En tiempo de BERENGUER RAMON I el Corvat las fronteras prácticamente no retroceden, incluso en algunas zonas avanzan. También mantiene la paz con sus vecinos. Con la paz se va afirmando cada vez más el imperio de la ley. Durante su reinado sabe conservar a su lado una serie de grandes personajes de la historia de Catalunya: los prelados OLIBA de Vic y Pere de Girona; jueces como el eminente Ponç Bonfill; consejeros como Gombau de Besora, Miró de Súria, etc…

BERENGUER RAMON I viaja en múltiples ocasiones -cinco veces entre 1024 y 1030- a Pamplona y escucha y sigue los consejos que recibe del rey pamplonés. Esta hegemonía que no tiene ninguna vertiente en el aspecto legal, hace que pueda decirse, en un documento de la época, que SANCHO III reina “desde Zamora a Barcelona” ya que de hecho, la casa de Barcelona, en estos años, es vasallo del rey SANCHO III el Mayor de Pamplona, quien ha ampliado sus territorios por Aragón, y ha ocupado Castilla.

El conde BERENGUER RAMON I de Barcelona procede -mediante testamento- al reparto de sus condados entre sus tres hijos: El condado de Girona y el de Barcelona hasta el Llobregat, lo deja a su primogénito, RAMON BERENGUER; del río Llobregat hasta tierra de sarracenos, la marca de Olérdola, es para SANCHO, el hijo segundo; y el condado de Osona para GUILLEM y su madre GUISLA mientras ésta no se vuelva a casar. El núcleo de la futura unidad de Catalunya puede quedar deshecho con esta disposición testamentaria.

Fallece BERENGUER RAMON I el Corbat en el Palacio condal de Barcelona. Parece que este rey ha sido un hombre de poco carácter y de pacifico talante, pero no un inepto ni un inactivo. Probablemente no ha gozado de buena salud; muere muy joven y el sobrenombre de el “corbat” con el que lo conocerá la historiografía parece hacer alusión a un defecto físico. Además ha tenido que compartir el gobierno con una mujer -su madre- de la personalidad de ERMESSENDA. Durante su reinado no se han dado luchas internas. Las desavenencias con su madre se han arreglado pronto -con la intervención del abad OLIBA, consejero de la condesa ERMESSENDA- y no han rebrotado. Tampoco ha topado con la Iglesia y en estos tiempos esto es decisivo. También ha mantenido la paz con sus vecinos. Berenguer Ramon I, deja de su primera esposa, Sancha, dos hijos, RAMON Y SANCHO, y dos más GUILLEM y BERNAT, de GUISLA, su segunda esposa. El último, seguramente porque todavía no había nacido, no aparece en el testamento de 1032