El 27 de octubre una emisora de radio dice desde Burgos que Madrid está a punto de caer. Las fuerzas rebeldes se encuentran a pocos kilómetros de la capital. Las tropas del general Varela esperan en las afueras de Madrid. A este avance de Varela por la zona sur, se sumará pronto el del ejército del norte, de tal forma que Madrid quedará pronto a merced de las tropas franquistas. Todos los esfuerzos se dirigen a la conquista de Madrid. En cambio, la prensa republicana aseguraba que las fuerzas rebeldes podían darse ya por derrotadas en su intento de entrar en la capital, sobre todo por el paseo de Extremadura y la Casa de Campo. Lo peor estaba por venir, porque al fracasar la intentona por tierra, los sublevados tenían la intención de asediar Madrid y emplear la aviación alemana e italiana. Pero Madrid tenía el propósito de resistir, y el pueblo madrileño estaba convencido de que si se detenía la invasión de legionarios y moros, se podría soportar cualquier cosa.

El día 27 de octubre Yagüe se encuentra ya en Navalcarnero y Barrón y Monasterio convergen este mismo día sobre Torrejón de Velasco y Griñón, desde cuyo aeródromo los Junkers bombardean Madrid por primera vez.

Se instaura en Sevilla los primeros viernes de cada mes, el «plato único».

Decreto de colectivización de las empresas de más de 10 obreros por la Generalitat y control obrero sobre las restantes.

El Presidente de la República, Azaña, fija su residencia en Barcelona.

Asesinato de Ramíro de Maeztu y de Ramiro Ledesma Ramos, en Aravaca (Madrid), por elementos republicanos.

Decreto del Gobierno de la Republica poniendo los Bancos en manos de un Comité Directivo que, con los Comités de Empresa, dirigirá las instituciones bancarias.

Brunete y Sevilla la Nueva cae en manos de las fuerzas franquistas del general Yagüe, que avanzan hacia Madrid.

El País Valenciano se convierte en la más nítida retaguardia de República, hasta el punto que entre noviembre de 1936 y octubre de 1937 será capital del gobierno de la República.

Sin embargo, ante la internacionalización que experimenta la Guerra Civil española, en Berlín se duda entre enviar a España unidades regulares de la Wehrmacht o seguir la línea utilizada hasta el momento aunque incrementando su fuerza e implicándola decididamente en la guerra. Finalmente se decide, que el nuevo contingente, que integrará a las tropas germanas ya en suelo español, será mayoritariamente aéreo y estará mandado por un oficial alemán. Este oficial deberá coordinar sus acciones no sólo con el Estado Mayor español, sino también con la jefatura de las tropas italianas del Corpo Truppe Volontarie que ya combaten en España, aunque sólo acatará las órdenes directas de FRANCO. También se incrementará el envío de material para las tropas españolas, siempre por vía marítima y escoltado por navíos de guerra germanos -cuyo flujo, con altibajos, se mantendrá durante toda la contienda-, y se seguirá formando a mandos y tropas españolas en el uso de los nuevos materiales. Ha nacido la Legión Cóndor.