IMPERIO OTOMANO (1299-1922)

Total de piezas: 299

Un gran ejército de CARLOS (V) consiguye sin apenas batalla que los turcos se retiren a Constantinopla.


Con la ayuda de los príncipes alemanes protestantes y de buena parte de la nobleza castellana, CARLOS (V) acude en 1532, con un ejército de más de cien mil hombres, en ayuda de su hermano FERNANDO de Habsburgo para defender Viena del ataque de SOLIMÁN, pero FRANCISCO I de Francia, quien teme que el emperador derrote a los turcos y así se centre en la guerra contra él, aconseja al sultán que no ataque al ejército imperial y éste acaba retirandose sin ofrecer apenas batalla. SOLIMÄN, por su parte, se retira a Constantinopla. Dominada, de esta manera, la invasión de los turcos que había amenazado con invadir la cristiandad, el emperador se decide regresar a España.

El corsario BARBARROJA toma Túnez. CARLOS I organizará dos operaciones de diferente fortuna.


En 1533 el corsario HAYREDDIN BARBARROJA toma Túnez y, ante esta situación, CARLOS organizará dos operaciones de diferente fortuna. La primera es la conocida como la Jornada de Túnez, en 1535, por la que se le arrebata Túnez a BARBARROJA y la segunda, la Jornada de Argel, en 1541, que fracasa debido al mal tiempo.

El corsario BARABARROJA, con la ayuda del sultán SOLIMÁN «el Magnífico», se apodera de Túnez.


BARABARROJA, famoso corsario, con la ayuda del sultán de Estambul, SOLIMÁN «el Magnífico», se apodera de Túnez -cuyo «bey» era vasallo de CARLOS I- amenazando el litoral de Italia y España, si bien no se atreve a presentarse ante Barcelona, sabiendo que está convenientemente prevenida.

En el Mediterráneo, el gran almirante de la flota, HAYREDDIN BARBARROJA, domina la costa africana.


En el Mediterráneo, el gran almirante de la flota, HAYREDDIN BARBARROJA, marinero hábil y cruel, domina la costa africana, multiplica las incursiones contra los convoyes italianos y españoles, ataca por sorpresa las ciudades italianas, que son devastadas e incendiadas por sus hombres, a la vez que en ellas se apoderan de millares de prisioneros que van a alimentar los mercados de esclavos y los harenes de Africa y de Turquía. CARLOS (V) de Alemania dispone -en la fecha- de dos fuerzas navales experimentadas en la lucha contra los turcos: la del gran navegante genovés Andrea Doria, que acaba de apoderarse de las fortalezas turcas en Grecia y en las islas Jónicas, y la de la Orden de los Caballeros de Malta, que, expulsados de la isla de Rodas por los turcos en 1522, se han establecido en Malta, último baluarte de la cristiandad contra los turcos.

La alianza entre Francia y el Imperio Otomano, aumenta los motivos de inquietud del emperador CARLOS V.


La expedición a Túnez ha cobrado el aspecto de una auténtica cruzada por lo que FRANCISCO I no puede prestar un apoyo directo a su aliado turco. Pero, apenas tomada Túnez por CARLOS (V), se apresura a firmar con SOLIMÁN el Magnífico unas «capitulaciones» que conceden a los franceses el derecho a comerciar en Turquía. Este tratado, que refuerza la alianza de los dos países, aumenta los motivos de inquietud del emperador.

Hayreddin BARBARROJA ataca con éxito Mahón y otras expediciones que se envían contra él son inútiles.


Hayreddin BARBARROJA, aliado del sultán Solimán, ataca con éxito Mahón y otras expediciones que se envían contra él son inútiles quedando el turco como señor del mar.

En Hungría, SOLIMÁN inflige una dura derrota a FERNANDO, hermano del emperador, en la batalla de Eszek.


El emperador CARLOS del SIRG, con sus posesiones repartidas por toda Europa occidental, gobierna a veintiséis millones de personas; SOLIMÁN, a veintisiete millones. Son dos antagonistas dignos el uno del otro. A CARLOS V le consta que no puede enfrentarse a SOLIMÁN teniendo a sus espaldas un mortal enemigo como Francia (e igualmente a SOLIMÁN le consta que a sus espaldas tiene un mortal enemigo como Persia). En el Mediterráneo, BARBARROJA, a quien FRANCISCO I ha franqueado los puertos, reanuda sus saqueos y ataca a Nápoles, y reconquista Bizerta. En Hungría, SOLIMÁN inflige una dura derrota a FERNANDO, hermano del emperador, en la batalla de Eszek. CARLOS (V) ya no dispone de medios para responder a aquellos ataques conjuntos, y decide reunirse -en la fecha- con FRANCISCO I en Aigues-Mortes. En este coloquio, el rey de Francia promete no reanudar su alianza con los turcos. El emperador le entrega, a cambio, Saboya y los dos tercios del Piamonte, dejando sin resolver la cuestión de Milán.