Manuel de Arriaga se convierte en primer presidente de Portugal. Sin embargo los portugueses se muestran indiferentes pues el país sigue atrasado y pobre y el nuevo régimen no parce que consiga la estabilidad. De 1911 a 1926 Portugal conocerá dieciséis golpes de Estado y cuarenta gobiernos

En la Primera Guerra Mundial, Portugal adopta, inicialmente, la neutralidad, manteniéndose al margen del conflicto.

Portugal se atiene a su antiguo tratado con Gran Bretaña, y su Parlamento vota, en la fecha, la declaración de guerra a Alemania, cuando queda claro que ni Gran Bretaña ni Francia serán aplastadas rápidamente por los alemanes. Esta iniciativa, sin embargo, tendrá efectividad inmediata, pues en el ejército hay influyentes elementos germanófilos que se hacen con el gobierno e implantan dos breves dictaduras militares. La primera de ellas en 1915 y la segunda en 1917.

Portugal, después de la Primera Guerra mundial, sólo obtiene, por el Tratado de Versalles, una minúscula recompensa colonial y la crisis económica de posguerra hace aumentar la tensión social y la agresividad de la reacción, debilitando el régimen democrático.

Lucía, la niña mayor de los tres pastores a los que se les apareció la Virgen de Fátima, entra en la fecha en el colegio de Hermanas Doroteas en Vilar, cerca de Oporto. Allí aprenderá a leer y escribir, cumpliendo una de las peticiones de la Virgen. En 1928 se instalará en Tui, Galicia, donde la visitará San Josémaria Escrivá de Balaguer un año antes de su regreso a Portugal, en 1946.

En abril del año 1926 las relaciones de España con Portugal llegan a ser mejores que en cualquier otra época anterior, ya que a partir de esta fecha se instaura en el país vecino un régimen de dictadura muy semejante al español. En efecto, se firmarán acuerdos entre ambos países como, por ejemplo, el relativo al aprovechamiento hidroeléctrico del río Duero, en el año 1927, y el de conciliación y arbitraje en 1928.

La incapacidad de los republicanos para dotar de estabilidad al gobierno de Portugal, es la causa de un Golpe de Estado del general Gomes da Costa que depone el régimen democrático del «gobierno de los partidos», cuya actividad es prohibida. Con la crisis económica y la agitación política de la I República, que se prolongó incluso después de la Revolución Portuguesa de 1926, la dictadura militar llama a Salazar en junio de 1926 para asumir la cartera de ministro de Finanzas. Salazar había exigido manos libres para decidir en los asuntos de su negociado; de lo contrario, prometió dejar la cartera y volverse «en el primer tren que saliese para Coímbra». Así fue. Pasados trece días Salazar renuncia al cargo por no habérsele satisfecho las condiciones que consideraba indispensables para su ejercicio y vuelve a su cátedra en la Universidad de Coímbra.

Se firma un acuerdo entre Portugal y España para la delimitación de su frontera entre la desembocadura de la Ribera de Cuncos y la desembocadura del Guadiana. (Aún en la actualidad se encuentra sin delimitar esta frontera entre Portugal y España, con motivo del Problema de Olivenza.)

Revuelta en Portugal contra la dictadura de CARMONA.

Fracasa el golpe de estado de los militares revolucionarios portugueses.