El 14 de septiembre de 1812, NAPOLEÓN entra en Moscú convencido de que los rusos harán alguna oferta de paz. Pero tan pronto como su armada acampa en la ciudad cuyos habitantes han sido evacuados precipitadamente, ésta comienza a arder por los cuatro costados. (Todavía no se sabe, en 2015, si el incendio es provocado o accidental). En cualquier caso, el fuego fuerza a los franceses a acampar en las afueras y los conduce a una creciente desmoralización. Los incrédulos soldados no comprenden cómo su hasta entonces omnipotente emperador no ve lo que parece evidente: que los rusos no tienen intención alguna de firmar la paz, y que la «Gran Armée» está siendo progresivamente rodeada. Están atrapados en una ciudad que carece de los suministros necesarios para sobrevivir al invierno. La violación del Kremlin y la devastación de Moscú desatan las iras del Zar hacia su antaño admirado NAPOLEÓN. Es el punto de no retorno. ALEJANDRO I se niega a rendirse y menos a pactar con él cuando NAPOLEÓN, sin víveres ni munición, pide una entente. «No más paces con NAPOLEÓN. O él o yo, o yo o él, no podemos reinar juntos», fue su grito de guerra.
NAPOLEÓN I BONAPARTE (Cónsul de Francia 1799-1804)(Emperador 1804-1814)
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De los 450.000 hombres que han cruzado la frontera rusa, ya sólo quedan 95.000.
De los 450.000 hombres que han cruzado la frontera rusa, ya sólo quedan 95.000. Mientras, la moral francesa se desploma al mismo ritmo que baja el termómetro. En consecuencia, muchos de los aliados de Napoleón (18 países toman parte en la invasión de Rusia del lado de los franceses) comienzan a inquietarse y a desertar. Al mismo tiempo, los rusos sobre todo el ejército de Kutuzov, formado por 110.000 hombres al sur de Moscú, cerca de Kaluga se envalentonan y creen más que nunca en la victoria.
ALEJANDRO I declara una «guerra patriótica» que une al campesinado y al ejército contra el invasor.
Como harían los rusos casi siglo y medio después, ALEJANDRO I repliega sus fuerzas y, aprovechando la ventaja del «general invierno» y de la táctica de tierra quemada practicada en su retirada, declara una «guerra patriótica» que une al campesinado y al ejército contra el invasor. La retirada de los franceses será penosa, hostigados por el frío, los ataques y la falta de víveres. De los 600.000 hombres que han entrado en Rusia sólo regresan 18.000. Tampoco es que las bajas rusas fueran mucho menores: 400.000 entre muertos y heridos.
NAPOLEÓN, harto de esperar inútilmente en una ciudad fantasma, ordena el retorno.
El 13 de octubre, la nieve hace su aparición, seguida bien pronto de un frío glacial al que los soldados franceses no están acostumbrados. NAPOLEÓN, el 19 de octubre se da cuenta de que no puede hacer otra cosa que retirarse, retroceder hasta Smolensk y establecer allí sus cuarteles de invierno. A continuación reuniría refuerzos y se aprestaría para un segundo avance en primavera. El 19 de octubre, NAPOLEÓN, ordena la retirada. Pero Kutúzov no tiene la menor intención de permitir que NAPOLEÓN pueda cumplir sus planes. Aplica entonces una táctica consistente en evitar el combate en campo abierto, pero sin dejar de hostigar constantemente a las columnas francesas en retirada. Ataca a las bandas aisladas, de tal manera que el ejército francés se encuentra con que sólo puede retirarse sin percances por la ruta precisa que ha utilizado para avanzar: la ruta, por tanto, en la que los rusos en retirada lo han destruido todo. El tiempo empeora conforme los franceses marchan. La nieve y el frío arrecian. No queda posibilidad alguna de detenerse en Smolensk; se ha de proseguir a través de aquel terrible paisaje. El ejército francés se transforma en una masa desordenada que sólo tiene conciencia de que marcha y sufre interminablemente.
Concordato de Fontainebleau.
