Joan Alsina nacido en Castelló d’Empúries (Catalunya / España). Es ordenado sacerdote después de estudiar en el Seminario Iberoamericano de Madrid. En el intento de ser fiel a las enseñanzas del Concilio busca fórmulas para trabajar en el mundo. Llega a Chile en 1968, donde pretende estar al menos 10 años. Es destinado a la parroquia de San Antonio, donde ejerce su ministerio y donde toma contacto con el Movimiento Obrero de Acción Católica (MOAC).

FREI Montalva, presidente de Chile, ha desarrollado un amplio programa de reformas, prudentemente aplicado para no desanimar a los inversores norteamericanos. También Chile llega a participar mayoritariamente en la explotación del cobre. Pero la gestión democrática manifiesta pronto, por otra parte, sus contradicciones. La acción represiva de los carabineros (policía militarizada) para poner fin a movimientos huelguisticos irrita a la propia izquierda del PDC, que sufre una escisión importante en 1969.

René Schneider tras una larga carrera militar, asume en Chile, en la fecha, la comandancia en jefe del Ejército.

En 1970 finaliza el período presidencial del democristiano FREI Montalva. Éste, el líder más carismático del PDC, no puede presentarse a la reelección por mandato constitucional. Su partido elige como presidente a Radomiro TOMIC, un hombre con menos autoridad que FREI dentro del partido, pero situado en su ala izquierda. La opción por TOMIC responde a un intento de alejar al PDC de la derecha. En la derecha, el Partido Nacional no se fia del PDC y, junto a una escisión de derechas del histórico Partido Radical, presenta como candidato presidencial al expresidente Jorge ALESSANDRI.

En la izquierda, los dos grandes partidos, el socialista y el comunista, no son suficientes para ganar unos comicios que se perfilan igualados. A ellos se une el pequeño Partido Radical y el MAPU, movimiento de cristianos de izquierda escindido del PDC a fines de los sesenta. Cada partido presenta su candidato. Pablo NERUDA es propuesto por los comunistas, pero está claro que el presidenciable debe ser socialista, pues un candidato comunista no será aceptado por el electorado moderado. ALLENDE emerge entonces como un nombre posible. Pero han pasado muchos años y, sobre todo, muchas derrotas. Él mismo lo reconoce, cuando dice con ironía que su epitafio será: «Aqui yace Salvador Allende, futuro presidente de Chile». Pero aun así, y a pesar de ser considerado demasiado moderado, es aceptado como presidenciable por el resto de partidos de izquierda, la recién bautizada Unidad Popular.

En 1970, Alsina ingresa a trabajar en el Hospital de San Antonio mientras en las tardes atiende la parroquia. Sin embargo, esto no es visto con buenos ojos por el vicario de la Zona Rural-Costa de entonces, René Vío, quien lo pone en la disyuntiva de abandonar el hospital o la parroquia. Alsina prefiere dejar la parroquia.

René Schneider, comandante en jefe del Ejército en Chile, convoca a los generales y les comunica que las fuerzas armadas deben apoyar al nuevo presidente hasta sus últimas consecuencias.

Santiago se despierta el día de las elecciones con evidente preocupación. La mayor parte del comercio no abre las puertas. Las promesas de nacionalizaciones masivas hechas por ALLENDE provocan inquietud y desasosiego. La campaña ha sido tensa y el resultado de infarto. La UP de ALLENDE queda en cabeza, pero por muy poco: 1.075.000 votos, que suponen el 36,7% de los sufragios, frente al 35,3% de ALESSANDRI (1.036.000). TOMIC, más rezagado, tiene que conformarse con un 27% (824.000).

El triunfo de la UP es el éxito de una coalición marxista en plena guerra fría y en un continente bajo el área de influencia de EEUU. El gobierno de Washington, en manos entonces del conservador Richard NIXON, considera la subida al poder de la Unidad Popular como un grave peligro para los intereses geoestratégicos estadounidenses. Por otro lado, ALLENDE ha ganado pero por los pelos. La Democracia Cristiana lo tiene claro: Se ha de evitar la elección de ALLENDE en el Congreso Pleno. Según la Constitución, debe decidir el Congreso Pleno, es decir, el Senado y la Cámara de los Diputados, entre los dos candidatos mejor colocados. Esto añade más tensión al ambiente. Toda América está expectante por el destino final de esta gran democracia. Pero en favor del candidato de la izquierda concurren factores decisivos. Es cierto que ha ganado y la tradición exige que el Congreso ratifique esa elección. Por otro lado el ala progresista de la democracia cristiana quiere evitar la imagen de una alianza descarada con la derecha. El discurso de ALLENDE reconociendo su triunfo, es prudente.

Pese a todo, los militares intentan desestabilizar la situación en Chile. Un grupo de extrema derecha quiere secuestrar en Octubre a René Schneider Chereau, jefe del ejército, pero la resistencia de éste a ser sacado de su coche acaba con su vida. El caso Schneider deja muy claro para todos los actores en juego que la batalla será a muerte. Años más tarde, en 2001, la viuda y los hijos de René, presentarán ante el tribunal federal de Washington una demanda contra el ex secretario de Estado Henry Kissinger, el ex director de la CIA Richard Helms y otros funcionarios estadounidenses por organizar el plan para secuestra al militar chileno que terminó con su muerte. La demanda podrá interponerse en 2001 -según uno de los hijos- porque será entonces cuando se desclasifiquen los documentos oficiales de la Administración estadounidense, ya que antes sólo se podía hablar de sospechas