegración a la que se está asistiendo.

Durante tres semanas de febrero de 1939 el Gobierno republicano sigue errando, sin sede fija.


Durante tres semanas de febrero el Gobierno de la República con NEGRÍN al frente, sigue errando, sin sede fija. Por fin, se instala en una finca de los alrededores de Elda, llamada El Poblet y que, siguiendo los hábitos castrenses del momento, es denominada “posición Yuste”. Allí se reúne el Gobierno, el 28 de febrero, tras enterarse de la dimisión el día anterior del presidente de la República, Manuel AZAÑA.

Mandos republicanos dan tan sólo tres días a Negrín para que se rinda y abandone el Gobierno.


El 4 de marzo, desde Cartagena, el almirante Buiza y buena parte de los mandos republicanos que quieren poner término a cualquier precio a la guerra, dan tan sólo tres días a NEGRÍN para que se rinda y abandone el Gobierno. Así, la conspiración contra el Gobierno es iniciada por elementos republicanos, pero su divisa (Por España y la paz) pronto es sustituida por gritos a favor de FRANCO de quienes quieren aprovechar la ocasión -entre ellos el coronel Armentia- para cambiar de bando. Por un momento, las baterías de la costa son franquistas y la flota republicana. Para acabar de complicar la situación, en cuanto se tiene noticias de lo que sucede, FRANCO dispone la realización de un desembarco en Cartagena o cerca de ella. Se toman las disposiciones para ello de manera algo precipitada (por ejemplo, no formando convoy y enviando los buques de transporte sin escolta y algunos hasta sin radio), embarcando a las fuerzas en Castellón.

La sublevación es aplastada en Cartagena por unidades que, en teoría, obedecen al Gobierno de NEGRÍN.


Pero el día 5 la sublevación es aplastada en Cartagena por unidades que, en teoría, obedecen al Gobierno de NEGRÍN. Paradójicamente, los soldados mandados a este efecto toman por asalto las baterías y el arsenal. Poco después cae también el parque de Artillería, donde encuentra la muerte el coronel republicano Armentia, que viene así a morir defendiendo una causa por la que no quería luchar, la franquista. Fue una paradoja más de la confusa Cartagena de aquellos días.

El almirante Moreno, dirige los buques enviados por FRANCO, desiste de desembarcar en Cartagena.


El 6 de marzo de 1939, el almirante Moreno, que dirige los buques enviados por FRANCO, enterado del cambio de situación, desiste de desembarcar en Cartagena dando orden a las embarcaciones de regresar a Castellón. Pero dos de ellas que carecen de radio ignoran la contraorden; el Castillo de Olite y el Castillo de Peñafiel. El primero de ellos entra confiado en el puerto y es literalmente volado por los disparos de la baterías republicanas, pereciendo los 2.223 hombres que van a bordo. El segundo navío, aunque también entra en el puerto y es alcanzado por un disparo de batería, puede dar media vuelta y llegar hasta Ibiza. De esta manera una sublevación que se había liquidado con poco derramamiento de sangre acaba con centenares de muertos.