Los integrantes de la Segunda Cruzada, pasado el Bósforo, después de varias escaramuzas, abandonan el proyecto de reconquistar a Edesa. Se piensa entonces en Jerusalén. Pero las discordias surgidas entre los dos reyes (LUIS VII, rey de Francia y CONRADO III, Emperador del SIRG), echan por la borda toda esperanza de triunfo ya que abandonan la empresa y retornan a sus respectivos países. Para BERNARDO es un golpe muy duro… Seguramente estará en lo cierto cuando diga que la catástrofe ha sido un castigo a los pecados de los que han participado.

En la Segunda Cruzada, después de atravesar el territorio bizantino, ya en Anatolia, ambos ejércitos (el de LUIS VII y el de CONRADO III) son derrotados, por separado, por los turcos selyúcidas. LUIS, CONRADO y los restos de sus ejércitos llegan a Jerusalén.

En 1148 participan, LUIS y CONRADO en un desacertado ataque sobre Damasco que termina levantándose el sitio y regresando a Jerusalén. En resumen, la cruzada en oriente es un fracaso para los cruzados y una gran victoria para los turcos selyúcidas. BERNARDO de Claraval se siente humillado.

Después de participar en la segunda cruzada, el emperador CONRADO III regresa al Sacro Imperio Romano Germánico tras el fracaso de la Campaña de Damasco y muere en 1152.