Persia se vuelve importante para el conflicto que representa la II Guerra Mundial, cuando HITLER invade la Unión Soviética. Al avanzar la guerra, Persia se convierte en una valiosa ruta de suministros hacia la Unión Soviética, que está acosada por la Blitzkrieg alemana y con una desesperada necesidad de todo tipo de ayuda económica, especialmente del petróleo de Oriente Medio. Por su parte, el gobierno persa parece bastante ambivalente frente a las necesidades de los aliados y se niega a expulsar de sus fronteras a los agentes alemanes. En agosto de 1941, preocupados una vez más por las rutas de suministros, fuerzas británicas y soviéticas entran en Persia encontrando poca resistencia. El 17 de septiembre, las fuerzas aliadas llegan a la capital de Persia (Teherán) .

En Libia, durante el siguiente punto muerto, las fuerzas aliadas se reorganizan como el 8º Ejército, que está formado por unidades de los ejércitos británico y de otros países. La nueva formación lanza una nueva ofensiva contra el Afrika Korps alemán (operación Crusader) y recupera casi todo el territorio recientemente conquistado por Rommel, excepto las guarniciones de Bardia y Sallum. Otra vez el frente queda en El Agheila.

Declaración de guerra de los EEUU. y de Gran Bretaña al Japón. Los aliados crean un único mando para el Pacífico del SO y el Asia del SE, confiado al general británico Wawe.

Los hachemitas son los aliados más apreciados de los británicos en la zona sudoccidental de Asia, durante la segunda guerra mundial mantienen el control de la región a pesar de la sublevación nacionalista en Irak. Nuri al Said, un antiguo oficial turco desertor, ejerce de histórico presidente del gobierno del reino hachemita de Irak y es el hombre de Inglaterra en la región, siendo el fundador del Pacto de Bagdad, una alianza de países islámicos (Turquía, Irak, Transjordania e Irán) bajo el liderato de los países anglosajones.

Japón depende mucho de los barcos mercantes para explotar sus nuevos territorios. Pero a partir de 1942, las pérdidas de barcos aumenta mucho. Los submarinos aliados y los ataques aéreos hunden decenas de miles de toneladas. A finales de 1944, Japón habrá perdido el dominio de los mares y la mayoría de sus barcos mercantes.

En Libia, tras recibir suministros desde Trípoli, Rommel vuelve a atacar. Derrotando a los Aliados en Gazala y capturando Tobruk, los empuja hacia la frontera de Egipto donde será detenido en la Primera Batalla del Alamein, en octubre de 1942.

La compañía norteamericana RCA Records otorga el primer disco de oro de la historia al músico Glenn Miller, gracias a Chattanooga Choo Choo. Dos años después, el artista morirá al desaparecer el avión que lo transporta de Inglaterra a Paris para ofrecer un concierto a los soldados aliados que han liberado a la ciudad.

El éxito de sus operaciones en Nueva Guinea y Guadalcanal impulsa a los aliados a preparar una nueva fase, que será un avance hacia Rabaul. Operación Cartwheel (Operación “Rueda de carro”) (De marzo de 1942 a noviembre de 1943). Los japoneses se dan cuenta del peligro que corren en Nueva Guinea y se esfuerzan en reforzar su posición. Desde Rabaul, envían a la 51ª División; pero el 1 de marzo su convoy es localizado por aviones de reconocimiento de los americanos (Batalla del mar de las Bismarck). De toda la División, sólo llegan 100 soldados japoneses a Nueva Guinea. Los aliados al fin, tomarán Bougainville, que podrá usarse como base para ataques aéreos contra el puesto avanzado japonés de Rabaul.

México se pronuncia en favor de los aliados que defienden la democracia frente al peligro del fascismo. Como consecuencia del hundimiento de los barcos petroleros mexicanos “Potrero del Llano” y “Faja de Oro”, en mayo de 1942 el presidente Ávila Camacho informa al Congreso de la Unión la situación internacional y éste le concede facultades extraordinarias para declarar el estado de guerra entre México y las potencias del Eje.

El 23 de agosto, el ejército alemán ha penetrado casi hasta la costa del mar Caspio, y se encuentra al pie de los más elevados picos del Cáucaso. Parece que la suerte sonríe como nunca a Alemania y a su aliado el Japón. El ejército alemán tiene en su poder toda Europa, desde Gran Bretaña, en el océano Atlántico, hasta la cordillera del Cáucaso. Al mismo tiempo, fuerzas alemanas en Egipto amenazan el canal de Suez. En el Pacífico, el Japón ocupa toda el Asia oriental y suroriental, y sus flotas controlan la mitad occidental del océano Pacífico. Si todo esto hace parecer que Alemania y el Japón se hallan al borde de la victoria, las apariencias engañan. Esos dos países han agotado al máximo sus recursos humanos y sus economías, en tanto Gran Bretaña y la Unión Soviética continúan luchando, y los Estados Unidos, intactos, se disponen a movilizar su incomparable poderío.