El general TITO consigue penetrar en Jerusalén. Incendia el Templo tras un largo asedio que dura tres meses.


El 28 de agosto del 70, el general romano TITO, hijo del emperador Vespasiano, consigue penetrar en Jerusalén. La defensa de los judíos es desesperada y el cerco y conquista de Jerusalén uno de los más atroces que recuerda la historia. Los defensores judíos cuentan con unos 25.000 combatientes divididos entre diferentes facciones judías como los zelotes de Eleazar Ben Simón, los sicarios extremistas de Simeón Ben Giora y los idumeos de Juan de Giscala, aunque todos ellos son finalmente barridos por los soldados de Tito. Atacados por todas partes, los judíos se refugian en el Templo, resistiendo en el santo de los santos. Tito incendia el Templo (el tercer templo de Jerusalén, el de Herodes, construido en el lugar del de Zorobabel, que a su vez lo había sido sobre las ruinas del de Salomón) tras un largo asedio que dura tres meses.