CORONA DE ARAGÓN (1162-1716)

Total de piezas: 636

Bandera de la Corona de AragónLa Corona de Aragón englobaba al conjunto de territorios que estuvieron sometidos a la jurisdicción del rey de Aragón, de 1162 a 1716

Nace JAIME, el futuro JAIME II, el Justo, segundo hijo de PEDRO III el Grande.


Nace JAIME, el futuro JAIME II, el Justo, segundo hijo de PEDRO III el Grande, rey de Aragón y conde Barcelona, y CONSTANZA II de Sicilia

PEDRO el Grande se convierte en la cabeza de todos los gibelinos italianos.


Los expatriados de la corriente gibelina se mueven, mientras tanto, por las diversas cortes europeas buscando aliados. Su objetivo es restaurar algún miembro de la familia Hohenstaufen en Sicilia. En este sentido intentan conseguir el soporte de Federico de Turingia. Éste, sin embargo, no puede ayudarlos. Entonces, depositan todas sus esperanzas en Catalunya y el Imperio Bizantino. Dos potencias mediterráneas que desconfían del imperialismo angevino y papal. De hecho, la rivalidad entre angevinos y catalanes renace en el centro del Mediterráneo, después del primer éxito de los franceses en Provenza. Pero ahora, la situación ha cambiado. Cuando JAIME I renuncia a Provenza, Catalunya estaba aislada y rodeada de enemigos y rivales (el papado, Francia, Navarra y Castilla). Ahora, en cambio, este asedio anticatalán subsiste, pero está contrapesado por una posible alianza de los catalanes con los sicilianos, los bizantinos y los alemanes. Además, ante la inhibición de Federico de Turingia, PEDRO el Grande se convierte en la cabeza de todos los gibelinos italianos.

Origen del enclave del Rincón de Ademuz que pasa a formar parte definitivamente del nuevo Reino de Valencia.


La donación, por parte de JAIME I, del lugar de Arcos de las Salinas al Consejo de Teruel, el 17 de junio de 1.269, puede considerarse el origen del enclave del Rincón de Ademuz que pasa a formar parte definitivamente del nuevo Reino de Valencia.

Interés especial de los señores para reafirmar la adscripción de los payeses de remensa a la tierra.


Durante el siglo XIII, los señores demuestran un interés especial para reafirmar la adscripción de los payeses de remensa a la tierra. Este interés responde a dos factores fundamentales: En primer lugar, la expansión de la Corona e Aragón por las Islas Baleares y el País Valenciano ha generado una serie de corrientes migratorias hacia los nuevos territorios, donde se entregan cartas de población que ofrecen mejores condiciones jurídicas, económicas y sociales. La emigración de los payeses alarma a los señores, que ven peligrar la percepción de sus rentas. En segundo lugar, el creciente dinamismo de las ciudades catalanas estimula la emigración de payeses hacia los centros urbanos, buscando mejores condiciones de vida y nuevas oportunidades. En este sentido, se puede pensar en la consolidación de Barcelona como uno de los principales centros artesanales, comerciales, marítimos y financieros de Europa durante el siglo XIII.

Conciencia de que Catalunya es tan sólo una parte de España y no una nación independiente.


La conciencia de que Catalunya es tan sólo una parte de España y no una nación independiente la encontramos en Ramón Berenguer IV y, también, en los reyes que ejercerán sobre ella su soberanía. Citemos algunos ejemplos. Cuando, en 1271, JAIME I sale del Concilio de Lyon, tras haber ofrecido la cooperación de sus hombres y de su flota para emprender una cruzada, exclama: «Barones, ya podemos marcharnos; hoy a lo menos hemos dejado bien puesto el honor de España». De la misma manera, cuando socorre a Alfonso X de Castilla en la lucha contra los moros de Murcia, JAIME I sostiene que lo hace «para salvar a España». De manera semejante, el rey PEDRO III afirmará que ha «salvado el honor de España» al acudir a Burdeos para batirse con Carlos de Anjou, manteniendo su palabra.

Tratado de Valencia, firmado entre JAIME I y el sultán Al-Mustansir del norte de África.


A partir de 1230, aproximadamente, había empezado a ser importante la presencia catalana en el norte de África, presencia que primero es bélica pero que, a partir de 1250, es esencialmente mercantil y política y que queda institucionalizada a partir del Tratado de Valencia, firmado, en la fecha, entre JAIME I y el sultán Al-Mustansir.

Estalla la actitud rebelde de la nobleza aragonesa y catalana. La rebelión es sofocada.


La actitud rebelde de la nobleza aragonesa y catalana estalla una vez más en 1272. FERNANDO SÁNCHEZ, a su regreso de Tierra Santa, se pone a las órdenes de CARLOS de Anjou, lo que provoca la lógica ira del heredero, PEDRO, que se dispone a combatirle. Cuando JAIME I, para evitar males mayores, quita la autoridad a su hijo PEDRO, se produce una explosión de la nobleza. PEDRO se coloca al lado de su padre y ambos derrotan a FERNANDO SÁNCHEZ, que es ahogado en el río Cinca por orden del infante. Con ello, la rebelión se apaga.

En 1272 ya puede considerarse que el Condado de Barcelona representa a toda Catalunya.


JAIME I logra que los tres condados de la antigua Marca Hispánica que aún permanecían separados del Condado de Barcelona, el de Empúries, el de Urgell y el de Pallars Subirá, se le declaren vasallos. Ahora ya puede considerarse que el Condado de Barcelona representa a toda Catalunya; que dicho Condado es sinónimo de Catalunya. En el «Libre dels feyts» aparece con cierta frecuencia el nombre de Catalunya. A partir de JAIME I se puede, pues, hablar de Catalunya, no antes. (Es impropio hablar de Catalunya a partir de Vifredo el Velloso, como lo hacen algunos historiadores nacionalistas). Sin embargo, JAIME I no usará jamás ningún título relacionado con Catalunya.