Durante los años veinte, Líbano vive su propia Belle Époque, una etapa de prosperidad simbolizada por la extensión de la electricidad y la multiplicación del número de automóviles. En la fecha, se promulga una Constitución a imitación de la de Francia, que se corregirá en diversas ocasiones y que sigue vigente hoy (2005)

Raymond Poincaré es nombrado primer ministro de Francia.

Gertrude Caroline Ederle es la primera mujer que cruza a nado el canal de la Mancha el 6 de agosto de 1926. Realiza la proeza en catorce horas y media, con ventaja de dos horas sobre todos los que la han precedido.

Gran Bretaña que controla la navegación en el Mediterráneo cuya puerta es el estrecho de Gibraltar, domina, en 1927, desde el peñón la costa norte y no quiere que Francia se asiente directamente en la meridional.

Se juzga en París a los responsables del complot de Prats de Molló de 1926. Francesc MACIÀ es condenado a dos meses de prisión. El juicio se convierte en un proceso internacional contra la dictadura y la monarquía española. Posteriormente serán expulsados de Francia.

El proceso por los hechos de Prats de Motlló, en París, resulta un gran acto de difusión internacional de la causa catalana. Expulsado de Francia, MACIÀ vive unos meses en Bruselas, y en noviembre de 1927 empieza un viaje para conocer los grupos catalanistas en América, de dónde ha recibido apoyo financiero. Visita Uruguay, Argentina , Chile y Cuba.

Cuando la década toca a su fin, prospera la causa de la paz. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Aristide Briand, propone que Francia y los Estados Unidos firmen un pacto de no agresión. Tiene la esperanza de sacar a los Estados Unidos de su aislamiento y unirlo mediante alguna forma de asociación con Francia, que luego sea susceptible de ser dirigida contra un posible resurgimiento de Alemania. Su colega norteamericano, el secretario de Estado Frank Billings Kellogg, no quiere ligar a los Estados Unidos específicamente con Francia, y desarrolla la idea en el sentido de un pacto multilateral de no agresión; un pacto al que puedan adherirse todas las naciones que se muestren de acuerdo en renunciar al uso de la guerra. El resultado es el pacto de París, más popularmente conocido como el pacto Kellogg-Briand, firmado el 27 de agosto de 1928 por 23 países. Todos están conformes en poner la guerra fuera de la ley, y a muchos idealistas les parece que puede dar comienzo un período indefinido de paz universal. Kellogg recibirá el premio Nobel de la paz en 1929, y luego se convertirá en juez del Tribunal Internacional.

Dimite el Gobierno francés de Raymond Poincaré

Francia planea una compleja línea defensiva que servirá para repeler una posible invasión alemana con el mínimo esfuerzo. Bajo la dirección de André-Louis-René Magint, ministro de la Guerra de 1922 a 1924, y que vuelve a ocupar ese puesto en 1929, la «línea Maginot» empieza a ser construida ese último año. Al final, cubre toda la frontera oriental francesa con Alemania, desde Suiza hasta Bélgica. Todo el mundo la considerará inexpugnable. Sin embargo, la frontera con Bélgica no fue objeto de defensa similar. En parte por ahorrar, y en parte, quizá, por la convicción de que Alemania no se atrevería de nuevo a atraerse la hostilidad mundial invadiendo Francia a través de Bélgica.

Dimite el primer ministro francés, Raymond Poincaré, por motivos de salud y le sustituye Aristides Briand.