REINO FRANCO CAROLINGIOS (751-911)

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Reino francoREINO FRANCO CAROLINGIOS (751-911) Se refiere al reino franco que dominó la dinastía carolingia del siglo VIII al siglo IX en Europa occidental. Este período de la historia europea deriva de la política de los reyes francos, Pipino el Breve y Carlomagno, que supuso un intento de recuperación en los ámbitos políticos, religioso y cultural de la época medieval.

LUIS el Piadoso intenta conquistar Barcelona pero no lo consigue. Se retira y se venga en Lleida.


La ciudad de Barcelona es plaza fuerte de los sarracenos que la han convertido en base de sus operaciones contra las tierras cristianas del norte. Interesa, pues, dominarla y LUIS el Piadoso cree en el año 800 que le será entregada sin lucha por un pacto de amistad con su gobernador, el cual quiere independizarse del emirato de Córdoba. No es así y el ejército franco, obligado a retirarse porque no está preparado para asaltar las murallas de Barcelona, a su paso por Lleida se venga haciendo una gran destroza.

CARLOS insiste a su hijo LUIS I el Piadoso para que intente de nuevo la conquista de Barcelona.


CARLOS insiste a su hijo LUIS I el Piadoso para que intente de nuevo la conquista de Barcelona. Preparado un buen ejército bajo las órdenes efectivas de Guillermo de Tolosa, inicia, en la fecha, el asedio de la ciudad. El asedio se prolongará hasta la primavera siguiente.

La situación no se normaliza en Roma por lo que CARLOS toma la decisión de presentarse en Roma.


La situación no se normaliza en Roma, donde son muchos los adversarios del papa LEÓN III, por lo que CARLOS toma la decisión de presentarse en Roma, a finales del mes de noviembre del año 800, «para restablecer la paz de la Iglesia, gravemente perturbada». Se reune un sínodo ante el cual LEÓN III sincera su conducta, contra las acusaciones de sus adversarios.

LEÓN III en presencia de una gran asamblea hace un juramento para librarse de diversas acusaciones.


En la fecha, LEÓN se ofrece a hacer un juramento solemne para librarse de las acusaciones, y ésta es la solución sobre la que se llega a un acuerdo. El 23 de diciembre, en presencia de una gran y solemne asamblea, LEÓN hace su juramento, cuyo texto se conservará a los largo de los siglos. El emperador queda satisfecho, y LEÓN queda así reivindicado ante sus enemigos. Desde entonces hasta la muerte de CARLOS, LEON aunque seguro en su puesto sabe cual es su lugar. Actúa más como un agente de CARLOS en Italia que como un obispo independiente, y menos aún como el obispo de Roma.

León III consagra emperador a CARLOS (Carlomagno) quedando de facto restaurado el Imperio romano.


En la fecha, el Papa LEÓN III desempolva astutamente el título de «emperador» que está en desuso hace hace ya tres siglos. CARLOS, asiste, en Roma, a las solemnes celebraciones litúrgicas de la noche de Navidad. Durante la ceremonia, en un gesto que sorprende a todos, LEÓN III toma una preciosa corona, que se halla sobre el altar, y la coloca en la cabeza de CARLOS, consagrándolo emperador (800-814) con la siguiente fórmula: «Vida y victoria a Carlos Augusto, coronado por voluntad de Dios emperador grande y pacífico». El Papa LEÓN se arrodilla ante el emperador realizando así el primer y último acto de homenaje que un papa rendirá ante un emperador occidental, significando el último paso de la alianza del papado con los reyes francos y el abandono definitivo de su alianza con el emperador bizantino. Este acto no fundó un nuevo estado, un nuevo imperio, sino que el papa otorgaba al rey de los francos la posición de defensor de la iglesia, el ser su representante militar. De facto quedaba restaurado el Imperio romano que un siglo y medio más tarde tomará el nombre de Sacro Imperio Romano Germánico y que durará hasta el año 1803.

CARLOS el Joven es coronado, por su padre, rey de los francos (800-811).


CARLOS el Joven, segundo hijo de CARLOS (futuro CARLOMAGNO) es el primero de su segunda esposa, Hildegarda. CARLOS es coronado, por su padre, rey de los francos (800-811) en Roma el mismo día que su padre es coronado Emperador de Occidente por el Papa LEÓN III. (Su hermano mayor, Pipino el Jorobado, ha sido desheredado, y sus hermanos menores, Carlomán, rebautizado como PIPINO, y Luis, conocido como LUDOVICO PÍO, han recibido (781) Italia y Aquitania respectivamente. Por tanto, CARLOS el Joven ejercerá su mandato junto a su padre, el emperador).

El Imperio franco-carolingio se fundamentará en la estructura social establecida en el Imperio romano.


El Imperio franco-carolingio (a partir de CARLOS) se fundamentará en la estructura social establecida a finales del Imperio romano. La lengua oficial de la corte y la Iglesia será el latín, pero los francos de la Galia adoptan un latín vulgar que dará lugar al francés, mientras que los francos y otras tribus germánicas en el este hablan varias lenguas que formarán el alemán. El único vestigio del alemán clásico es el Hildebrandslied, un poema del siglo VIII basado en primitivos cuentos de héroes paganos relativos al duelo trágico entre un padre y su hijo. La palabra deutsch (alemán) aparece por primera vez en el siglo VIII y designa, en un primer momento, tan sólo el idioma que se habla en la parte oriental del Imperio Franco.

CARLOS somete los monasterios de su imperio a la disciplina benedictina.


La obra de Benito, iniciada en el siglo VI, experimentará tres poderosos impulsos a la lo largo de la Alta Edad Media. El primero tiene lugar a principios del siglo IX, cuando el propio emperador CARLOS somete los monasterios de su imperio a la disciplina benedictina. Implanta en ellos su espíritu de austeridad, sencillez y eficacia. El monasterio alcanzará tal importancia que se llegará a hablar de un ordo monachorum, una categoría social diferenciada del ordo clericorum, o personas dedicadas a la vida parroquial.

A medida que los francos conquistan nuevos territorios para la Marca, éstos se dividen en condados


A medida que los francos conquistan nuevos territorios para la Marca, éstos se dividen en condados, al frente de los cuales LUIS I el Piadoso, rey de Aquitania -como responsable de las cuestiones de la Marca Hispánica- pone hombres de confianza o delegados, es decir, condes. Este cargo no es vitalicio ni hereditario. Los primeros condes de la Marca Hispánica no son francos, sino visigodos o galo-romanos; estos personajes suelen proceder de Aquitania, y, más concretamente, del Condado de Tolosa y de la Septimania. Se establecen de esta manera varios núcleos cristianos en diversos valles pirenaicos que obedecen a CARLOS.