El fracaso de la Sanjuanada no detiene las tramas conspirativas, pero las obliga a mayores cautelas. En París, el exiliado general López Ochoa constituye una Asociación Militar Republicana, que pronto cuenta con numerosos adherentes, entre ellos el general Gonzalo Queipo de Llano, que se siente agraviado por el dictador. Esta organización se beneficia del conflicto que enfrenta a los oficiales de Artillería con PRIMO de RIVERA. Está, no obstante, al margen de la siguiente intentona constitucionalista, encabezada por José Sánchez GUERRA, un ex presidente del Gobierno que se ha autoexiliado en Francia y ahora se subleva contra el dictador y «la monarquía absoluta», pero sin apelar a la república.
ALFONSO XIII el Africano (Rey de España) (1886 / 1902 -1931)
Total de piezas: 612
El 24 de junio de 1926, un grupo de conspiradores intentó un alzamiento militar contra el dictador, que se conoce como la Sanjuanada.
El 24 de junio de 1926, un grupo de conspiradores intentó un alzamiento militar contra el dictador, que se conoce como la Sanjuanada. Participaban en ella un grupo de militares, encabezados por los generales Weyler y Aguilera, políticos constitucionalistas como ROMANONES, Villanueva o Melquíades Álvarez, elementos republicanos, a título personal, y militantes anarcosindicalistas. El intento fue un fracaso, Los militares de alta graduación y los civiles, entre los que se contaban los ex diputados republicanos Marcelino Domingo y Eduardo Barriobero, fueron castigados con fuertes multas. (ROMANONES tuvo que pagar 500.000 pesetas que a pesar de ser una cantidad enorme para la época, no causa el más mínimo quebranto al riquísimo Conde de Romanones). Para los oficiales de menor graduación, en cambio, el Consejo de guerra aplicó severas penas de prisión. Entre éstos, con seis años de presidio por cumplir, estaba el capitán Fermín Galán, un gaditano de San Fernando que se había distinguido en la Guerra de Marruecos, profesaba ideas republicano-democráticas y era un decidido partidario de acabar con la monarquía mediante las armas.
En Barcelona, se produce un frustrado atentado contra el general PRIMO de RIVERA.
En Barcelona, se produce un frustrado atentado contra el general PRIMO de RIVERA.
Conflicto entre Primo de Rivera y el Cuerpo de Artillería por el sistema de ascensos entre los militares.
PRIMO de RIVERA es partidario de promover un sistema de ascensos por méritos y no sólo basados en la antigüedad. Cuando quiere aplicar estos procedimientos de ascenso se le enfrenta el Cuerpo de Artillería, en el que los oficiales renuncian a sus ascensos obtenidos por este sistema. El Rey trata de mediar en el conflicto, pero PRIMO de RIVERA amenaza con dimitir ante lo que el monarca finalmente cede. Este hecho es interpretado por la Artillería como una connivencia entre los dos personajes. Desde entonces, un sector importante del ejército adopta una postura prorrepublicana. En la fecha, Primo de Rivera disuelve el arma de artillería ante la continua indisciplina manifestada por jefes y oficiales artilleros.
Pero lo más brillante de la labor social de la Dictadura, a la vez que lo más discutido, fue la organización corporativa.
Pero lo más brillante de la labor social de la Dictadura, a la vez que lo más discutido, fue la organización corporativa a partir de los comités paritarios. Fue creada en noviembre de 1926 y en el prólogo de la disposición que la vio nacer se afirmaba que respondía a «un pasado español tan lleno de grandeza como de enseñanzas». En España la idea corporativa se basaba en el sindicato libre, pero, a diferencia de lo que era la tesis católica, éste estaba tutelado y condicionado por el Estado, según la definición del Ministro Aunós. Por tanto, aunque manteniendo un tipo de inspiración distinta del fascismo, no se identificaba sin embargo totalmente con la tesis católica.
Francesc Maciá planea invadir Catalunya desde Prats de Molló para acabar con la Dictadura de Primo de Rivera, pero es traicionado.
