CLEMENTE VII (Papa)(1523-1534)

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CLEMENTE VII, elegido Papa. Las cuestiones de Alemania experimentarán un sensible entorpecimiento.


CLEMENTE VII es elegido Papa (26.11.1523 – 25.9.1534). Es JULIO de Médicis, cardenal, hijo póstumo ilegítimo de JULIANO de Médicis (asesinado en 1478). Es un hombre recto, concienzudo, trabajador, pero un tanto débil, vacilante. En lugar de concentrarse en la rebelión luterana, que está causando deserciones masivas en Alemania y empieza a extenderse como reguero de pólvora por los países escandinavos, por una parte, es enemigo de un concilio ecuménico, y, por otra, queriéndose liberar de la tutela de CARLOS V impulsa contra él la Liga Santa de Cognac (o Liga Clementina), formada por Francia, Inglaterra, Florencia, Venecia, Milán y el Papado. Con esto fácilmente se comprenderá que el arreglo de las cuestiones de Alemania experimentará un sensible entorpecimiento.

En la primavera de 1524 se reúne de nuevo en Nüremberg la dieta alemana.


En la primavera de 1524 se reúne de nuevo en Nüremberg la dieta alemana. Ante la agitación creciente de los innovadores, el gobierno central del emperador se muestra más decidido a tomar medidas enérgicas para defender el catolicismo. El papa CLEMENTE VII envía como legado suyo al cardenal Campegio, el cual desde un principio exige, en nombre del papa, la ejecución del edicto de Worms. La respuesta de los príncipes es insuficiente. Admiten oficialmente dicho edicto, pero sólo se comprometen a su cumplimiento “en cuanto sea posible”.

Alianza de Ratisbona entre FERNANDO de Austria, los duques de Baviera y doce obispos del sur de Alemania.


En vista de la posición de los príncipes en la dieta de Nüremberg, el legado pontificio, cardenal Campegio se dedica con el mayor empeño a unir a los príncipes fieles al romano pontífice. Así, pues, consigue que se forme en Ratisbona una alianza entre el archiduque FERNANDO de Austria, los duques Guillermo y Luis de Baviera y doce obispos del sur de Alemania (Alianza de Ratisbona)

Clemente VII abre la Puerta Santa de este Jubileo en un tiempo de conflictos religiosos y políticos.


Clemente VII abrió la Puerta Santa de este Jubileo en un tiempo de conflictos religiosos y políticos. En efecto, estaba en pleno apogeo la crisis religiosa, iniciada con Martín Lutero en Alemania el año 1517. El monje agustino había puesto en discusión entre otras cosas el mismo principio de las indulgencias. Se ponía así en tela de juicio uno de los fundamentos del Año Santo. Por otra parte, desde muchas partes se solicitaba una reforma de la Iglesia. También en el campo político las dificultades eran enormes: el conflicto entre Carlos V y Francisco I inició la primera gran fractura política de la época moderna en Europa. También la Iglesia pagó las consecuencias. Dos años después del Año Santo, Roma fue invadida y saqueada, por las tropas imperiales de Carlos V. El Jubileo fue, sin embargo, convocado regularmente, y la Puerta Santa abierta en un clima de agitación.

El desastre francés de Pavía, traspasaba la hegemonía en Italia a España.


El desastre francés de Pavía, al que había precedido el de Bicocca, traspasaba la hegemonía en Italia a España y sembraba, por lo mismo, la inquietud en el ánimo del papa que veía cómo CARLOS I se convertía en el dueño de gran parte de la península y se constituía en potencial amenaza para la preponderancia eclesiástica y para la continuidad en el poder de su propia familia al frente del ducado de Florencia. Le pareció momento de actuar y lo hizo; pero calculó mal y se equivocó. Retomando el grito de «¡fuera los bárbaros!» que había lanzado Julio II contra los franceses, aplicado ahora a los españoles, y siguiendo la desacreditada práctica de aquél de aliarse alternativamente con los unos para desembarazarse de los otros, CLEMENTE VII buscó la asistencia de FRANCISCO I. Estaba éste comprometido por el Tratado de Madrid a no intervenir en Italia, pero fue el propio papa quien le disipó cualquier escrúpulo de moral caballeresca y le animó a su incumplimiento haciendo alarde de una amplia laxitud de conciencia; le manifestó por escrito que los tratados que se firman bajo la presión del miedo carecen de valor y no obligan a su observancia. Con la dispensa papal que legitimaba su resistencia a someterse a las cláusulas del tratado, FRANCISCO I se dispuso a hacer frente al emperador, y a tal efecto se formó el 22 de mayo de 1526 la liga de Cognac o liga Clementina, integrada por el papa, Francia, Venecia y Florencia.

Hacia 1527, la situación religiosa en Alemania es un caos.


Hacia 1527, la situación religiosa en Alemania es un caos, Y lo más extraño de todo es que ni LUTERO ni el Papa, ni los príncipes alemanes, ni nadie, es consciente de lo que está pasando. Parece como si un poder oculto y siniestro fomentara tanta confusión. Lo que ha comenzado con una rabieta de un fraile testarudo, se ha convertido en un vasto movimiento de reforma de la teología tradicional, en un intento de fundar una nueva religión, por mucho que LUTERO insista en que se trata de volver a la fe de los orígenes.

El rey de Inglaterra piensa en divorciarse de CATALINA de Aragón. ¿Lo aceptará el Papa?


El rey de Inglaterra piensa ya en divorciarse de CATALINA de Aragón y cuenta con la intervención francesa cerca del papa CLEMENTE VII. El divorcio que solicita ENRIQUE VIII es más de lo que Thomas WOLSEY puede resolver. Se necesita la dispensa papal, y el pontífice es CLEMENTE VII, prisionero de CARLOS (V) tras el saqueo de Roma (1525). Por otra parte, CARLOS V es sobrino de CATALINA de Aragón.

Roma exige de las Iglesias de los otros países tributos para mantener su propia diplomacia y su propio ejército.


Roma exige de las Iglesias de los otros países fuertes tributos para mantener su propia diplomacia y su propio ejército, para pagar arquitectos, pintores, escultores, que hacen de la basílica de San Pedro y del Vaticano, palacios maravillosos desde luego, pero totalmente ajenos a la preocupación cristiana de que la fe permanezca viva.

ENRIQUE VIII busca otra vía para convencer al papa CLEMENTE VII. Habla con Tomás CRANMER.


ENRIQUE VIII busca otra vía para convencer al papa CLEMENTE VII. Nombra a Thomas CRANMER, su favorito, arzobispo de Canterbury, quien se aviene a acordar con el rey que el primer matrimonio de CATALINA de Aragón con el hermano mayor de ENRIQUE invalida el segundo. (Según Catalina, aquel hermano había muerto joven y el matrimonio nunca llegó a consumarse). Se sigue insistiendo ante el Papa con? estos argumentos. Según consta en el Levítico “el que se casa con la mujer de su hermano, hace una cosa ilícita, mancha el honor de su hermano, comete inmundicia; ha descubierto la desnudez de su hermano” (Lv ?20;21). Ahora bien, otro libro sagrado, el Deuteronomio (Dt 25;5) exige que un hombre se case con la viuda sin hijos de su hermano, el llamado matrimonio del levirato, como en el caso de CATALINA de Aragón. No obstante otros versículos demuestran como el cuñado puede eximirse del deber del levirato. Las tradiciones judías varían sustancialmente en lo que se refiere a la obligatoriedad del matrimonio del levirato.