NEPOTISMO EN LA IGLESIA CATÓLICA

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PABLO III (de la familia Farnesio) es coronado papa.


Muerto el papa Clemente VII (De la familia de los MÉDICI) es coronado papa ALEJANDRO Farnesio como PABLO III (1534 – 1549) (ALEJANDRO Farnesio-, es de una familia mortalmente enemiga de los Médicis). PABLO III antes de ser ordenado sacerdote -aunque ya era cardenal- tuvo varios hijos con una dama de la aristocracia romana. Tiene sesenta y seis años y parece débil y enfermo, pero se pone manos a la obra con una energía propia de un adolescente. Es un diplomático y un gran estadista, pero tal vez por eso se da cuenta de que no es hora de pactos ni de componendas, sino de restablecer firmemente doctrinas. En su Corte romana lleva una vida lujosa y practica el nepotismo, contribuyendo al engrandecimiento de su familia. Uno de sus primeros actos como sumo pontífice ha sido nombrar cardenales a dos de sus nietos, Guido Ascanio Sforza, que cuenta dieciséis años de edad, y Alejandro Farnesio, de tan sólo catorce. Este hecho es criticado y protestado, pero tan pronto introduce a hombres como Reginald Pole, Gasparo Contanrini, Sadoleto y Gian Pietro Caraffa en el Sagrado Colegio, este hecho es olvidado. Paulo III se dedica a reformar la corte papal. Nombra comisiones para evitar abusos de cualquier tipo; reforma la Cámara Apostólica, el Tribunal de la Rota, la Penitenciaría, y la Cancillería.

PABLO IV muestra a lo largo de sus cuatro años de reinado un desenfrenado nepotismo.


PABLO IV muestra a lo largo de sus cuatro años de reinado un desenfrenado nepotismo en favor de su indeseable secretario de Estado, el cardenal Carlo CARAFFA y sus hermanos. A ellos confia la política y la administración de sus dominios hasta el mes de enero de 1559, siete meses antes de morir, en que, horrorizado ante su demostrada depravación, los expulsa de Roma.

El Papa Gregorio XV se apoye para gobernar la Iglesia en su joven sobrino Ludovico Ludovisi.


La avanzada edad, sesenta y siete años, que tiene el nuevo papa GREGORIO XV y su delicado estado de salud hacen que se apoye para gobernar la Iglesia en su joven sobrino Ludovico Ludovisi a quien otorga el capelo cardenalicio cuando sólo han transcurrido tres días desde su elección. El riesgo de ser acusado de nepotismo se ve incrementado cuando ese mismo día nombra a su hermano Horacio al frente de la armada papal.

El Papa Alejandro VII favorece ampliamente a toda su familia practicando un nepotismo feroz.


ALEJANDRO VII, inicialmente contrario al nepotismo, durante su primer año de su papado prohibió a sus parientes incluso visitar Roma. Sin embargo, durante el consistorio del 2 de abril de 1656, anuncia que su hermano y sus sobrinos acudirán a asistirle quedando a partir de entonces en manos de sus parientes la administración eclesiástica. Esta medida, que supone un nuevo florecimiento del nepotismo, la complementa proporcionando a los miembros de su familia que reside en su ciudad natal los puestos civiles y eclesiásticos mejor pagados así como magníficos palacios y haciendas.

El Papa Inocencio XI pasa órdenes estrictas en contra del nepotismo entre los cardenales.


Tras su ascenso, INOCENCIO XI mueve todos sus esfuerzos hacia reducir los gastos de la Curia. Pasa órdenes estrictas en contra del nepotismo entre los cardenales. Vive muy parsimoniosamente y exhorta a los cardenales a que hagan lo mismo. De esta manera no solo cuadra el déficit anual, que al momento de su ascensión sumaba los 170.000 escudos, sino que también dentre de pocos años el ingreso papal estará en exceso de gastos. No pierde el tiempo en declarar y prácticamente manifestarse como un reformador y como un corrector de los abusos administrativos. Comenzando con el clero, busca levantar a los laicos a un nivel moral de mayor altura. En 1679 condena 65 proposiciones, tomadas de los escritos de Escobar, Francisco Suárez, y el mismo estilo, como “propositiones laxorum moralistarum” y prohibe a cualquiera a enseñarlas bajo la penalidad de excomunión.

ALEJANDRO VIII -papa- (1689-1691).


