El año 1946 marca un hito importante en el desarrollo de la cultura catalana. La actitud de la dictadura hasta este momento de represión indiscriminada se modificará lentamente y hará posibles algunas pequeñas, pero útiles, rendijas. Este inicio de permisividad se hace notorio en varios ámbitos de la actividad cultural, como la edición de libros, las representaciones teatrales y los premios literarios. La dictadura está debilitada por el boicot diplomático internacional y busca gestos de liberalización. Y a la vez los promotores culturales juzgan con optimismo el futuro. La combinación de los dos elementos hace posible esta reanudación, que se consolida el 1947 gracias al contenido cívico y catalanista de las fiestas de entronización de la Virgen María de Montserrat.

Ante la imposibilidad de pagar las deudas internacionales en divisas, en 1946 la Canadiense consigue un acuerdo con bancos españoles y extranjeros para poder pagar las deudas en pesetas. Los acreedores aceptan la propuesta como mal menor, porque casi hace diez años que no cobran. Pero entonces el Gobierno español también prohibe esta operación; Pero la sombra de March era alargada. Cuando los mercados financieros comprueban el boicot de Franco a la compañía, el precio de las acciones y las obligaciones se desploma y el empresario mallorquín aprovecha la situación para comprar en la bolsa de Londres tantas obligaciones de la compañía como puede, directamente o a través de testaferros, demostrando que la prohibición española de hacer pagos al extranjero no iba con él.

Joan March presiona a la Canadiense por todas partes. Incluso cuenta con una clase de topo dentro de la empresa, Joaquim Maluquer, el secretario general, que en las memorias explica como pasa la información confidencial a March a través de diferentes contactos. Maluquer, como Montañés, piensa que la mejor salida para la Canadiense en estos momentos es la opción March, que permite por primera vez en muchos años una relación fluida de la compañía con el Gobierno español.

En los años 1946 y 1947 la actividad de los maquis es notable en toda Catalunya y se combina con acciones de partidas del PSUC y de la CNT. No obstante, en 1948, el PSUC decidirá retirarse de los maquis y dejará la actividad guerrillera en manos de los anarquistas, que abandonarán, cada vez más, las zonas de montaña y adoptarán una lucha más urbana consistente en sabotajes a fábricas, redes eléctricas, instalaciones ferroviarias y atracos a entidades bancarias. La represión será particularmente sangrienta y siempre estará acompañada de la censura informativa.

La situación de los obreros durante la posguerra era muy dura. Los que trabajaban percibían salarios que eran claramente insuficientes por garantizar la subsistencia de las familias. Además, a muchas empresas había restricciones eléctricas que impedían trabajar toda la jornada y que se traducían en salarios todavía menores. Muchas empresas se vieron obligadas a pagar pluses por garantizar que su personal acudiera al trabajo en unas mínimas condiciones físicas, sin problemas de desnutrición. A causa de estos problemas, muchos sufrían enfermedades que se pueden asociar claramente a la miseria. Especialmente entre los años 1945 y 1947, la respuesta obrera a esta situación fue hacer huelgas más o menos espontáneas que reclamaban mejorar estas condiciones. De hecho, las principales huelgas de los años cuarenta fueron las del sector textil. Destaca por encima de todas la de Manresa, el enero de 1946, que empezó en la fábrica Bertran y Serra y se extendió a toda la ciudad y, después, a otras localidades. También se ha de mencionar la de Mataró, el marzo del mismo año.

Finalizada ya la Segunda Guerra Mundial, en la fecha, D.JUAN, el padre de JUAN CARLOS, decidido a estar lo más cerca posible de España, se traslada con su familia a Portugal, fijando su residencia en Estoril, cerca de Lisboa, en un chalet que, en recuerdo de la Sevilla en que Dª MARÍA, su esposa, pasó sus años mozos, bautizan «La Giralda». Enseguida empezó a haber rumores de un posible acuerdo con Franco y 458 miembros de la élite española, entre ellos dos ex ministros, firmaron una carta de apoyo al pretendiente. Esto enfureció a FRANCO, quien pidió a su hermano Nicolás -embajador en Lisboa- que comunicara al pretendiente el 15 de febrero que habían roto relaciones. Pasarán meses hasta que Carrero Blanco suplique a FRANCO que haga uso del apoyo al Gobierno que se ha ido fraguando entre 1946 y 1947 -en parte, real- para establecer una sucesión monárquica factible en sus propios términos. De este modo les quitará la iniciativa a los políticos monárquicos y se legitimarán los poderes de FRANCO, al convertir el sistema en una monarquía nominal.

El 9 de febrero de 1946, la ONU condena el régimen de FRANCO y manifiesta que no podrá formar parte de dicha organización internacional por su régimen no democrático, recomendando la retirada de los embajadores acreditados en Madrid: «El actual gobierno español, el cual habiendo sido fundado con el apoyo de las potencias del Eje, no posee, en vistas de sus orígenes, su naturaleza, su historial y su íntima asociación con los Estados agresores, las condiciones que justifiquen su admisión» (Resolución 32/1). Esta actuación da lugar a una serie de concentraciones estratégicamente convocadas en la plaza de Oriente de Madrid. Inmediatamente se organiza la presión internacional contra el régimen franquista y a mediados de diciembre la Asamblea General de la ONU acuerda la retirada de los jefes de misión en España. Comienza así el aislamiento de la España franquista. El comienzo de la guerra fría, sin embargo, permitrá a FRANCO presentarse como un baluarte contra el comunismo, y las Naciones Unidas anularán, en noviembre de 1950, las resoluciones de condena al régimen.

La construcción de lo que se ha llamado un constitucionalismo cosmético se completa por el momento, mediante la publicación de una nueva ley electoral el 12 de marzo de 1946. No incluye grandes cambios. Se mantiene el principio de las elecciones corporativas indirectas y controladas, pero admití representación en los ayuntamientos y una participación sindical más activa. Ninguna de estas reformas supone un cambio fundamental en el Régimen, pero sí significa la creación de una fachada de nuevas leyes y garantías de las que se puede echar mano en términos de representación política y derechos civiles, aunque la realidad sea otra muy diferente.

Los refugiados nazis que se encuentran en España presionados por la policia para que abandonen el país, no saben adonde ir. Pero el cielo se les abre cuando, en la fecha, en la lejana Argentina, el general PERÓN gana abrumadoramente las elecciones democráticas. PERÓN en el mes de febrero, aún antes de asumir la presidencia, nombra a Rodolfo Freude secretario personal y Jefe de la División de Informaciones de la Presidencia de la Nación (DIPD), su servicio personal de espionaje. El nuevo funcionario es hijo del alemán Ludwig Freude, uno de los hombres más ricos del continente, canalizador de las enormes contribuciones alemanas a la campaña electoral de PERÓN y, tras las forzada ruptura de relaciones diplomáticas con Alemania en 1944, «embajador» informal del régimen hitleriano en Buenos Aires.

Creación en España del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivas Benéficas.