Después de cruzar el Rin, los Cimbrios, los Teutones y los ambrones descienden hacia la Narbonense infligiendo varias derrotas a los romanos que están a las órdenes del general romano Q. Servilio Cepi, en la fecha, cerca de la aldea céltica llamada Arausio y dejando cien mil romanos sobre el campo después de la batalla.

Tras la victoria de JULIO CÉSAR sobre ARIOVISTO, rey de los suevos, en el 58 aC, los germanos son obligados a replegarse al otro lado del Rin y el gran río centroeuropeo se convierte en la frontera definitiva de los dominios de Roma por el norte. Por otra parte, la comarca de Alsacia, donde estaban instalados los suevos, entra, por consiguiente en la esfera de influencia de Roma.

JULIO CÉSAR en los próximos años seguiraá su conquista de la Galia tras feroces combates con los bárbaros que lo habitan. El centro administrativo principal estará en Lugdunum (actual Lyon). Los “Comentarios sobre la guerra de las Galias” de Julio César (I y II) suponen el pincipio de la historia escrita en esta región. «De todos los pueblos de la Galia, los Belgas son los más bravos». Así decía el general romano acerca de estas tribus que tantos problemas causaron a sus legiones. Julio César justificaba de este modo los años que tuvo que emplear para derrotar a estos guerreros.

Los helvecios, tribu celta situada inmediatamente al norte de los Alpes, solicitan autorización para atravesar la Transalpina, en el marco de una de esas migraciones frecuentes entre los pueblos bárbaros. CÉSAR se niega. Los helvecios se introducen entonces hacia el interior de la Galia céltica, desoyendo la negativa y provocando la inquietud de los eduos. CÉSAR, para ayudar a éstos, lleva sus legiones al encuentro de los helvecios, que son vencidos en la batalla de Bibracte, entre el Ródano y el curso alto del Sena, logrando al mismo tiempo, liberar la Galia del peligro germano, encarnado por ARIOVISTO, rey de los suevos, llegado para ayudar a los secuanos en conflicto con sus vecinos los eduos. El choque con ARIOVISTO se produce en Alsacia, en la orilla izquierda del Rin.

JULIO CÉSAR da batalla a los vénetos en su propio terreno, teniendo que improvisar una flota con naves construidas en el estuario del Loira. El enfrentamiento, en el golfo de Morbihan, dura desde la mañana a la noche, y con la victoria cesariana se acaba la guerra de los vénetos y de toda la región marítima.

En la Galia, nunca del todo pacificada, los más audaces creen llegado el momento de sacudirse el yugo romano aprovechando la crisis de la República. En la fecha, se inicia la sublevación general de la Galia central. Al frente se impone VERCINGETÓRIX. Las tribus celtas han sido vencidas por JULIO CÉSAR al principio una a una, pero finalmente, cuando se unen, y al mando de VERCINGETÓRIX , el joven rey de los arvernos. CÉSAR, en la fecha, los aplasta en Alesia (Galia central) como culminación de una campaña de varios años. JULIO CÉSAR sin haber perdido ni una sola batalla demuestra que es un general de primera categoría.

En la fecha, son extirpados los últimos residuos de la resistencia gala. La Galia transalpina hasta entonces libre (La actual Francia con Bélgica y la Alemania de la orilla izquierda del Rin) queda por el momento como estado vasallo del Imperio romano, pagando un tributo de diez millones de denarios anuales. Así también, las tribus celtas de los Alpes y Panonia. La presencia romana aportará cuatro siglos de prosperidad a la región. La seguridad de las fronteras frente a los Germanos estará asegurada por las legiones y las primeras vías de comunicación serán creadas por una parte entre Boulogne-sur-Mer y Colonia, y por otra parte entre Reims y Tréveris. Varias fortalezas serán levantadas en la intersección de estos ejes. El latín,empleado por los funcionarios romanos, los mercaderes y los militares, pronto se convertirá en la lengua principal, sustituyendo así a los numerosos dialectos celtas. El cristianismo se impondrá rápidamente en el siglo III luego de la fundación de la diócesis de Tongres.

El año 50 aC, CÉSAR se lo pasa poniendo en orden la administración de la nueva provincia e intentando maniobrar en Roma para que, en el verano del 49 aC, se le acepte la presentación de su candidatura para el consulado del 48 aC. antes de que expire su segundo mandato en las Galias. CÉSAR quiere empalmar un cargo con otro pues sabe que una vez reducido a ciudadano particular será juzgado y condenado sin remisión. A finales de este año, CÉSAR bajará a Rávena.

Los veteranos de la segunda legión de JULIO CÉSAR fundan un asentamiento que llaman Auresio. Con el tiempo pasa a ser Aurenja, derivación de Auresio, que pronunciado y escrito a la francesa viene a ser Orange.

Desde finales de otoño del año 50 aC, CÉSAR se encuentra pasando el invierno en Rávena ya que estando al mando de tropas, no puede cruzar la frontera, que sigue el río Rubicón, sin infringir la ley, así que se ha instalado allí para seguir de cerca los tejemanejes políticos en Roma. El río Rubicón -pequeño río que discurre entre Rávena y Rimini, poblaciones situadas, respectivamente, en las provincias de la Galia Cisalpina y de Italia- marca, en la época, la frontera del Estado con la Galia Cisalpina.