Quinta aparición de la Virgen en Fátima (Portugal) (En plena guerra mundial).

El 13 de octubre de 1917, unas cuarenta mil personas presencian en Fátima el milagro anunciado del sol. Última aparición en Fátima: Esta lloviendo…»Antes de despedirse la señora, cesa la lluvia. El sol apareció como un inmenso globo de plata o nieve, empezó a dar vueltas, esparciendo luces amarillas, rojas, azules y moradas y coloreando de modo hermosísimo las nubes, las rocas y los rostros de la gente (…) El sol volvió a su sitio y miles de peregrinos con sus ropas empapadas por la lluvia vieron sus vestidos instantáneamente secos. Aquel día hubo muchas sanaciones y conversiones». Durante diez minutos el sol danza alrededor de sí mismo produciendo un espéctaculo envidiable.

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El periódico O Seculo de Lisboa escribe sobre el milagro del sol de Fátima: «Ante los admirados ojos de este pueblo, cuya actitud nos traslada a los tiempos bíblicos, y que, presa de espanto, descubierta la cabeza, mira hacia el cielo azul, el sol ha temblado, ha realizado unos movimientos bruscos nunca vistos fuera de todas las leyes cósmicas; el sol «ha danzado», según la expresión típica de los campesinos… Subido sobre un estribo del coche de Torres Novas, un anciano, cuya estatura y fisonomía suave, y a la vez enérgica, recuerdan las de Paul Déroulède, reza, vuelto hacia el sol y con grandes voces, el credo, desde el principio hasta el fin.»

En la fecha, en la plaza de Catalunya de Barcelona, el obispo doctor Enric Reig i Casanova, en nombre del papa BENEDICTO XV, impuso a la imagen de la Virgen de la Mercè, patrona de la diócesis, el cetro real como Reina de la Ciudad Condal, ante más de 70.000 fieles, con motivo de haber sido concedido el título de Basílica a la iglesia de la Mercè.

El movimiento obrero católico hasta entonces mortecino adquiere un fuerte impulso con la finalidad confesada de contrarrestar la acción de los movimientos revolucionarios. Las huelgas aumentan. La respuesta patronal es contundente: cierres y despidos. El problema se agrava en Barcelona donde los sindicatos tienen una gran implantación. Los empresarios promueven el Sindicato Libre, terrorista y antiobrero. La situación general se hace explosiva. El gobierno acentúa la represión.

BENEDICTO XV logra mejorar las relaciones con Francia. Se reanudan las relaciones diplomáticas y el Papa envía un Nuncio a París.

En 1919, BENEDICTO XV levanta la prohibición de que los italianos participen en la vida política del reino, al tiempo que anima a don Luigi Sturzo para que funde el «Partito Popolare Italiano», embrión de la futura Democracia Cristiana.

Con su carta apostólica Maximum illud, BENEDICTO XV da, en 1919, un fuerte impulso a la actividad misionera.

Francisco, uno de los tres niños a los que en Fátima se les apareció la Virgen en 1917, cae gravemente enfermo (según parece a causa de la llamada «Gripe española»). En la fecha, fallece en casa de sus padres en Aljustrel, sobre las diez de la noche.

Autores de una larguísima bibliografía, que demostraba un conocimiento de lo que se escribía en otras latitudes, resultaron tan sólo influyentes en los medios oficiales en los que contribuyeron a promover una legislación de carácter reformista. Pero, en realidad, la iniciativa más importante en el campo social católico fue la creación de un importante movimiento sindical agrario. En el año 1917 fue creada la Confederación Nacional Católica Agraria (CONCA), que en 1920 reivindicaba nada menos que 600.000 afiliados, una cifra que bien puede ser cierta y que se situaría claramente por encima de la UGT y en un nivel de afiliación semejante a la de la CNT. Las características de este sindicalismo siguieron siendo parecidas a las de otros momentos. Se trataba de una fórmula cooperativa más que reivindicativa, pero consolidó de forma absoluta el predominio del mundo católico en la mitad norte de la Península.