Concordato de Fontainebleau. El 19 de enero de 1813, NAPOLEÓN se entrevista en Fontainebleau con Pío VII. Lo trata cordialmente, y logra convencerlo de la necesidad de un nuevo concordato con mayores concesiones a la potestad temporal. Obtiene la firma papal el 25 de enero y se apresura a publicar el nuevo acuerdo. El Pontífice es presa de grandes escrúpulos de conciencia, pero es confortado y tranquilizado por el cardenal Pacca (al que se ha autorizado a reunirse con Pío VII en vistas al concordato), que le asegura que podrá retractarse.
NAPOLEÓN ya dispone en el mes de marzo de 1813 de 225.000 hombres y de casi 500 cañones.
En Francia, debido sobre todo al desgaste continuado de hombres y también por la exención del servicio militar de los casados que hace aumentar la tasa de nupcialidad un 68%, la resistencia al reclutamiento y en general al gobierno de NAPOLEÓN son cada vez mayores. Pero a pesar de ello, NAPOLEÓN ya dispone en el mes de marzo de 1813 de 225.000 hombres y de casi 500 cañones, pero su caballería resulta escasa (sólo 15.000 monturas) y la mitad de sus fuerzas son novatas. Sin embargo, aunque el número de efectivos iguala aproximadamente al de sus enemigos, tiene que emplear muchas de sus tropas en vigilar sus vías de aprovisionamiento y sus depósitos, debido a las incesantes acciones de los guerrilleros infiltrados en su retaguardia. La abierta hostilidad de buena parte de la población civil alemana condicionará decisivamente la campaña.
La Sexta Coalición europea contra Napoleón, formada en marzo de 1813, avanza sobre Francia.
La Sexta Coalición europea (1812-1814) formada en marzo de 1813, es una coalición entre el Reino Unido, Rusia, Prusia, Suecia, Austria y cierto número de estados germánicos contra el Imperio Francés de NAPOLEÓN. Tras la desastrosa derrota de NAPOLEÓN en Rusia, las potencias continentales que han sido humilladas por NAPOLEÓN en varias guerras a lo largo de toda una década, ven finalmente una oportunidad de derrotarle, y se unen a la coalición que como en otras ocasiones se vuelve a financiar con subsidios de Gran Bretaña. Las fuerzas de esta coalición europea -más de 250.000 hombres- avanzan sobre Francia en un gran arco y de manera concéntrica.
PÍO VII se retracta de los dicho y firmado con anterioridad en relación al Concordato de Fontainebleau.
PÍO VII se retracta de los dicho y firmado con anterioridad en relación al Concordato de Fontainebleau, en carta a Napoléon (que se halla en Alemania) el 14 de marzo siguiente. Los consejeros de éste le insisten para que rompa definitivamente con Roma como Enrique VIII, pero no quiere hacerles caso.
Los franceses abandonan definitivamente Madrid, llevándose cuantiosas riquezas y obras de arte.
Los franceses abandonan definitivamente Madrid, llevándose cuantiosas riquezas y obras de arte, de las cuales -lamentablemente- muchas no serán recuperadas. NAPOLEÓN, después de cada una de sus batallas, trata de llevarse para Francia todas las obras de arte y riquezas que puede.
NAPOLEÓN pide un armisticio a sus enemigos con el ánimo de reecuperarse.
Ante la campaña que en 1813 NAPOLEÓN ha desarrollado en Sajonia, Brandeburgo y Silesia, la vieja Europa de las monarquías vuelve a estremecerse de temor hasta los cimientos. ALEJANDRO I de Rusia, cabeza de la sexta coalición, les grita a sus generales: «¡Ese bastardo está más cerca de Moscú, que yo de París!». Durante la primavera todavía logra NAPOLEÓN dos victorias, en Lutzen y Bautzen. Pero la falta de hombres y, sobre todo de caballería le impide rentabilizarlas. NAPOLEÓN -en la fecha- pide un armisticio a sus enemigos (que se prolongará hasta el final del verano) con el ánimo de recuperarse.