El 26 de septiembre de 1907, Nueva Zelanda se convierte en dominio (Dominion) y, lo mismo que Canadá y Australia, se gobierna a sí misma. Con los otros dominios y con Gran Bretaña y su Imperio, comparte el jefe del Estado, que es el monarca. Cada dominio cuenta también con un gobernador general nombrado por la corona para que represente al monarca, y (lo mismo que éste) cumple tan sólo funciones ceremoniales.

Se suaviza el dominio que Gran Bretaña ejerce sobre aquellas partes de su Imperio pobladas por gentes de ascendencia europea: los Dominios. Ahora comprenden Canadá, Terranova, el Estado libre de Irlanda, la Unión de Sudáfrica, Austalia y Nueva Zelanda. En el transcurso de la Conferencia imperial celebrada en octubre y noviembre de 1926, esos dominios son reconocidos como esencialmente independientes en todos los sentidos. Están unidos sólo en que todos aceptan al monarca británico y todos se muestran de acuerdo, voluntariamente, en pertenecer a una Comunidad británica de Naciones (\”British Commonwealth of Nations\”). No se basa en ningún documento escrito y se articula en un complejo sistema de mutuas consultas a fin de llevar a cabo una cooperación en los campos político, social, financiero y económico. Un lazo fundamental que une a los países asociados es el de las tarifas preferenciales en sus intercambios comerciales.

Se firma en San Francisco el  ANZUS (acrónimo proveniente de Australia, Nueva Zelanda y United States). Es una alianza, tipo ente, conformada entre Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda que tiene por objeto garantizar la seguridad en el Pacífico Sur. El establecimiento de una alianza de éste tipo en el sur del Pacífico durante la década de 1950 responde a una dinámica de bipolaridad en la que Estados Unidos quiere garantizar una zona de influencia más allá del territorio en el cual es capaz de influir, y cuya presencia, cercana a la de la Unión Soviética, actúa como disuasivo de un posible ataque nuclear. Durante la Guerra Fría las dos potencias antagónicas del mundo bipolar (EE.UU.-U.R.S.S.) pugnan por controlar las mayores zonas posibles y las alianzas son una buena forma de garantizar la extensión de las zonas de influencia más allá del territorio “natural” donde se influye.

Como los occidentales no creen que la situación esté estabilizada para impedir una eventual reavivación de la expansión comunista, EEUU., Francia e Inglaterra firman un tratado de alianza en Manila el 8 de septiembre de 1954, al que se asocian Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, Filipinas y Pakistán. El tratado contempla la concertación de estas ocho potencias caso de injerencia comunista en la zona. La OTSEA (OTASE o SEATO, Organización del Tratado del Sudeste Asiático) puede convertirse en el equivalente asiático de la OTAN. Los países de Indochina no están entre sus miembros, pero los EEUU., ilegalmente, los han puesto bajo su protección. A partir de este momento cuentan con una garantía (?) frente a la agresión comunista.