Nace en el castillo de Fontainebleau, en Francia, Isabel de Valois, hija de Enrique II y Catalina de Medici. Ya a los 3 años de edad fue prometida en matrimonio al rey de Inglaterra Eduardo VI, y, fallecido éste, a don Carlos, hijo de Felipe II de España. Pero la muerte de María Tudor, nueva reina de Inglaterra, casada con Felipe II, hará variar nuevamente los planes y acabará prometida a éste, pese a la diferencia de edad (Isabel era un año menor que Carlos, el citado hijo de Felipe).
ISABEL de Valois (Esposa de FELIPE II)
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España y Francia deciden firmar la Paz de Cateau-Cambrésis.
A partir de las Gravelines y de Calais, tanto España como Francia renuncian a la guerra abierta. FELIPE II no quiere arriesgarse a perder todo lo logrado invadiendo Francia, y el rey francés, ENRIQUE II, no puede aventurarse en ofensivas que le resultan desastrosas. Después de varios meses de conversaciones, España y Francia deciden -en la fecha- firmar la Paz de Cateau-Cambrésis que pone fin a las guerras entre Habsburgo y Valois, guerras que vienen durando cincuenta años. Por la Paz firmada, Francia conserva Metz, Toul y Verdún, pero debe devolver a España, Thionville, Danvilliers, Montmendi y los territorios conquistados en Artois, Flandes y Charolais, así como el ducado de Saboya. De este modo, mientras España conserva el control de Italia -Francia renuncia a cualquier reclamación sobre parte alguna de Italia-, Francia refuerza sus fronteras norte y Nordeste. Además la concertación de los matrimonios de FELIPE II (recientemente enviudado de María Tudor) con ISABEL de Valois, hija de ENRIQUE II de Francia y de CATALINA de Médicis, y el de MARGARITA, su hermana, con MANUEL FILIBERTO de Saboya, deben asegurar la paz entre ambos países y la hegemonía española en el continente.(De hecho el Piamonte y la Saboya sirven de barrera entre España y Francia).
El fracaso de la inicial propuesta matrimonial de FELIPE II le lleva a éste a tomar por esposa a Isabel de Valois.
El fracaso de la inicial propuesta matrimonial de FELIPE II le lleva a tomar por esposa, el 22 de junio de 1559, a Isabel de Valois, hija de Enrique II y Catalina de Médicis, con lo que se acerca a Francia y se aparta de cualquier tentación de moderada tolerancia del anglicanismo.
Boda por poderes de FELIPE II e ISABEL de Valois. Torneo en el que participa el rey francés ENRIQUE II. Recibe una herida mortal.
Se celebra en la catedral de Nôtre Dame la boda por poderes de FELIPE II e ISABEL de Valois, representando al novio el duque de Alba. Para celebrar la paz y la boda, París se engalana. Entre otros festejos, se organiza un torneo en el que participa el rey francés ENRIQUE II, pero con tan mala fortuna que la lanza de su contrincante se rompe y le penetra por el ojo, causándole graves heridas en el cerebro. La herida es mortal de necesidad, y el rey reclama en su agonía la presencia de su amante Diane de Ibitiers antes que la de su mujer, Catalina de Medici. Será sucedido por su hijo Francisco II.
FELIPE II se casa en Guadalajara, ciudad por aquel entonces del reino de Toledo, con ISABEL de Valois.
FELIPE II se casa -en la fecha- en Guadalajara, ciudad por aquel entonces del reino de Toledo, con ISABEL de Valois (En París se había celebrado la boda por poderes el 22 de junio de 1559). De allí, la pareja y su séquito acuden a Toledo y durante todo el mes siguiente se celebran grandes fiestas con motivo de los esponsales. Con todo, el matrimonio no se consuma, pues Isabel, con 14 años, todavía era impúber. Hay que esperar a finales de año para que tenga su primera regla y pueda iniciarse la cohabitación, pese a que «la fuerte constitución del rey causa grandes dolores a la reina», en frase del embajador francés. Francia, país católico con minoría protestante, vive sus guerras, y España es gobernada de hecho por la familia de los Alba en nombre de su majestad FELIPE II. Nuestro país vive por primera vez desde hace muchos años un período de paz con Europa. Muy pronto ISABEL de Valois será conocida entre los españoles como «Isabel la de la Paz», llegará a ser profundamente querida y respetada por su pueblo y aclamada junto con su esposo por la multitud.
Poco después de la boda de FELIPE II con ISABEL de Valois, CARLOS, hijo de FELIPE II, es reconocido en Toledo como heredero de la corona.
