El Gobierno de la República se impone como objetivo reducir a los sublevados atrincherados en el Alcázar. El 23 de julio se conmina a MOSCARDÓ a la rendición bajo la amenaza de fusilar a su hijo Luis, que se encuentra prisionero de las fuerzas republicanas. MOSCARDÓ rechaza la amenaza y no acepta rendir la fortaleza. Finalmente su hijo no es fusilado en ese momento, aunque lo será un mes más tarde, el 23 de agosto, junto con otros prisioneros, en represalia por un bombardeo de la aviación rebelde que ha producido muertos entre la población civil, entre los que se encuentran mujeres y niños.

El comunismo partidario de la III Internacional queda consolidado en Catalunya a partir del 23 de julio de 1936, cuando se constituye formalmente el Partido Socialista Unificado de Catalunya, formado por la unificación de todas las fuerzas marxistas catalanas (socialistas y comunistas): la Unión Socialista de Catalunya, la Federación Catalana del PSOE, el Partido Comunista de Catalunya y el Partido Català Proletari. No participa, sin embargo, el POUM, fuerza política comunista trotskista contraria al totalitarismo estalinista de la Unión Soviética. La fundación del PSUC se ha de inscribir en la política de colaboración entre los socialistas y los comunistas que defiende la Internacional Comunista parar hacer frente al fascismo que se extiende por Europa en los años 30.

El 23 de julio de 1936 se funda en Catalunya el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) que aglutina en sus filas a comunistas y socialistas catalanes. Su unificación constituye una realización de las resoluciones del VII Congreso de la Internacional Comunista sobre la necesidad de luchar por la creación del partido único del proletariado. La base de la unificación son los principios del marxismo-leninismo. Este Partido se adhiere a la Internacional Comunista y desempeña un papel de vanguardia en la organización de la resistencia armada contra el fascismo y en la realización de las transformaciones revolucionarias en la retaguardia de 1936 a 1939. Sufrirá varias escisiones a partir de 1981; la última en 1998. Posteriormente, formará parte de la federación Iniciativa por Catalunya (IC) y se definirá como «de izquierda transformadora».

La «Columna Mangada» toma Villacastín (Segovia) importante nudo de comunicación para la República.

Queda formada en Burgos por el bando sublevado, la Junta de Defensa Nacional constituida por los generales Cabanellas Ferrer, su presidente, Saliquet, Ponte, MOLA y Dávila, y los coroneles Moreno y Montaner. Esta Junta representará el órgano máximo de decisión hasta el 1 de octubre.

El 24 de julio pierde la vida el falangista Onésimo Redondo, al ser objeto de una emboscada por una columna mandada por el coronel rojo Julio Mangada, en el pueblo de Labajos (Segovia), cuando se dirige a combatir con los franquistas en el Alto de los Leones en la Sierra de Guadarrama. Su esposa, Mercedes Sanz Bachiller, para superar su amargura y tristeza, se vuelca en la actividad política instalándose en la Academia de Caballería, donde la Falange de Valladolid tiene su cuartel general. Se encarga de recoger y distribuir jerséis, mantas y ropa de abrigo para las tropas franquistas que luchan en el frente. El hermano mayor de Onésimo, Andrés Redondo nombra a su cuñada jefe de la Sección Femenina de Valladolid. Mercedes consciente de las lamentables situaciones de muchas madres que se han quedado viudas por las muertes de sus maridos en el frente o por las represiones en la retaguardia, decide volcarse en la beneficencia. Lo habla con Javier Martínez de Bedoya, abogado y amigo de Onésimo. El proyecto que le presenta Mercedes está basado en la organización nazi Winterhilfe (Auxilio de Invierno). Posteriormente tomará el nombre de «Auxilio Social».

Tras varias escalas a bordo de un requisado Junkers 52 de pasajeros de la compañía Lufthansa, la embajada dispuesta por FRANCO llega a la capital germana. Los dos alemanes, que no consideran conveniente la presencia del oficial español, acuden a las oficinas de la Auslandsorganisation para exponer a su jefe el motivo de su viaje. Éste, lejos de informar al Ministerio de Asuntos Exteriores, con el que mantiene una enconada rivalidad, decide telefonear a Rudolf Hess. La respuesta del lugarteniente de Hitler es inmediata. Da instrucciones para que los emisarios sean trasladados a su residencia en Turingia, donde se halla, para lo que les brinda su propio avión personal.

Simultáneamente, y con el mismo propósito se organizan columnas mixtas de soldados y milicianos en Lérida, Tarragona y Valencia. Todos ellos creen que la recuperación de Zaragoza acarreará el total aplastamiento de la rebelión, por lo que el simultáneo avance de las tropas marroquíes por Andalucía y Extremadura les parece tan lejano como si estuviera ocurriendo al otro lado del mundo. La descoordinación general de todas estas columnas impide que recuperen Zaragoza, pero conseguirán estabilizar el frente de Aragón durante unos meses parando el avance de los insurrectos en Catalunya. Los anarquistas aprovecharán la calma para imponer su revolución social por lo que colectivizarán la tierra. Rechazo a la militarización

La insurrección de julio de 1936 ha triunfado en la mitad oeste de Aragón y en sus tres capitales. En los últimos días de julio, organizaciones de izquierda de Catalunya, especialmente anarquistas y comunistas del PSUC y del POUM forman cinco columnas de milicianos que se dirigen hacia el frente aragonés con la intención de sofocar los focos rebeldes aragoneses. Las tres columnas más importante son las de los anarquistas, dirigidos por DURRUTI y asesorados por el comandante Pérez Farràs, que se caracteriza por el rechazo a la militarización ya que los milicianos anarquistas y los del POUM no admiten las órdenes de los militares y deciden en consecuencia autónomamente sus objetivos militares. Las milicias populares son fuerzas, más o menos disciplinadas, formadas por militantes de cada uno de los diversos partidos y sindicatos obreristas, que se enfrentan con los insurrectos y, posteriormente, se dirigen al frente para defender la República y también, en el caso de los anarquistas, para extender la revolución social colectivizando la tierra.

Convencido por las explicaciones de Bernhardt -y atisbando las posibilidades geopolíticas de un posicionamiento favorable a Alemania al otro extremo de la frontera francesa-, Hess, probablemente el único con autoridad para hacerlo, establece inmediata comunicación telefónica con HITLER. Éste se encuentra en Bayreuth asistiendo a una ópera en el marco de los festivales anuales dedicados a Wagner. Una breve conversación es suficiente para que el Führer ordene que los valedores de FRANCO sean llevados a su presencia. El encuentro dura unas tres horas. Se entrega al canciller la carta en que el general pide aviones de transporte y material militar, que al estar en castellano es traducida pausadamente por Bernhardt. Hitler acepta dar curso a la petición, ordenando la inmediata presencia de las máximas autoridades militares del Reich: los ministros de Defensa y Aire, Von Blomberg y Góring, que también asisten al festival, así como un oficial de la Kriegsmarine (la Marina) en representación de su ministro.