Pietro Vito Ottoboni es coronado papa bajo el nombre de ALEJANDRO VIII (16.10.1689-1.2.1691). A la muerte de Inocencio XI el embajador del Rey LUIS XIV de Francia presiona al cónclave para que elija a Ottoboni, ya octogenario y a priori bastante dócil ante los propósitos franceses. Sin embargo es difícil alcanzar una mayoría puesto que ocho cardenales están ausentes. Además, en el curso de la reunión otro cardenal fallece y dos más tienen que abandonarla por enfermedad. Después de cincuenta días de votaciones y de que funcionaran las presiones y las promesas de futuro, resulta elegido por unanimidad: es el 16 de octubre de 1689. Diez días después, el 26 de octubre es coronado papa en la Patriarcal Basílica Vaticana por el cardenal Francesco Maidalchini. De su predecesor hereda el enfrentamiento con el monarca francés LUIS XIV por los privilegios de éste sobre el clero francés. Su reinado ha pasado a la historia eclesiástica como un mandato imbuido de nepotismo.

A la muerte de su predecesor Inocencio XI, el tesoro pontificio está en condiciones saneadas.


Inocencio XI ha dejado el tesoro pontificio en condiciones saneadas. ALEJANDRO VIII invierte la situación de bonanza: rebaja los impuestos y literalmente dilapida las finanzas papales en dádivas a su familia. Contraviniendo las prácticas del pontificado anterior, inmediatamente después de que lo elijan papa se lanza a un nepotismo desenfrenado: en Roma se registra un auténtico desembarco de Ottoboni venecianos y de allegados a éstos, todos prestos a recibir cargos y prebendas. Ciñiéndonos a sus familiares más próximos, nombra un sobrino suyo, Antonio, general en jefe de los ejércitos de los Estados de la Iglesia; a otro sobrino, Pietro, que sólo tiene diecinueve años, le nombró cardenal diácono, gobernador de Fermo, Tívoli y Capranica, vice-canciller de la Iglesia Romana, secretario de memoriales y vicario papal en el territorio de Aviñón; a un tercer sobrino, Marco, que era jorobado, cojo y con las facultades mentales algo disminuidas, lo nombra superintendente de las fortalezas y las galeras papales y compra para él el ducado de Fiano pagando una verdadera fortuna.

INOCENCIO XII se muestra firmemente contrario al nepotismo.


INOCENCIO XII se muestra firmemente contrario al nepotismo, el cual ha sido por demasiado tiempo uno de los mayores escándalos del papado. Mediante la bula Romanum decet Pontificem de 1692 prohibe a los papas que a partir de entonces cedan territorios, cargos o prebendas a parientes. Establece además que solamente un familiar directo del papa puede ser elevado a cardenal. Al mismo tiempo analiza a fondo y prohibe las prácticas simoniacas de la Cámara Apostólica, y en conexión con esto introduce un estilo de vida más simple y económico como premisa para entrar en la corte papal. Dice que ‘los pobres son sus sobrinos’, comparando su beneficencia pública con el nepotismo de muchos de sus predecesores. Introduce varias reformas político-administrativas en los Estados de la Iglesia y crea el Forum Innocentianum para optimizar la justicia. A pesar de haber sido elegido como candidato de consenso entre las potencias católicas que se disputan la primacía europea, el pontificado de INOCENCIO XII acabará pareciéndose al de buena parte de sus predecesores debido a que estará marcado por el favoritismo hacia Francia sobre el Sacro Imperio Romano.

Clemente XII sabe rodearse de eficaces colaboradores escogidos dentro de su propia familia.


En la Ciudad Eterna, el papa CLEMENTE XII, hace construir la nueva fachada de la Basílica de San Juan de Letrán (obra adjudicada por concurso al arquitecto Alessandro Galilei), comienza los trabajos de la Fontana di Trevi (que encarga al arquitecto Nicola Salvi a pesar de haber perdido en concurso organizado al efecto), restaura el Arco de Constantino y construye el palacio gubernamental de la Consulta en la colina del Quirinal. También manda empedrar las calles de Roma y las principales carreteras que llevan a la ciudad. Asimismo, bajo su pontificado es construido el puerto de Ancona, con una carretera que brinda un fácil acceso al interior. Aunque desde poco después de ser elegido papa, CLEMENTE XII ya está completamente ciego, sabe rodearse de eficaces colaboradores escogidos especialmente dentro de su propia familia y de la clientela de la misma, en un ejercicio de nepotismo que en este caso resulta muy útil. Con todo, la fiebre constructora de su pontificado y la regresión ecónomica en los territorios de los Estados de la Iglesia dejarán las finanzas papales a unos niveles de precariedad parecidos a los que ha encontrado cuando inicia su pontificado.