SACCO DE ROMA (1527)

Total de piezas: 6

En la guerra contra Francia en territorio italiano, las tropas imperiales saquean Roma durante ocho días.


En la guerra contra Francia en territorio italiano, los mandos del ejército imperial pierden el control sobre las tropas alemanas, enviadas por FERNANDO I, a las que se han añadido, italianos y españoles-. El Condestable de Borbón -uno de los magnates más influyentes de Francia, enemigo de FRANCISCO I- manda estas tropas, y aunque ha sido avisado de la reciente firma de paz con el papado, piensa atacar como empresa personal a la desguarnecida Roma. El duque lleva una túnica blanca para que todo el mundo lo reconozca y lo siga. Pero también el enemigo lo distingue. Un disparo de arcabuz da de lleno en el duque de Borbón y muere. Los soldados no se retiran ante este suceso, al contrario, avanzan enfurecidos y ya dentro de la ciudad, saquean y destruyen, en la fecha, todo lo que encuentran a su paso, en lo que sera conocido como “el sacco de Roma” y que durará ocho días. No es sólo la muerte del duque de Borbón, es el hambre, los meses sin paga, la avaricia, la ferocidad, el pillaje, la sangre… Las tropas imperiales ni siquiera respetan el Vaticano, defendido por un puñado de oficiales y soldados de la Guardia Suiza (189 en total).

Por un pasadizo secreto, el Papa CLEMENTE VII ha huido al Castillo de Sant Angelo.


El sacco de Roma se alarga durante ocho días. Por un pasadizo secreto, el Papa CLEMENTE VII ha huido al Castillo de Sant Angelo, donde se ha refugiado con cuarenta y dos guardias suizos -los únicos supervivientes ya que han sido muertos 147 soldados helvéticos-, once cardenales y los embajadores de Francia e Inglaterra, mientras las tropas imperiales saquean y profanan todas las iglesias romanas. Los soldados imperiales sitian el castillo de Sant Angelo. Al fin, el papa tiene que rendirse al príncipe de Orange, que ha sucedido al duque de Borbón. El papa promete pagar una importante indemnización, cede seis ciudades de sus estados y permanecer en poder de los españoles hasta que estas condiciones se cumplan. No hay duda de que CARLOS (V) se siente aterrado ante el curso que han tomado los acontecimientos, ajenos a su voluntad, y que él condena en una carta dirigida a CLEMENTE VII. Profundamente religioso, no puede menos que ver con horror todos aquellos sacrilegios cometidos en su nombre. La condena por el emperador de las acciones de sus soldados, no evita la actitud negativa de CLEMENTE VII hacia CARLOS (V).

El saqueo que ha sufrido Roma a manos de las tropas de CARLOS (V) será considerado trascendental.


El saqueo que ha sufrido Roma a manos de las tropas de CARLOS (V) será considerado trascendental para los historiadores del arte y de la cultura italianos. Conmoverá a los espíritus más lúcidos y provocará la diáspora de muchos artistas que residen en la capital pontificia, los cuales acabarán instalándose en otras cortes de la península e incluso de otros países. El saqueo de Roma se considera que pone fin al Renacimiento italiano, y que señala el momento en que sobre Italia se abatió la sombra de la dominación extranjera, de la que iba a tardar mucho tiempo en emerger.
Tal vez la decadencia se hubiera consumado de todas formas, incluso sin invasiones extranjeras. La expansión europea, encabezada por España y Portugal, en dirección a las costas de lejanos continentes, había convertido los océanos Atlántico e Índico en el ámbito de las rutas comerciales. El Mediterráneo era eludido y perdía la importancia que había mantenido por espacio de veinticinco siglos, desde la época fenicia. Pero a pesar de los daños causados por la guerra, a pesar de las herejías y de la decadencia económica, el Papado prosiguió su trayectoria.

Es bautizado el futuro FELIPE II. Los grandes festejos anunciados son suprimidos a causa del Sacco de Roma.


Es bautizado el futuro FELIPE II. Pero los grandes festejos anunciados son suprimidos y cambiados por un pregón de duelo. Hasta España han llegado las noticias de lo sucedido en la ciudad de Roma: saqueos, profanaciones, seis mil, o tal vez, ocho mil muertos. Por otra parte, la temida peste bubónica se ha adueñado de los agotados ejércitos mercenarios del emperador CARLOS (V) como un castigo. De hecho, ERASMO de Rotterdam ha profetizado el fin del mundo. Pero no sólo él. Los monstruos medievales resucitan apenas llegado el renacimiento. Los nuevos profetas apocalípticos de uno y otro signo reunen a multitudes en calles y plazas, a las puertas de las iglesias y conventos, exhortando al último arrepentimiento en nombre de Dios. Profanada la sede del papado, las plagas bíblicas anuncian la pronta venida del Anticristo, la confusión y la hora del juicio final.

Las tropas imperiales, ponen sitio a Florencia, donde se ha proclamado la república.


El emperador CARLOS V está deseoso de hacerse perdonar los horrores del saco de Roma del pasado mes de mayo. Por eso, a cambio de la confirmación por parte del papa CLEMENTE VII de sus posesiones napolitanas, el emperador favorecerá a la casa de los MÉDICIS. En efecto, en la fecha, las tropas imperiales, ponen sitio a Florencia, donde se ha proclamado la república.

CARLOS V y el papa CLEMENTE VII, llegan a un acuerdo con relación al Sacco de Roma.


CARLOS V y el papa CLEMENTE VII, llegan a un acuerdo. El pontífice se compromete a perdonar a todos los que han participado en el saqueo de la Ciudad Eterna y a colaborar activamente en la lucha contra los protestantes e, incluso, a coronar él mismo a CARLOS como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Éste, a su vez, se obliga a devolver todas las ciudades pontificias que ha ocupado y a conseguir que los MÉDICI de nuevo gobiernen Florencia.