Un contraataque fallido llevado a cabo el 24 de febrero por el recién creado Grupo del Ejército Vístula, bajo el mando nominal de Heinrich Himmler, permite al Ejército Rojo apoderarse de Pomerania y eliminar toda la resistencia en la orilla derecha del Óder. Mientras tanto en el sur, los continuos intentos alemanes de levantar el sitio de Budapest fallan y finalmente la ciudad cae ante los rusos el 13 de febrero. A pesar de que la derrota es inevitable HITLER sigue ordenando contraataques imposibles, así como la ejecución de tareas irrealizables. Una ofensiva para capturar el Danubio es llevada a cabo el 16 de marzo sin cumplir su objetivo. El 30 de marzo los soviéticos entran en Austria.
UNIÓN REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS (URSS) (12/1922-12/1991)
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La ciudad prusiana de Königsberg se rindió al Segundo Frente Bielorruso al mando del general Konstantín Rokosovski.
El 9 de abril de 1945 la ciudad prusiana de Königsberg se rindió al Segundo Frente Bielorruso al mando del general Konstantín Rokosovski. Inmediatamente después Rokosovski y sus tropas avanzaron al frente del Óder. La orden de Stalin a sus generales había sido la de avanzar velozmente por un amplio frente, sin dejar espacios en la orilla derecha el río Rin que los aliados occidentales pudieran ocupar primero.
La ciudad de Spree sufre el mayor ataque de la guerra a manos de 1.232 bombarderos americanos.
El general americano Dwight D. Eisenhower, jefe del Cuartel General Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas (SHAEF), está obsesionado por llegar a Baviera antes de que los nacionalsocialistas puedan organizar en sus montañas un reducto defensivo que alargue la guerra. Con el visto bueno de su presidente y ante la desesperación de CHURCHILL y del también británico mariscal Montgomery, Eisenhower comunica a sus oficiales y al propio Stalin que sus fuerzas avanzarán hacia el sudeste de Alemania en lugar de seguir hacia la capital. Ello deja el más ansiado trofeo de guerra en manos del dictador soviético. En efecto, serán los mariscales Zhúkov y Kóniev quienes, espoleados por Stalin, se disputarán el honor de su captura. En ella se desarrollará el último acto del drama. El 10 de abril, como si de un preludio se tratara, la ciudad de Spree sufre el mayor ataque de la guerra a manos de ?1.232 bombarderos norteamericanos.
Las tropas soviéticas ocupan Viena .
Las tropas soviéticas ocupan Viena en la fecha y Austria queda sometida a la administración cuatripartita de las potencias vencedoras: la Unión Soviética, los EEUU., Gran Bretaña y (gracias a De Gaulle) Francia. Sin embargo, desde este mismo año, tras la celebración de unas elecciones, empieza a funcionar un régimen republicano controlado por los ocupantes. El país será gobernado entre 1945 y 1966 por una coalición del partido popular (de inspiración católica) y del partido socialista presidida por Karl Renner. Austria ha luchado al lado de Alemania durante toda la segunda guerra mundial, al mando del nazi local Arthur Seyss-Inquart, que más adelante será ahorcado como criminal de guerra.
La ofensiva hacia Berlín resulta más lenta de lo que a STALIN le gustaría.
A pesar de que la producción militar alemana ha caído a niveles desesperantes y las reservas de combustible son más que insuficientes, las tropas alemanas pelean con mayor fiereza que nunca y por diversas razones: el fanatismo nacionalista y anticomunista, la violenta e implacable represión y la humillación que supone una rendición incondicional y los millones de refugiados que serían capturados por los soviéticos son las principales razones que tiene el soldado alemán para oponer resistencia al Ejército Rojo. De esta manera la ofensiva hacia Berlín resulta más lenta de lo que a STALIN le gustaría. Además la negativa de HITLER a abandonar la capital del Reich obliga a los generales alemanes a defenderla a toda costa, ya que han hecho un juramento de lealtad al Führer, el cual también ha ordenado no evacuar la ciudad.
El general Zhukov, al mando del Primer Frente Bielorruso, se acerca a Berlín.
En la fecha, el general Zhúkov, al mando del Primer Frente Bielorruso, encuentra una fuerte resistencia alemana en los Altos de Seelow, que retrasa su avance sobre Berlín. Stalin por su parte, hace creer a Eisenhower que la ofensiva sobre Berlín es una distracción para una real ofensiva sobre Dresde, pero al mismo tiempo urge a los generales Zhúkov y Kónev a capturar la capital del Reich lo más pronto posible para capturar todo lo posible de tecnología nazi en la capital. Durante un tiempo los estadounidenses planean enviar paracaidistas sobre Berlín para capturarla, pero Eisenhower no tiene deseos de capturar la ciudad antes que los soviéticos y sabiendo que las bajas serán elevadas abandona el plan.