Tras fracasar el pronunciamiento conocido como La Sanjuanada, Francesc Maciá, desde su exilio francés, equipa a tres columnas de militantes de «Estat Catalá» y a un destacamento de italianos antifascistas para invadir Catalunya, donde los dirigentes sindicalistas se han comprometido a declarar una huelga general como primera chispa de un movimiento subversivo que debe acabar con la Dictadura de PRIMO de RIVERA. El plan consiste en reunirse en Prats de Molló y Sant Llorenç de Cerdans (Vallespir) el 4 de noviembre de 1926, y a las órdenes de Josep Rovira i Martí Vilanova cruzar los Pirineos por dos puntos, por Sant Llorenç de Cerdans y el coll d’Ares y ocupar Olot, desde dónde se proclamaría la República Catalana y empezaría un proceso insurreccional seguido desde otras ciudades, sobre todo Barcelona, donde se contaba con el apoyo de los anarcosindicalistas de la Confederació Nacional del Treball (CNT) que habían de cooperar con el complot organizando una huelga general en Barcelona. La CNT buscaba también la caída de la dictadura para abrir el camino hacia la consecución de mejoras para el proletariado y, en definitiva, hacia la revolución social. La policía francesa, sin embargo, detiene a los expedicionarios, traicionados por un agente de MUSSOLINI contratado como instructor militar. El juicio por el complot de Prats de Molló, que tendrá lugar en París, se saldará con penas leves y tendrá un gran eco internacional. (En este pueblo francés para conmemorar este hecho ha dedicado a F. MACIÀ un monumento y un jardín público en 1989.)
En el terreno del comportamiento político, la Dictadura no puede ser concebida como un antecedente de la República, sino que fue un paréntesis.
En el terreno del comportamiento político, la Dictadura no puede ser concebida como un inmediato antecedente de la República, sino que en muchos aspectos fue un paréntesis. El régimen dictatorial engendró la República en cuanto que deterioró a la Monarquía, pero no llegó a producir el cambio en la vida política que luego se consolidaría durante los años treinta. Algunos caciques fueron marginados pero surgieron otros nuevos, producto de la influencia de los colaboradores de la Dictadura, pero habrá que esperar a 1930 para que se produzca un cambio sustancial. En última instancia, el caciquismo era una corrupción del liberalismo, pero permitía un grado considerable de libertad; la Dictadura recortó ésta sin concluir con los caciques, y como resultado hubo que esperar a la movilización política del año 1930 para que las cosas cambiaran de manera sustancial en España.
En España, convocatoria de la Asamblea Nacional. José Sánchez Guerra, el más caracterizado representante de la oposición, se exilía.
El más caracterizado representante de la oposición de la «vieja política» es José Sánchez GUERRA, quien convence a ALFONSO XIII para que aplace durante un año la convocatoria de la Asamblea Nacional y cuando ésta se produce, en 1927, se exilia.
Hubo un sector reducido del mundo intelectual que evolucionó hacia el autoritarismo: Eugenio D’Ors y Ramiro de Maeztu.
Hubo también un sector reducido del mundo intelectual que evolucionó hacia el autoritarismo y que estaba representado por Eugenio D’Ors y Ramiro de Maeztu. Ambos desempeñaron puestos diplomáticos en el exterior. Pero estos casos fueron excepcionales. La mayor parte de los intelectuales oscilaron entre la postura de Unamuno, de enfrentamiento radical, y la de Ortega y Gasset que, más que estar en ningún momento a favor de la Dictadura, lo que hizo fue manifestar su repudio al régimen desaparecido y su confianza en la posibilidad de que una dictadura regeneracionista se hiciera eco de algunas de sus propuestas. El mundo de la vanguardia intelectual no tuvo una significación política precisa hasta los años treinta, ya que la llamada Generación de 1927 se caracterizó por su voluntad de eludir cualquier tipo de compromiso social.
En la práctica la Unión Patriótica fue un partido personalista que no actuaba más que por decisión superior.
La Unión Patriótica no se pareció en nada al partido único del fascismo, sino que fue una entidad circunstancial y oportunista que desaparecería en cuanto no tuviera el apoyo del gobierno. Calvo Sotelo explicaba en sus Memorias que él se opuso al nacimiento y organización de la Unión Patriótica porque consideraba que «los partidos políticos cuando se organizan desde el poder y por el poder nacen condenados a la infecundidad por falta de sabia». En la práctica la Unión Patriótica fue un partido personalista que no actuaba más que por decisión superior y que se beneficiaba de un poder que se ejercía sin ningún límite temporal y sin posibilidad alguna de crítica o de oposición.

