GALILEO ha iniciado en 1630 las gestiones para la obtención del imprimatur para su obra “Diálogo sobre los dos sistemas del mundo”. Después de una serie de incidencias, GALILEO consigue imprimirlo en 1632, pero no ha seguido las instrucciones recibidas del Santo Oficio por lo que se trata de incautar la obra aunque ésta ya ha empezado a circular por el gran público. En efecto, el libro lo ha escrito en italiano, a fin de que puedan leerlo los indoctos, y en él, presenta el sistema copernicano de manera tan persuasiva, que los defensores del antiguo sistema en el que la Tierra se halla en el centro, aparecen como unos insensatos. GALILEO será citado a Roma.

GALILEO llega a Roma citado por el Santo Oficio. Entre el 23 de septiembre de 1632 y el 22 de junio de 1633 tiene lugar el juicio que se sigue contra él y en el que GALILEO se verá obligado a retractarse de sus tesis sobre el heliocentrismo. Es juzgado por la publicación de “Diálogo sobre los dos sistemas del mundo” con el “imprimatur” de la autoridad eclesiástica conseguido de manera irregular. Por otra parte, sus enemigos consideran que la edición del libro es una desobediencia a la orden que ha recibido de la Iglesia en 1616. El aspecto más grave de todo este tema es que GALILEO presenta el sistema heliocéntrico como comprobado irrefutablemente, cuando se le ha ordenado que lo presente como una hipótesis y además trata con arrogancia y de manera insultante a quienes discrepan de él.

GALILEO, es perseguido porque su teoría cuestiona la interpretación literal de las Escrituras, pero, sobre todo, porque su método apunta la autonomía del conocimiento científico. Así, pues, como sospechoso de herejía, es obligado a abjurar de sus tesis copernicanas bajo amenaza de tortura (que no llegó a aplicarse). GALILEO lo hace y su declaración le salvará la vida. Pero, claro está, la Tierra se movía en torno al Sol, y ni siquiera el Papa podía cambiar esta realidad. Aunque el Papado ha logrado una victoria a corto plazo sobre GALILEO, esa victoria es pírrica, porque el copernicanismo avanzará hasta lograr su aceptación universal, pese a las condenas de la Iglesia. La fuerza del catolicismo, sin embargo, radica en que la Iglesia aprende de sus equivocaciones. El proceso de Galileo no tarda en demostrarse que ha sido un grave error, y la Iglesia, aun negándose a reconocer su desliz -de momento-, en lo sucesivo se mostrará muy cauta a la hora de oponerse a los hallazgos científicos.

En la fecha, GALILEO es encarcelado en el Palacio Medici. Una semana más tarde es trasladado a Siena donde se aloja en la casa del arzobispo Ascanio Piccolomini, alumno y amigo íntimo de Galileo. Luego estuvo once meses en el convento de S.Mateo de Arcetri con su hija, religiosa, María Celeste. Después volvía a su casa de Florencia donde prosiguió, en el umbral de los setenta años, sus trabajos con un gran brío interior. La frase: “Sin embargo se mueve” es una leyenda. (La Iglesia lo ha reabilitado solemnemente en 1992).

Muere GALILEO GALILEI, a los 78 años de edad, rodeado de la admiración y respeto de sus conciudadanos. Ha sido uno de los grandes científicos de la historia, y contribuyó a que Italia brillara incluso en el degradado y opresivo clima político que ahora sufría. Sus restos fueron sepultados en la Iglesia de la Santa Croce de Florencia. (En la actualidad existe en esta Iglesia un cenotafio dedicado a Galileo)

El Papa JUAN PABLO II habla ante los 78 miembros plenos de la Academia Pontificia de la Ciencia, fundada en el siglo XVII con el nombre de “Linceorum Academia” (Academia de los Linces). Está formada por prestigiosos científicos mundiales, incluidos más de 20 premios Nobel. El Papa rehabilitó definitivamente la figura del científico GALILEO GALILEI, 359 años después de que fuera condenado al silencio y a retractarse por el Santo Oficio (22.6.1633) por sostener la teoría copernicana según la cual la Tierra gira alrededor del Sol y no al revés como sostenían los teólogos de la época. De todas maneras, GALILEO no pudo probar en vida la validez de “su formidable intuición”.