Con el Rin ya cruzado, la derrota final de Alemania está a la vista.
Con el Rin ya cruzado y aseguradas por completo las cabezas de puente, los aliados tienen la situación en su mano y los grupos de ejércitos 12 y 21 se disponen para la siguiente fase de su ofensiva. En el norte, el 21.° Grupo de Ejércitos tiene mucho éxito al avanzar al interior de Holanda y hacia la costa báltica. El 18 de abril de 1945 estaba en los suburbios de Bremen y acercándose a Hamburgo. Al sur, el 12.° Grupo de Ejércitos avanza con parecida velocidad, cerrando la bolsa del Ruhr en las primeras dos semanas de abril. En esta situación, el problema más importante para los americanos es la cantidad de alemanes que se rinden, lo que causa dificultades administrativas para hacerse cargo de los prisioneros. El avance del 9.° Ejército hacia el Elba también va bien. El 4 de abril cruza el Weser; cuatro días más tarde había salvado el Leine, tres días después llega al Elba por el sur de Magdeburgo. Sólo encontraron alguna resistencia seria el 7.° Ejército de EE.UU. y el Iº Ejército francés, alrededor de Würzburg y Karlsruhe, respectivamente; pero ni siquiera esto es suficiente para retrasar gravemente el avance. El 18 de abril de 1945, la derrota final de Alemania está a la vista.
Los soviéticos finalmente alcanzan al último cinturón defensivo que Heinrici había levantado, decidiendo el resultado de la batalla.
A las dos de la mañana del 16 de abril 22.000 cañones soviéticos de largo alcance abrieron fuego a lo largo de todo el frente, concentrándose la mayor intensidad frente a la localidad de Seelow, barriendo cada palmo de terreno en la planicie entre la localidad y el Óder. Mientras tanto en el sur, el Primer Frente Ucraniano de Kónev iba avanzando de acuerdo al plan, empujando hacia atrás al IV Ejército Panzer del Grupo de Ejército Centro al mando del general Ferdinand Schörner, dicha acción estaba afectando peligrosamente tanto a Heinrici como a Schörner, ya que sus Grupos de Ejército se arriesgaban a ser envueltos. Stalin, molesto por los contratiempos en Seelow, dio permiso a Kónev para liberar Berlín, presionando a Zhúkov, que envió sus reservas a combatir frente a Seelow, logrando avanzar solamente seis kilómetros. Sin embargo Zhúkov siguió presionando, sufriendo enormes pérdidas, pero ocasionando también severas bajas entre los defensores alemanes. En la noche del 18 de abril los soviéticos finalmente alcanzaron al último cinturón defensivo que Heinrici había levantado, decidiendo el resultado de la batalla.
Berlín se halla ya bajo el alcance de los cañones soviéticos.
En la fecha, el general soviético Zkúkov toma Strausberg, a sólo 35 km de la capital alemana. Aunque los alemanes ya conocen el sonido de las explosiones de los bombardeos aéreos, sin embargo, los que se oyen en su periferia este 19 de abril de 1945 suenan de distinta forma. Los más entendidos, aquellos que, ahora inválidos o heridos, han estado en el frente de batalla, dan pronto con la respuesta: el nuevo sonido se debe a los obuses de la artillería de campaña, y no a las bombas de la aviación. Eso significa, en contra de lo que señalan los medios oficiales, que Berlín se halla ya bajo el alcance de los cañones soviéticos. Una y otra vez, más que asombrados estupefactos, sus habitantes se preguntan: ¿cómo ha sido esto posible?
Desde el comienzo de su ofensiva general en 1/1945, el avance del Ejército Rojo ha sido espectacular.
Desde el comienzo de su ofensiva general de invierno en enero de 1945, el avance del Ejército Rojo ha sido espectacular. A pesar de la enérgica defensa y de los ocasionales contraataques germanos, las tropas soviéticas han recorrido en poco más de tres semanas el amplio espacio que separa el río Vístula del Oder, último gran curso fluvial en su camino a Berlín, a un ritmo que supera los 30 km diarios. Es más, en su orilla occidental han logrado establecer dos importantes cabezas de puente: una al sur de Frankfurt del Oder y otra al norte de Küstrin, población a sólo 65 km de la capital. Las batallas defensivas no tienen cabida en la mente de Hitler, que hace oídos sordos a los informes sobre el inminente paso del Oder por los soviéticos. Se aferra a cualquier vana esperanza, moviendo una y otra vez los ejércitos germanos en busca de la oportunidad de recuperar la iniciativa definitivamente pérdida. Nadie, o casi nadie, se atreve a llevarle la contraria.