FELIPE, destinado desde la infancia a ser el monarca FELIPE II, es consciente de que su hijo CARLOS, pese a tan grandes defectos como recaen sobre su persona, ha de cumplir en el futuro un papel muy semejante. Poco después de la boda con ISABEL de Valois, el joven príncipe es reconocido en Toledo como heredero de la corona, y la nobleza de España guarda silencio. El rey había intentado retrasar este momento. Si FELIPE II había sido jurado tan sólo un año después de su nacimiento, don CARLOS ha tenido que esperar casi catorce para lograr que se verifique este sencillo ceremonial. El hijo del poderoso gobernante se siente rechazado por su padre, por su rey y por quienes han de ser sus vasallos.
Se produce el anunciado traslado de la Corte española que se encuentra en Toledo, primero a Valladolid y después a Madrid.
El 1 de septiembre de 1561 se produce el anunciado traslado de la Corte, que se encontraba en Toledo, primero a Valladolid y después a Madrid. FELIPE II, que había puesto gran empeño en la renovación y ampliación del Alcázar Real de Madrid, se decide de esta manera a fijar su residencia y la de su familia definitivamente en Madrid que cuenta solo con unos 5.000 habitantes. Madrid, por cierto, no estaba fortificada. El rey piensa que el saludable clima madrileño y los amplios espacios abiertos del río Manzanares resultarán más adecuados para su esposa ISABEL de Valois, de frágil salud, que la abigarrada y comprimida Toledo. Por otra parte, la situación de Madrid en el centro geográfico de la península favorece el intento de establecer un sistema radial. También tuvo en cuenta la singular abundancia de agua y la pervivencia de los diferentes acueductos, legado de la dominación árabe. La elección de Madrid, al margen de los deseos del rey, dará al Imperio un carácter cada vez más castellano, lo que no contribuirá precisamente al buen entendimiento entre castellanos, aragoneses, catalanes, valencianos e italianos.
A FELIPE II le preocupa el problema de su sucesión al trono y al dominio de sus estados.
A FELIPE II lo que realmente le preocupa es el problema de su sucesión al trono y al dominio de sus estados. Su hijo CARLOS cada día está peor. María Tudor no le había dado hijos. Tampoco Isabel parece ser fértil tras casi tres años de vida marital. El rey se acuerda entonces de MAXIMILIANO II, su único aliado en la defensa de las fronteras de Europa. A falta de un primogénito digno, pensará en sus sobrinos. Por otra parte, el rey desconfia de las tendencias protestantes de MAXIMILIANO II. Escribe, pues, a su primo y hace que sus hijos RODOLFO y ERNESTO vengan a España con el pretexto de visitarle. Todo debía ser hecho con naturalidad, de forma que sus deseos no fueran públicos, si él no se veía forzado a llevar a cabo tan resolutiva y dolorosa determinación.
Es este un período de tranquilidad aparente y calma para FELIPE II.
Es este un período de tranquilidad aparente y calma para FELIPE II. SOLIMÁN reagrupa sus fuerzas en el interior de sus dominios. En los Países Bajos se vive un tenso compás de espera. Permanecen en España RODOLFO y ERNESTO, los hijos del emperador MAXIMILIANO II. El príncipe CARLOS se entrega a difundir bulos e infamias contra su padre el rey. Se habla mal de la de Eboli y Ruy Gómez sufre en silencio las murmuraciones al tiempo que le nacen nuevos hijos, y su amigo y compañero de la infancia, FELIPE II, entristece al notar que ISABEL, la reina venida de Francia, se resigna y le resigna a no hallar descendencia.
Fallece ISABEL de Valois, tercera esposa de FELIPE II. Ana de Austria será la cuarta y última mujer de Felipe II.
Isabel de Valois da a luz a una niña prematura, que muere inmediatamente, y ella misma fallece poco después. Antes había dado a luz a otras dos hijas, Victoria Eugenia (1566) y Catalina Micaela (1567). A mitad de su embarazo, se hallaba fuertemente afectada por la muerte de Carlos, hijo de Felipe II, con quien la leyenda negra le atribuye relaciones incestuosas. Tenía veintidós años. Es muy querida y estimada por el pueblo a causa de su sencillez, su simpatía y su sinceridad. FELIPE II se retira al antiguo convento de S.Jerónimo, vistiendo ya desde entonces riguroso luto hasta el término de su vida. Dos años después, llegará a Santander Ana de Austria, que será la cuarta y última mujer de Felipe II.