El General Visconti Prasca que dirige las tropas italianas contra Grecia, se encuentra emocionado al tener el privilegio de ejecutar la “Blitzkrieg Italiana” que tanto anhela Il Duce. Poco antes, Mussolini había manifestado que abandonaría el cargo, si en un mes las tropas italianas no ocupaban Atenas. Sin embargo, esta poderosa fuerza en pocos días se encontrará con una resistencia terrible por parte de los griegos y un clima invernal que cubre de nieve y barro todo el frente. En apenas una semana de lucha, Mussolini reemplazará al General Visconti Prasca, por el General Ubaldu Soddu, temeroso de que los ingleses lleguen con ayuda si en un mes no han logrado la victoria. El cambio de mando resultará peor.

La última guerra mundial tuvo efectos desastrosos en Sicilia. Los fuertes e indiscriminados bombardeos aéreo-navales, anglo-americanos, que precedieron a la ocupación de las fuerzas aliadas, el 10 de julio de 1943, esparcieron por la Isla lutos y ruinas, creando de nuevo gravísimos sufrimientos morales y materiales para la población. En este clima reaparecen sentimientos exasperados de separatismo, dando origen a movimientos que propugnaban la independencia de la Isla. El M.S.I. (Movimiento Independentista Siciliano), guiado por Finocchiaro Aprile y el grupo E.V.I.S. (Ejercito Voluntario de la Independencia Siciliana), que operaba en la clandestinidad, proponían la insurrección armada, la independencia política la Isla y la creación de un estado autónomo.

En la tarde de este día, el monarca italiano VÍCTOR MANUEL III hace llamar a MUSSOLINI a su presencia. “Le acepto a usted la dimisión” fueron sus únicas palabras. Así es despedido el hombre que durante dos décadas ha ejercido el más omnímodo poder. Pietro BADOGLIO, en su lugar, es nombrado jefe del gobierno. De Palacio, MUSSOLINI es trasladado custodiado a Ponza, después a la Magdalena y, finalmente, al Gran Sasso. Por la noche, las radios italianas difunden la clamorosa noticia: “Su Majestad el Rey Emperador ha aceptado la dimisión del cargo de jefe de Gobierno y primer ministro presentada por S.E. el caballero Benito Mussolini y ha nombrado primer ministro al caballero y mariscal de Italia, Pietro Badoglio”. Al poco de extendida la noticia, en la plaza de Venecia se congrega un nutrido grupo que, poco a poco, se irá engrosando hasta convertirse en una multiutud. Infinidad de emblemas fascistas, retratos de Mussolini, carteles arrancados, etc, empiezan a destrozarse. La gente grita: ¡Viva la liberta! ¡Muera Mussolini!.

Así pues, tras el anuncio oficial de la rendición italiana ante los aliados, el 8 de septiembre de 1943 (la firma del acta de capitulación se ha producido en realidad cinco días antes), las tropas alemanas entran en Italia, tomando por sorpresa a su desprevenido ejército, mientras el rey VICTOR MANUEL III y el mariscal Pietro BADOGLIO huyen de Roma, dejando el campo abierto al avance germano.

Después de la liberación de Roma por los aliados, en la fecha, se forma un gobierno provisional, con la participación de todos los partidos antifascistas.

Abdica en Italia VÍCTOR MANUEL III (el rey “cipolleta”, “cebolleta”, por su baja estatura).

Al finalizar la guerra, el futuro de la casa de Saboya, comprometida con el fascismo, está en el aire. Las grandes formaciones surgidas de la Resistencia (Partido Comunista, Partido Socialista, Democracia Cristiana) ejercen el poder bajo el gobierno del demócrata-cristiano Alcide De Gasperi. Tras un referéndum, celebrado en la fecha, la mayoría de los italianos optan por la república (54 % de los votos), debido a la connivencia del padre de Humberto, el rey Víctor Manuel III, con el régimen fascista de Benito Mussolini. Sin embargo, todo el sur se pronuncia por el mantenimiento de la monarquía. Simultáneamente se elige una Asamblea constituyente. HUMBERTO II (en italiano Umberto II) y María José de Saboya han de partir hacia el exilio.