Walter Elias («Walt») Disney produce el primer largometraje sonoro en dibujos animados, «Willie, el vapor», en que aparece mickey Mouse. Entre los años 50 y 60, Walt Disney se convertirá en uno de los principales productores cinematográficos del mundo, galardonado con 26 oscars de Hollywood.

Estreno de «Luces de New York», que es la primera película de la historia «totalmente sonora»

Las tropas norteamericanas se emplean en Nicaragua contra la guerrilla de Sandino.

Cuando la década toca a su fin, prospera la causa de la paz. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Aristide Briand, propone que Francia y los Estados Unidos firmen un pacto de no agresión. Tiene la esperanza de sacar a los Estados Unidos de su aislamiento y unirlo mediante alguna forma de asociación con Francia, que luego sea susceptible de ser dirigida contra un posible resurgimiento de Alemania. Su colega norteamericano, el secretario de Estado Frank Billings Kellogg, no quiere ligar a los Estados Unidos específicamente con Francia, y desarrolla la idea en el sentido de un pacto multilateral de no agresión; un pacto al que puedan adherirse todas las naciones que se muestren de acuerdo en renunciar al uso de la guerra. El resultado es el pacto de París, más popularmente conocido como el pacto Kellogg-Briand, firmado el 27 de agosto de 1928 por 23 países. Todos están conformes en poner la guerra fuera de la ley, y a muchos idealistas les parece que puede dar comienzo un período indefinido de paz universal. Kellogg recibirá el premio Nobel de la paz en 1929, y luego se convertirá en juez del Tribunal Internacional.

El presidente de EEUU., Coolidge, podría haberse presentado en 1928 para un segundo mandato, pero prefiere no hacerlo. Los republicanos nombran candidato a Herbert Clark Hoover, ingeniero de minas y secretario de Comercio durante los años 20, que se ha distinguido por su talante humanitario, honradez y eficacia. Los demócratas, por su parte, designan a Alfred Emanuel («Al») Smith, un católico de ascendencia irlandesa. Smith es el primer católico que aspira a la presidencia como candidato de uno de los grandes partidos. El catolicismo de Smith saca a relucir los más feos aspectos de la intolerancia religiosa: por ejemplo, el Ku Klux Klan se alza con fuerza contra él en el Sur. Hoover vence, haciendo suyos algunos estados sureños que llevan tres cuartos de siglo votando a los demócratas, y que ahora prefieren votar a los republicanos antes que a un católico demócrata. Así Hoover se convierte en el 31º presidente de los Estados Unidos.

Alphonse (Al) Capone es uno de estos mafiosos de EEUU. que a raíz de la implantación de la ley seca en 1920, se ha enriquecido. La gente se detiene para verlo pasar. Circula en un Cadillac blindado. Le escoltan dos coches y se dirigen al hotel Lexington, donde el gangster tiene alquiladas tres plantas. Capone es el rey de un imperio criminal que llega hasta los rincones más escondidos de Chicago a través del millar de secuaces que no dudan en extorsionar, secuestrar o asesinar a los pocos que se atreven a plantarle cara.

Al Capone domina el negocio de las carreras apañadas de caballos y perros, los prostíbulos, la fabricación y la venta ilegal del alcohol. En pocos años ha ganado entre setenta y cien millones de dólares y se permite caprichos como comprar mansiones en Florida, gastarse ocho mil dólares en hebillas de cinturón y una cantidad parecida en propinas a los camareros. Y no tiene, en la fecha, ni treinta años. Es un hombre aclamado por la gente, que quiere desconocer su perfil sanguinario. Los políticos se quieren fotografíar con él, y cuando entra en un campo de deportes el público se pone en pié y le aplaude, y la prensa le ofrece las mejores portadas y titulares. «Yo nada más sirvo alcohol a la gente que me lo pide. Si ellos no son unos criminales, ¿por qué lo he de ser yo?, publican los periódicos. Capone es un hombre respetado, abre comedores sociales para los desocupados y compra centenares de pavos para los pobres el día de Acción de Gracias. ¿Cómo puede ser mala una persona así?

A todo el problema proveniente de las ley seca, se ha de sumar la depresión de 1929 que demostrará que la prohibición no salva a EEUU. de la crisis económica. Los partidarios de la ley seca aseguran un cumplimiento firme y autodisciplinado por parte de la población, pero la realidad es muy diferente. El país se ve agitado a causa de la represión, corrupción y auge de las mafias por el contrabando y la venta ilegal del alcohol. La represión y la persecución de los infractores es trabajo del Gobierno federal, que nada más cuenta con un millar de agentes de la Unidad de Prohibición para vigilar todos los EEUU. y muchos de ellos, por otra parte, son excontrabandistas, corruptos o tienen connivencia con los traficantes. De la venta del alcohol se aprovechan las mafias quienes de la ilegalidad han hecho un suculento negocio. Los gastos de estas mafias son los sobornos y las comisiones a las autoridades locales y estatales (policias, jueces, alcaldes…) que ven la prohibición como una ley ajena, exclusiva del Gobierno federal, y no tienen ningún problema para no ver los camiones cargados de cerveza que descargan en los almacenes.

Inauguración en Nueva York del Museo de Arte Moderno.

Para el control del ingente negocio del alcohol, las mafias adoptan las formas propias del procedimiento criminal: la venganzas entre bandas, las explosiones de locales y los asesinatos de personas para eliminar contrincantes o conseguir monopolios de venta. Todas estas acciones se convierten en hechos cuotidianos.