Fallece ENRIQUE II el de las Mercedes, en Santo Domingo de la Calzada. Deja esposa, dos hijos legítimos y trece bastardos reconocidos, más otros sin reconocer. Durante su reinado, ENRIQUE II desarrolló una política que tendía a organizar a la nobleza en dos grandes capas: una más alta, compuesta por los familiares del rey, y otra baja, que queda fortificada con la concesión de mayorazgos, que tenía subrogada la autoridad real y que poseía carácter hereditario. Por otra parte, procuró que la alta nobleza, mediante los acuerdos matrimoniales, aumentara la influencia y el poder de Castilla sobre los otros reinos y sentara las bases para la unidad peninsular. De talento europeizante, dedicó grandes esfuerzos a reestructurar y reconstruir el reino. Frente al despotismo de su antecesor, reunió numerosas Cortes, estableció juntas y buscó la forma de solventar los grandes problemas económicos, especialmente una mayor facilidad comercial y, por tanto, aumentó considerablemente el volumen de las exportaciones.
CORONA DE CASTILLA (1230-1716)
Total de piezas: 625
JUAN I, sucesor en el trono de su padre ENRIQUE II, es coronado rey de Castilla y León.
JUAN I, sucesor en el trono de su padre ENRIQUE II, es coronado rey de Castilla y León en las Cortes celebradas en Burgos entre julio y agosto de 1379. Su política se desarrolla inicialmente sin cambios respecto a la de su antecesor: se fomenta el comercio y se continúa luchando por mar contra los ingleses, cuyas costas y buques son atacados por las naves castellanas, que llegan hasta las proximidades de Londres.Fue el último rey castellano coronado solemnemente. Después de él, los monarcas asumían la dignidad real por proclamación y aclamación.
Nace Fernando (futuro Fernando I de Antequera) segundo hijo de J?uan I de Castilla y Leonor de Aragón
Nace FERNANDO (futuro Fernando I de Antequera) segundo hijo de JUAN I de Castilla y LEONOR de Aragón
Se va formando, una oligarquía judía rica y escéptica que muestra a veces un lujo ostentatorio y crece de nuevo el antisemitismo.
Se va formando, una oligarquía judía rica y escéptica que muestra a veces un lujo ostentatorio, un fasto, una confianza en sí mismos y un orgullo provocadores. Los reyes y los grandes la adulan, de tal forma que acaba por disponer de una influencia social considerable. Esta opulencia y este lujo contrastan con las condiciones de existencia de la inmensa mayoría del pueblo que ve crecer sin cesar el alejamiento entre su pobreza y la riqueza de los judíos, instrumentos y beneficiarios de la opresión fiscal. Por estos motivos, el antisemitismo de antaño se ve reforzado; apunta tanto a los que han seguido siendo judíos como a los conversos recientes, cuya sinceridad se pone en duda.
Se hace a los judíos responsables de todas las dificultades y los sermones de los monjes mendicantes excitan la cólera popular.
Todos los judíos no son, ciertamente explotadores, pero los ejemplos de brillante éxito social llaman la atención sobre algunos de ellos y conducen a generalizaciones injustas, alimentan un antisemitismo latente que las crisis de finales del siglo XIV exasperan. Se está resentido con los recaudadores de impuestos, con los usureros, con los revendedores acusados de acaparar los granos para hacer subir los precios; se hace a los judíos responsables de todas las dificultades y los sermones acalorados de los monjes mendicantes excitan todavía un poco más la cólera popular.
El bautismo ha asimilado los conversos judíos a los cristianos, desde el punto de vista de los derechos civiles.
El bautismo ha asimilado los conversos a los cristianos, desde el punto de vista de los derechos civiles, lo que les da acceso a funciones prohibidas en otros tiempos: entran en los Consejos Municipales, se alían a familias nobles, se insinúan en las filas del clero donde su cultura y su inteligencia les permite bastante a menudo elevarse hasta los puestos más altos de la jerarquia. Otros siguen ocupándose de actividades financieras y comerciales.
La mayoría de los prelados castellanos se manifiestan a favor del papa CLEMENTE VII (en Aviñón).
En la asamblea del clero castellano celebrada en Medina del Campo el año anterior con motivo del Cisma del papado, la mayoría de los prelados se manifiestan a favor del papa CLEMENTE VII (el otro papa era URBANO VI), sobre todo por la presión que para ello hace su legado Pedro de Luna. Pedro de Luna -que será luego el sucesor de CLEMENTE- goza además de las simpatías de los Trastámara, lo que incide en que el rey castellano JUAN I haga público un documento en Salamanca, el 9 de mayo de 1381, por el que reconoce oficialmente a CLEMENTE VII como papa.
Castilla refuerza la alianza con Francia y se desemboca en la guerra abierta con Portugal.
Como consecuencia de haber tomado partido Castilla por el antipapa CLEMENTE VII, se refuerza la alianza con Francia y se desemboca en la guerra abierta con Portugal, aliada ya con Inglaterra. Después de una amplia victoria marítima en Saltes y de tomar Almeida, la situación portuguesa propicia un acuerdo, al que se llega el 10 de agosto de 1382 cuando los ejércitos de ambos países se encuentran en Elvas ya frente a frente y a punto de iniciar el combate. En el acuerdo se ratifica lo pactado en Santarem y se decide que el futuro marido de Beatriz, presunta heredera de Portugal, será FERNANDO, segundo hijo de JUAN I. Pocos meses después la flota castellana participa en la batalla de Roosebecke, donde son destruidas las naves inglesas que defienden en Flandes la causa del papa URBANO VI e intereses contrarios a los castellanos y franceses.
FERNANDO I de Portugal y JUAN I de Castilla y León, firman la paz de Elvas.
En la fecha, Castilla obliga a Portugal a abandonar la empresa. FERNANDO I de Portugal y JUAN I de Castilla y León, firman la paz de Elvas.
Tiene lugar el matrimonio de Juan I de Castilla y Beatriz, hija de Fernando I de Portugal.
Pese a que BEATRIZ cuenta sólo diez años de edad, JUAN I de Castilla acepta y el matrimonio tiene lugar en Badajoz el 17 de mayo de 1383. Antes, JUAN I ha derrotado en una acción fulminante a su hermanastro, el infante ALFONSO Enríquez, y a los infantes portugueses JUAN y DIONISIO que se habían levantado al verse privados de posibles derechos sucesorios por el nuevo matrimonio real.

