El fisico italiano Guglielmo Marconi presenta en Londres su «telegrafia sin hilos», o sea, la radio. El año siguiente consigue la primera patente y la desarrolla comercialmente.

El primer cinema barcelonés es la sala de los hermanos \’Napoleón\’, a la Rambla de Santa Mònica, inaugurada en la fecha y que durante diez años funcionará como cinema estable. Otras salas serán el \’Beliograf\’, en las Rambles, o el \’Cinematógrafo Lumière\’, en el Paral·lel. La mayoría de veces, sin embargo, las sesiones de cinema se hacen en los teatros.

En la fecha, se celebra en Barcelona, en la plaza Folch i Torres, cerca de la ronda Sant Pau, la última ejecución pública. Se trata de la de Silvestre Lluís. El método fue el \»garrote\». Se agolpó un gran gentío lo que atrajo a muchos carteristas. Las ejecuciones públicas tenían el objetivo de disuadir a la gente de robar o matar. ¡Y resulta que allí mismo acudían los ladrones a robar!. En cuanto al condenado, a veces se le ataba a la cola de una caballería, que le arratastraba por las calles hasta el cadalso. En 1832 Fernando VII, unificó las ejecuciones: todas a garrote. Se veía más digno, pues se moría sentado…

Fructuoso Gelabert y Badiella inaugura la historia del cine catalán con la cinta argumental ‘Riña en un café’ (1897), filmada, en la fecha, con un aparato que él mismo ha construido. Esta película se considerará la primera película española con argumento. Al igual que los otros pioneros, Gelabert filma cintas de ‘actualidad’ política, social o de promoción artisticoturística, como ‘Visita en Barcelona de la Reina Regente Doña Mª Cristina y Don Alfonso XII’ (1898), ‘Carreras de caballos en el Hipódromo de Barcelona’ (1902) o ‘Alhama de Aragón y el Monasterio de Piedra’ (1903), de una gran calidad fotográfica. Los cines barceloneses pasan dos películas más de Gelabert, ‘La Dorotea’ (1903) y ‘Los guapos de la Vaquería del Parque’ (1903).

El rey de Siam (actual Tailandia) Chulangankorn (Rama V), en su visita por Europa, es recibido por la reina regente española doña María Cristina. Es el primer contacto oficial de la historia entre los dos países.

El francés Gaston de Chasseloup-Labat, marca el primer récord registrado de velocidad en tierra: 63 km/h.

Es tomada la primera fotografía de la Sábana Santa, por el abogado Secondo Pia, entre el 25 y el 28 Mayo. Con ella se inician los estudios médico-legales.

El belga Camile Jenatzy con su auto eléctrico Jamais Contente es el primero en superar los 100 km/h alcanzando los 105’882 km/h. Pero la alta posición de conducción y el expuesto chasis inferior, estropeaban mucho la aerodinámica. Este record de velocidad en tierra es establecido, según las fuentes, el 29 de abril o el 1 de mayo de 1899, en Achères, Yvelines, cerca de París, Francia. El vehículo actualmente se encuentra expuesto en el museo del automóvil de Compiègne, Francia. El conductor, Camille Jenatzy era el hijo de Constant Jenatzy, fabricante de neumáticos de caucho, una novedad en la época. Queriendo hacerse un hueco en el prometedor mercado parisino de vehículos eléctricos, Jenatzy crea una planta de producción que fabrica numerosos carruajes de motor eléctricos. Para asegurar el triunfo de su compañía, Jenatzy construye un prototipo en forma de bala, concebido por el fabricante de carros Rothschild en una aleación de aluminio, tungsteno y magnesio. Jenatzy supera el antiguo registro que ostenta el Conde Gaston de Chasseloup-Laubat con una marca de 92.78 km/h conseguida el 4 de marzo de 1899

Durante los últimos años de VICTORIA, el Reino Unido está implicado en la Segunda Guerra Boer, que recibe el apoyo entusiástico de la reina. La vida personal de VICTORIA está marcada en ese entonces por varias tragedias personales, incluyendo la muerte de su hijo Alfredo, duque de Sajonia-Coburgo-Gotha, la enfermedad fatal de su hija Victoria, emperatriz de Alemania, y la muerte de dos de sus nietos. Su última función pública ceremonial es en 1899, cuando ella coloca la primera piedra de la fundación para los edificios nuevos del South Kensington Museum, luego conocido como el Victoria and Albert Museum.

Desde que el catalán Francisco Bonet construye en 1889 el primer automóvil español hasta bien entrada la década de los años veinte, los «amantes» de las motos y de los coches empezaron a experimentar la pasión por la velocidad, al igual que en el resto de los países industrializados. En 1894 se disputó la primera carrera automovilística que cubría el trayecto París-Ruán. Pocos meses después, entre 1895 y 1896, se celebraron las primeras competiciones en España: se corrían en el barcelonés paseo de Sant Joan, y el vencedor de la prueba tenía pagada una opípara comida en un restaurante de la Rabassada. La carrera estaba patrocinada por el alcalde Josep Milà i Pi. El primer ganador del que se tiene noticia es un tal Stahel, quien supera a cuatro rivales en una prueba disputada en Barcelona el 1 de diciembre de 1899, sobre un recorrido de cuatro kilómetros.