Los sucesos de Casas Viejas conmocionan a la opinión pública y preocupan a la clase política, los radicales comienzan a pensar en la necesidad de colaborar con la, recientemente creada, Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) mientras que los socialistas se estremecen por los métodos usados en la represión. Casas Viejas es un verdadero exponente del antagonismo entre UGT y CNT. Las autoridades republicanas son acusadas de haber organizado la matanza. Este suceso supondrá un serio revés para el gobierno de AZAÑA. Escándalos como el de Casas viejas, la lentitud de las reformas y el creciente desempleo impulsan a los socialistas a abandonar un gobierno Azaña desprestigiado. La crisis desembocará en las elecciones de abril de 1933.

A lo largo de 1933, se alcanzan los índices más altos de conflictividad laboral del período republicano. No puede descartarse en ello el hecho de que sean los meses más duros de la recesión económica, pero sin duda el espectacular incremento en el número de huelgas obedece fundamentalmente al descontento de los sindicatos ante el ritmo de las reformas y las dificultades que atraviesa la colaboración entre republicanos y socialistas. A lo largo de 1933, y después de los graves sucesos de Casas Viejas, el crédito del presidente de gobierno AZAÑA ha ido descendiendo. En las elecciones municipales de abril de este año, el voto izquierdista sufre un bajón que se ve confirmado a la hora de elegir vocales para el Tribunal de Garantías, cuando resultan derrotados los candidatos gubernamentales.

Cuarto Gobierno de la II República española presidido por Manuel AZAÑA Díaz (12/06/1933-12/09/1933).

ALCALÁ ZAMORA, presidente de la República, provoca la crisis al anunciar el día 7 que retira su confianza al Gobierno, lo que fuerza su dimisión en pleno del Gobierno. Abiertas consultas, LERROUX se compromete a construir una mayoría parlamentaria de centroizquierda republicana sin presencia socialista, y el presidente le encomienda la formación de Gobierno. Ha sonado la hora de los radicales.

Manuel AZAÑA, presidente del Gobierno español (del 2 al 15 de diciembre).

Se funda, en la fecha, Izquierda Republicana (IR) por fusión de Acción Republicana del eterno partidario del republicanismo AZAÑA, el Partido Radical Socialista de Marcelino Domingo y la ORGA de Casares Quiroga. Se define como “partido republicano, federal, radical, laico y ecologista”

Los republicanos como AZAÑA y el socialista PRIETO persiguen fundamentalmente regresar al punto de partida de abril de 1931 en el que la hegemonía política estaría en manos de las izquierdas. Para el resto de las fuerzas que forman el Frente popular, especialmente el PSOE y el PCE, se trata tan sólo de un paso intermedio en la lucha hacia la aniquilación de la República burguesa y la realización de una revolución que concluya en una dictadura obrera. Además los anarquistas, aunque no entran a formar parte del Frente Popular por negarse ideológicamente a colaborar con un sistema democrático, apoyan las candidaturas para la liberación de los presos políticos. El Frente Popular utiliza como arma electoral, entre otros argumentos, la promesa de la liberación de presos, amnistía para los procesados por la sublevación de octubre de 1934, el restablecimiento del Estatuto de Catalunya y la reforma agraria.

El Frente Popular obtiene una resonante victoria en las elecdones al Congreso, con 256 escaños frente a los 165 de la derecha y los 52 de los centristas. Azaña será elegido presidente de la República tras la destitución de Alcalá Zamora. El régimen intensificará su antirreligiosidad mientras proliferan las huelgas y los incendios de iglesias (170 en 4 meses).

La dimisión de VALLADARES y el triunfo -no oficial- del Frente Popular hace que, en la fecha, el presidente de la República, Niceto ALCALÁ Zamora, encargue a Manuel AZAÑA, como figura prominente de la coalición de izquierdas, la formación del XVII Gobierno de la República (19/2/1936-7/4/1936). El resultado electoral significa un nuevo bandazo en la marcha de la República. Los republicanos progresistas forman gobierno (por tanto los socialistas son excluidos) con el soporte parlamentario de todos los partidos de izquierdas adheridos al Frente Popular.

Niceto Alcalá ZAMORA, primer presidente de la República española, es destituido. Las Cortes aprueban esta resolución por 238 votos a favor y 5 en contra. La innecesaria disolución del Parlamento antes de las elecciones de febrero es el argumento que defienden personalidades del Frente Popular tan significativas como Indalecio PRIETO, Casares Quiroga o el propio AZAÑA, y está penada con la destitución según el artículo 81 de la Constitución. Se le acusa de haber disuelto el Parlamento de acuerdo con Portela VALLADARES, sin comparecer ante la Asamblea. Diego MARTÍNEZ BARRIO es nombrado presidente interino. Niceto Alcalá ZAMORA, decepcionado, abandona el país y se traslada a Francia. Las lamentaciones posteriores del expresidente de la República no cambiarán en absoluto el juicio que merece por su responsabilidad en todo lo sucedido durante estos años.