ALEJANDRO IV -papa- (12.12.1254-25.5.1261) Es hombre de costumbres austeras, al punto de elegir para profesar en la fe la Orden franciscana. En un intento por volver al seno de la Iglesia de Roma a los disidentes de Bizancio está dispuesto a permitir que los griegos conserven el símbolo sin la adición de la palabra «filioque», motivo de la separación de ambas iglesias.
ALEJANDRO IV (Papa)(1254-1261)
Total de piezas: 6
El Papa ALEJANDRO IV aprueba la creación de la Universidad de Salamanca por Alfonso X, el Sabio.
En 1255 el papa ALEJANDRO IV aprueba la creación de la Universidad de Salamanca por Alfonso X, el Sabio, le concede sello propio y la licencia ubique docendi
El papa ALEJANDRO IV promulga la bula Liceo Ecclesiae Catholicae,
En 1256, el papa ALEJANDRO IV promulga la bula Liceo Ecclesiae Catholicae, por la que organiza los diversos grupos de ermitaños de inspiración agustiniana, en una sola y única Orden.
El papa ALEJANDRO IV nombra a S.ALBERTO MAGNO, el Doctor universalis, obispo de Regensburg.
En 1260, el papa ALEJANDRO IV nombra a San Alberto Magno, el Doctor universalis, obispo de Regensburg. Este mismo año, se forma, probablemente en Perusa, el primer movimiento de los peregrinos llamados flagelantes, uno de los fenómenos más característicos de la Edad Media, que recorrían centenares de leguas dirigiéndose hacia Roma y flagelándose durante el camino, en señal de penitencia.
Fallece el papa ALEJANDRO IV.
Fallece el papa ALEJANDRO IV. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Signum ostiense (El signo de Ostia), cita que hace referencia tanto a su apellido como al hecho de que fue cardenal de Ostia antes de ser elegido pontífice.
ALEJANDRO IV se entera de que en Mantua se han adoptado un cierto número de estatutos que ponen trabas al absolutismo de la Inquisisición,
Al enterarse el papa ALEJANDRO IV, de que en Mantua se han adoptado un cierto número de estatutos que ponen trabas al absolutismo de la Inquisisición, da inmediatamente orden al obispo de aquella ciudad que examine el caso y anule todo aquello que pueda entorpecer o retardar las operaciones del Santo Oficio, autorizando al prelado, en caso de resistencia, para excomulgar a los magistrados y lanzar el entredicho a la ciudad.