Henri Grouès que así se llama el sacerdote conocido como abbé Pierre, nace en 1912, en Lyon, en una rica mansión burguesa de la rue Sala. Henri Grouès es hijo de una familia de fabricantes de seda desde hace tres generaciones; una familia profundamente católica, que los domingos tiene por costumbre ir a llevar un poco de dinero a las familias pobres, al tiempo que les cortan el pelo o les hacen la barba.

En la fecha, Franz Reichelt, un sastre danés, se tira desde la Torre Eiffel con la utópica ilusión de conseguir volar con un traje que ha diseñado. El hombre pájaro salta a pesar de que todo el mundo le ha advertido que su gran deseo no basta para romper las leyes de la física. Una prueba anterior con un muñeco ha resultado un fracaso y, de hecho, la policía le niega en un principio permiso para su intento suicida. Por desgracia, el empeño de Reichelt y su candidez convencen a las autoridades que, eso sí, le hacen firmar al émulo de Ícaro un documento en que les exime de la responsabilidad de su muerte. En la pelicula que se firmó del salto se ve como los espectadores, seguros del final del salto del ángel del sastre, ven la caída, caminan con resignación hacia el lugar en el que se estrella el aprendiz demurciélago y miden el agujero que el pobre hombre deja en el suelo. La insensata muerte del sastre se convierte en todo una metáfora de la inutilidad de las buenas intenciones cuando no van acompañadas de un buen análisis de la situación.

España es una potencia europea que en este marco geográfico desempeña un papel de segundo rango. Carece de la potencia económica y militar suficiente como para presentarse como un aliado deseable a cualquiera de las grandes potencias europeas. La vinculación mediterránea de nuestro país y sus intereses en Marruecos ponen en contacto a la política exterior española con las de Inglaterra y Francia; por eso, las relaciones con estos dos países son más frecuentes y estrechas. Pero como se demuestra en el tema de Marruecos, sus intereses no siempre coinciden con los españoles. La diplomacia franco-británica centra su objetivo ante el conflicto en evitar que España entre en el área de influencia alemana. Por su parte, Alemania utiliza el acercamiento a España para atemorizar o dividir a sus adversarios.

Después de ser rechazado por varias editoriales, Bernard Grasset se muestra dispuesto a publicar el manuscrito del escritor francés Marcel Proust, aunque la financiación debe correr a cuenta del autor. Así en 1913 y bajo el título «Por el camino de Swann», aparece en París la primera entrega de la novela «En busca del tiempo perdido». La séptima y última parte de esta obra, que será considerada una de las creaciones literarias más importantes del siglo, se publicará en 1927, a los cinco años de la muerte de Proust (18/11/1922).

Poincaré alcanza la presidencia de la República francesa. En la actualidad, Francia tiene una agricultura y una industria prósperas, pero asentadas sobre frágiles bases (inestabilidad social, excesivo proteccionismo) y una marcada crisis demográfica.

En estos años, la gente se baña muy de tarde en tarde. En efecto, en 1913 cuando el presidente de la República Francesa Armand Fallières, es sustituido por el presidente Poincaré, la señora de Falliéres hizo los honores del palacio del Eliseo y, al llegar al cuarto de baño, le dijo a la señora Poincaré: «Aquí está la bañera. Afortunadamente, en siete años hemos estado sanos y no la hemos necesitado ni una sola vez».

En estos momentos, el dominio colonial francés está compuesto por unos 50 millones de habitantes que viven en unos 10 millones de km2 de extensión. El imperio colonial francés tiene como especial competidor al británico y no faltan los roces. Sin embargo, ambas potencias se hallan condenadas a convertirse en aliadas para evitar la expansión de Alemania, la potencía unificada gracias a la derrota de Francia en 1870-71.

Las medidas que toma Austria-Hungría contra Serbia, afectan también a la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia), por lo que el Gobierno alemán -que apoya totalmente a Austria- hace llegar una advertencia a Rusia, Francia y Gran Bretaña contra «cualquier interferencia en la cuestión austro-servia». Francia, por su parte, da a Rusia la seguridad de un apoyo a fondo.

Sir Edward Grey, ministro de Estado de Inglaterra, propone -ante la actitud de Austria- una reunión de Inglaterra, Alemania, Francia e Italia. El káiser rechaza la propuesta y la califica de «muestra de orgullo británico».

Alemania que después del asesinato de Francisco Fernando ha dado seguridad a Austria en el sentido de ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envía -en la fecha- un ultimatum a este país y otro a Francia, advirtiendo que su movilización provocará inevitablemente la guerra.