Uno de los primeros escollos con que se enfrenta ORDOÑO I, rey de Asturias, tras acceder al trono, es una rebelión de los vascones que consigue dominar en forma un tanto pintoresca. El ejército que se dirige a someter a los vascos se encuentra con una de las habituales incursiones musulmanas por tierras de Álava y sale vencedor. La derrota de las tropas sarracenas impulsa a los vascones a someterse sin plantear batalla.

Sancho MITARRA fallece en 864. La Vasconia es de nuevo independiente del poder franco, y se ha convertido para el imperio en una muralla contra los reinos árabes de la península ibérica. El Duque ARNAUD, sobrino de Sancho Mitarra, toma entonces el poder (864-871), porque el hijo de Sancho Mitarra es todavía demasiado joven. La Vasconia del norte conoce un estado cercano a la anarquía, sobre todo, bajo el ataque de las invasiones normandas que han recomenzado. La mayoría de los obispados y los monasterios están desiertos, los habitantes de las ciudades y los pueblos huyen al campo. Los jefes locales aseguran bien que mal una apariencia de orden y protección. El sistema feudal, con sus señores y sus castillos fortificados, está instaurándose.

En lucha constante con francos y árabes, el Reino de Pamplona (Iruñea) va extendiéndose hacia los antiguos dominios de los vascones. Al avanzar la reconquista hacia las tierras llanas del sur, el Reino de Pamplona (Iruñea), pasa a llamarse Nafarroa, la tierra llana. El mestizaje de vascos y mozárabes en la ribera del Ebro y en el romanzado (mitad este de Navarra), dará lugar al surgimiento de una nueva lengua latina, la lengua navarro-aragonesa. Si bien el 80% de la población navarra es vascoparlante, el euskara nunca se utiliza para redactar documentos en la corte navarra. Siguiendo los usos de la época, los escritos oficiales se realizan en latín o en lengua latina autóctona, y por lo tanto se realizan mayoritariamente en navarro-aragonés.

Vizcaya consigue su independencia del Reino de Asturias, en el día de San Andrés del año 870 en la batalla de Padura, en la cual los vizcaínos salen triunfadores. Su primer jaun o señor será Jaun Zuria (señor blanco). Las piedras de la zona quedan manchadas con sangre y desde ese día ese lugar ha sido llamado Arrigorriaga (El lugar de las piedras rojas). No está claro si dicha batalla es histórica o legendaria, pero la cruz de San Andrés ha sido usada casi siempre en las banderas vascas.

Habiendo fallecido Mitarra SANCHO, su hijo, GARCÍA SANCHO el Encorvado, le sucederá (886-920). A su desaparición, la Vasconia del norte se ha engrandecido por matrimonio con el condado de Agen y el Rey de Francia, CARLOS el Simple, le ha reconocido como “Conde y Marqués sobre los límites del Océano”.

En el año 892, León, que ha venido a evangelizar a los vascos, es decapitado en Bayona, ocupada entonces por los vikingos.

GARCÍA I muestra su voluntad de extender el reino hacia el sur a costa de las tierras musulmanas. Con ello, se sigue también en Castilla la línea del Duero como frontera con los musulmanes, línea que será la zona de lucha durante los próximos cien años. La tierra de nadie creada como protección por Alfonso I y Fruela I va desapareciendo. Juiciosamente los reyes leoneses no intentan extenderse por el este, que allá estan los vascos defendiendo ferozmente sus tierras. Por el lado de los Pirineos son los francos los que intentan medrar, pero después de lo de Roncesvalles se conforman con establecerse en el extremo mediterráneo de los Pirineos.

En Vasconia del Norte, SANCHO el Encorvado, antes de su muerte, decide dividir sus tierras entre sus tres hijos. El mayor, SANCHO GARCÍA, recibe la mayor parte del principado (toda la parte occidental, de Béarn a la Lomagne), que se convierte en la Vasconia Major (Gran Vasconia). El segundo, GUILLERMO GARCÍA, recibe la parte central, con el Fezensac, entre Eauze y Auch, y por últimoRNAUD GARCÍA, el Astarac, entre Fezensac y Bigorre. Esta división desafortunada conducirá poco a poco a una fragmentación de la Vasconia del Norte, y la filiación principesca rota llevará a un sistema de autoridad importado del modelo franco, es decir, las relaciones de vasallaje, la feudalidad.

Nuevas muestras del euskera que siguen sin apenas llegar a ser testimonio de la lengua, consisten en nombres propios, de personas y de divinidades ante todo, que se hallan en territorio aquitano, a lo largo de los Pirineos hasta el valle de Arán, pero que empiezan a documentarse también, al sur de la cordillera. En los siglos X y XI, la toponimia es lo más rico e importante.

A mediados del siglo X el conde castellano FERNÁN GONZÁLEZ (930-970), quiere no sólo consolidar su poder frente al rey de León sino también conseguir la unidad de toda la frontera oriental. Despojando a los descendientes de VELA JIMÉNEZ, se apodera de Álava, con la conformidad o al menos el consentimiento del rey astur-leonés RAMIRO II y se titula conde de los dos territorios: Castilla y Álava, adquiriendo una independencia de facto con respecto al reino de León. Los vascones siguen independientes en el territorio de Vizcaya y parte de la actual Guipúzcoa.