ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

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Endurecimiento de la dominación colonial británica sobre sus trece colonias de Norteamérica.


El endurecimiento de la dominación colonial británica sobre sus trece colonias de Norteamérica lleva a George Washington a participar activamente en la política de Virginia, encabezando en su Asamblea la oposición contra los nuevos impuestos y el autoritarismo de los británicos (1759-74).

Los británicos toman Quebec después de que fuera francesa durante siglo y medio.


A lo largo de 1759, los británicos realizan una ataque en tres direcciones simultáneas que debe culminar en la toma de Quebec. Y así, toman: Fort Niagara, en el extremo occidental del lago Ontario el 25 de julio de 1759. Luego toman Fort Ticonderoga, cerca del extremo meridional del lago Champlain, el 26 de julio. Finalmente, el 18 de septiembre los británicos toman Quebec. En el curso de esta última batalla resultan muertos el francés Montcalm y el inglés James Wolfe, los dos generales en contienda. Los francófonos católicos de Quebec, tradicionales enemigos de los colonos americanos de las Trece colonias reciben un trato de respeto por parte de las autoridades británica.

El pacto de familia con Francia se complementa con otro pacto ofensivo y defensivo contra Gran Bretaña.


El pacto de familia de España con Francia se complementa, el 4 de febrero de 1762, con otro pacto ofensivo y defensivo en contra de Gran Bretaña que supone la entrada de España en la guerra de los siete años. Se libran dos guerras con Gran Bretaña, la segunda de ellas por el apoyo que España presta a las colonias de Norteamérica en su lucha por la independencia. El fin de estas contiendas significará la cesión a Gran Bretaña de Florida, y la incorporación de Luisiana occidental a la corona española, cedida por Francia.

Paz de Fontainebleau entre Francia y España.


Paz de Fontainebleau: Es un acuerdo secreto firmado en el castillo de Fontainebleau (Francia) el 13 de noviembre de 1762 entre los reinos de Francia y España. El tratado sigue a la batalla de Signal Hill, enmarcada en la Guerra de los Siete Años. Enfrentado a la perspectiva de perder sus territorios en Canadá, LUIS XV propone a CARLOS III la cesión de la Luisiana francesa, que abarca toda la zona central de los actuales Estados Unidos, desde Canadá hasta el Golfo de México, y de la ciudad de Nueva Orleans, una de las divisiones administrativas de Nueva Francia, el área colonizada por Francia en Norteamérica. España recibe de Francia Lousiana, compensando de este modo la cesión de Florida a Gran Bretaña y la colonia de Sacramento a Portugal.

Tratado de París, que fija la situación de las colonias tras la guerra de los Siete Años (1756-1763).


Tratado de París, que fija la situación de las colonias tras la guerra de los Siete Años. Francia cede (a Inglaterra) Canadá y todas sus posesiones al este del Mississippi, Senegal y sus territorios de la India. Cede Luisiana a España, confirmando el Tratado de Fontainebleau, en compensación por la cesión de Florida y Menorca a Inglaterra por parte de España. Francia recobra Martinica, Guadalupe y sus factorías de África y la India. España recobra Cuba y Filipinas e Inglaterra se afirma como primera potencia colonial.

El gobierno de Londres decide controlar sus colonias con mayor rigor y tensar las riendas con que las sujeta.


Poco después de acabar la guerra contra Francia en Norteamérica, el gobierno de Londres decide controlar sus colonias con mayor rigor y tensar las riendas con que las sujeta. Como la guerra ha costado mucho dinero, las colonias deben contribuir a liquidar las deudas del Estado a partir de ese momento. Para ello, el Parlamento inglés aprueba nuevas leyes sobre aduanas e impuestos. Los colonos rechazan rotundamente que el Parlamento del lejano Londres tenga derecho a dictarles impuestos. «No taxation without representation!» («¡Sin representación, no hay impuestos!»), dice su consigna. En consecuencia, se niegan a pagar impuestos y boicotean los productos ingleses.

Gran Bretaña considera que las colonias británicas han de ayudar a cubrir los gastos de la guerra.


En Norteamérica, los colonos británicos al quedar libres de la amenaza francesa hubieran podido sentir gratitud hacia Gran Bretaña, pero el sentimiento que predomina en ellos es el de que, habiéndose marchado los franceses, ya no necesitan a Gran Bretaña y pueden continuar solos. Gran Bretaña, por su parte, ha incrementado grandemente su deuda nacional como resultado de los gastos de guerra y del subsidio que paga a Federico el Grande. De hecho, con ocho millones de libras de presupuesto ha de destinar cinco a pagar los intereses de su deuda pública ¿Cómo sanear la hacienda?. Puesto que buena parte del desembolso se ha dedicado a la guerra en Norteamérica, se considera que aquellas colonias británicas, por haberse beneficiado en gran medida de la victoria, deben ayudar a pagar en forma de aranceles sobre los productos importados y mediante impuestos directos. Si un habitante de Massachusetts paga un chelín al año, el contribuyente británico desembolsa veintiséis. Los colonos, sin embargo, se oponen vigorosamente a los prescritos por un Parlamento en el que no tienen representación y en el que, por tanto, no pueden abogar por su causa.

Se aprueba la “ley del timbre” (“Stamp Act») por la que los colonos de Norteamérica han de colaborar.


El 22 de marzo de 1765, los británicos aprueban una “ley del timbre” (“Stamp Act») por la que los colonos de Norteamérica deben adquirir unos timbres especiales y adherirlos a todos los documentos oficiales, periódicos, licencias y una variedad más de papeles. Los timbres cuestan dinero, claro está, que va a parar a las arcas del tesoro británico. Una tempestad de angustia se levanta en las colonias, y se organizan boicots a los artículos británicos, con tal efectividad que llevan la zozobra al mundo de los negocios.

En Norteamérica, la ley del timbre no resulta efectiva y los británicos la derogan. Buscan otras vías.


En Norteamérica, la ley del timbre no resulta efectiva y los británicos la derogan el 18 de marzo de 1766. Buscan entonces otras vías impositivas para las colonias, implantándolas de manera muy paulatina, no tanto para lograr de momento una recaudación, cuanto para mantener el principio de que ellos pueden sujetar al pago de impuestos a las colonias, si así lo desean. Y este principio es el que las colonias desean combatir.

El ensayo de Cesare Beccaria sobre crímenes y castigo provoca un fuerte impacto en América.


El ensayo de Cesare Beccaria -literato, filósofo, jurista y economista italiano-, «De los delitos y de las penas», provoca un fuerte impacto en América. Teoriza sobre la falta de justificación de la pena de muerte, dando aliento a los abolicionistas.

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