En el curso de 1996, se constataron progresos en la aplicación de lo acordado en Lusaka. En mayo se aprueba una ley de amnistía y efectivos militares de la UNITA comienzan a integrarse a las Fuerzas Armadas de Angola. Al mismo tiempo, la organización de Savimbi acuartela gran parte de sus tropas (tal como se preveía en los acuerdos) y empieza a entregar algunas de sus armas.
ANGOLA
Total de piezas: 26
Luego de arduas y prolongadas negociaciones, la UNITA acepta integrarse al Gobierno de Unidad Nacional a todos los niveles.
Luego de arduas y prolongadas negociaciones, la UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola) aceptó integrarse al Gobierno de Unidad Nacional y Reconciliación a nivel ejecutivo, legislativo y militar. Si bien su posición era débil en la capital, las fuerzas de Savimbi todavía controlaban el 70% del territorio. La caída de Mobutu Sese Seko en Zaire, en mayo de 1997, debilitó aun más a la UNITA, que en junio se vio obligada a abandonar zonas de la frontera norte, que comenzaron a ser patrulladas por tropas gubernamentales. Los angolanos querían evitar la filtración en su territorio de tropas de Mobutu -viejo aliado de Savimbi- que huían del gobierno de Laurent Kabila -viejo aliado de dos Santos.
La violencia se reanuda en Angola.
En Angola, las insalvables diferencias entre el presidente Eduardo dos Santos y el líder de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), Jonas Savimbi, convierten en papel mojado los acuerdos de Lusaka de 1994, cuyo cumplimiento es supervisado por unos 7.000 cascos azules desplegados por la ONU y que se han revelado totalmente ineficaces. La violencia se reanuda a mediados de 1998.
Finaliza la guerra civil iniciada en Angola en 1975 con la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y la opositora Unión para la Independencia Total de Angola.
Finaliza la guerra civil iniciada en Angola en 1975 con la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y la opositora Unión para la Independencia Total de Angola.
El 25 % de la producción petrolífera de Angola va a China a cambio de 1.530 millones de euros en préstamos que se destinarán a la construcción oficial.
El 25 por ciento de la producción petrolífera de Angola va a China a cambio de 1.530 millones de euros en préstamos y ayudas que se destinarán a construir ferrocarriles, escuelas, carreteras, hospitales, puentes y oficinas. Todo ello significará la llegada de empresas y mano de obra chinas pues muchos de estos proyectos tienen como condición que el 70 por ciento del mismo sea subcontratado a empresas chinas. Sin embargo, el 30 por ciento restante también creará demanda de bienes y servicios subsidiarios que beneficiarán a las empresas sudafricanas. Por ejemplo, Barloworld, la compañía matriz de la española Finanzauto, tiene un negocio de maquinaria pesada muy beneficioso en la región. Sin embargo, no está tan claro que beneficie al empleo local puesto que los chinos encuentran más sencillo traer a su propia mano de obra. Los chinos tienen pocas ganas de educar, entrenar y desarrollar a la población africana local. Los sindicatos locales han amenazado con el boicot a los productos chinos y a cualquiera que los comercialice. Los mercados africanos cada vez tienen menos productos locales y más productos chinos. La globalización ha llegado incluso a los mercadillos y ahora ya se pueden comprar los mismos productos chinos de baja calidad en Lagos al igual que en Moscú o en París. Lo que sí está claro es que China ha abandonado sus estrategias ideológicas en favor de la búsqueda de negocios más beneficiosos.
A partir de la fecha, Angola está en el medio de una epidemia del virus Marburg.
Angola, como muchas naciones subsaharianas, está sujeta a epidemias periódicas de enfermedades infecciosas. A partir de la fecha, Angola está en el medio de una epidemia del virus Marburg, el cual se está convirtiendo en la peor epidemia de fiebre hemorrágica registrada en la historia, con más de 237 muertes registradas de los 261 casos reportados, y se ha esparcido a 7 de las 18 provincias.