En Catalunya, Josep Lluís Carod-Rovira deja el Govern de la Generalitat presidido por Maragall

El 9 de febrero del 2004, el Parlament de Catalunya constituye la ponencia que redactará el proyecto de Estatut. Es el final del mandato de José María Aznar, y el PP catalán espera a que se celebren las elecciones generales de marzo para sumarse a la ponencia. Tres meses antes (13 de noviembre de 2003), Zapatero ha prometido, en la campaña de las autonómicas catalanas, apoyar el texto que apruebe el Parlament.

Los populares catalanes, liderados por Josep Piqué, piden tiempo para no dar una negativa categórica a la ponencia del Estatuto recién constituida. Piqué no quiere aparecer en plena campaña en una foto junto a los satanizados republicanos de Carod, pero tampoco quedarse en el ostracismo político. «Dadme tiempo, y después de las elecciones, trataré de sumarme a la ponencia», pide Piqué en sus entrevistas con Joan Saura, consejero de Relaciones Institucionales cuando, tras la fecha, se ponen en marcha los trabajos en sede parlamentaria.

En el tema de la obras de Arte de la Franja de Ponent, el último recurso presentado por el obispado de Lleida en agosto del año 2002 en el Vaticano para conservar la propiedad de estas piezas artísticas, ha sido desestimado por la secretaría de Estado.

El 18 de febrero de 2004, a un mes de celebrarse las elecciones generales, la banda anuncia la suspensión de todas sus acciones armadas en Catalunya, desde el 1 de enero, por el empuje de las fuerzas independentistas y la concienciación sobre el derecho a la autodeterminación en los últimos años en esta autonomía. El anuncio se hace público 23 días después de que el diario ABC publicara que Josep Lluis Carod-Rovira, líder entonces de ERC y conseller en cap de la Generalitat, se había reunido con dirigentes de ETA, identificados como Mikel Albizu, Antza, y José Luis Urrutikoetxea, Josu Ternera. Carod-Rovira renuncia como conseller en cap aunque se mantiene como conseller sin cartera en el Gobierno catalán de Pasqual Maragall.

Josep Bargalló accede al cargo de conseller en cap en el Govern de la Generalitat de Catlunya.

1.000.000 de personas se manifiestan en Barcelona tras el atentado del 11M que sesgó la vida de 191 personas en Madrid.

José Montilla, el posteriormente nombrado presidente de la Generalitat Catalana, es, en la fecha, ministro de Industria y ya ha sido elevado al liderato del PSC como primer secretario, pero el presidente de la Generalitat es Pasqual Maragall, el alma catalanista del partido. Montilla, el político que se califica a sí mismo como “moderado”, alineado con los barones del PSOE y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegura que su partido no apoyará un texto sin el beneplácito de los socialistas de toda España. El posteriormente presidente catalán asegura, en abril de 2004, que un Estatut que exija cambios en la Constitución será un “callejón sin salida”. La desconfianza hacia Montilla, como exponente del aparato socialista, es tal al negociarse el texto, que Artur Mas preferirá, en enero de 2006, sellar personalmente el pacto con Zapatero.

José Luis Rodríguez Zapatero es elegido nuevo presidente del Gobierno de España con el respaldo de ERC. Al día siguiente, prestará juramento ante el rey Juan Carlos I de España como presidente del Gobierno español.

Miquel Sellarès dimite como secretario de Comunicació del Govern a raíz del polémico informe sobre la orientación de los medios de comunicación.