Manila se colapsa. No por una estrella de rock, no por el último grupo de moda o por la visita de un actor de Hollywood. Tampoco por el acontecimiento deportivo de año, sino por por el papa Francisco. El Pontífice, en su visita a Manila, consigue sacar a la calle a más de seis millones de personas para la misa que celebra en el Rizal Park. Fue la Autoridad de Desarrollo de Manila la que informó de que se podía haber llegado incluso a los siete millones. Datos que fueron confirmados también por el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Se trata, por tanto, del evento eclesial con mayor asistencia en la historia de la Iglesia, y de los Papas, superando incluso los cinco millones que logró congregar Juan Pablo II en la misa que celebró en Manila en 1995.