Decreto de Septimio SEVERO que prohíbe la propaganda a favor del judaísmo o del cristianismo.


El primer indicio de este cambio de frente en la lucha del Estado romano contra los cristianos es un decreto del año 202, del césar Septimio SEVERO, que se encuentra de nuevo en Roma después de permanecer desde el año 197 en Oriente en guerra contra los partos, que prohíbe la propaganda a favor del judaísmo o del cristianismo, así como la conversión a estas religiones. La postura de SEVERO se ha considerado la «quinta» persecución general contra los cristianos. El papa CEFERINO abandona Roma y no volverá hasta que cesen los hostigamientos.