PEDRO III el Grande (Rey de Aragón, Valencia y C. de Barcelona 1276-1285)(Sicilia 1282-1285)

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Pedro III el Grande, rey de AragónPedro III el Grande, rey de Aragón, nació en Valencia, fue hijo de Jaime I el Conquistador y su segunda esposa Violante de Hungría

(Véase genealogía de Pedro III el Grande, rey de Aragón)

Nace PEDRO, futuro PEDRO el Grande, III de Aragón, I de Valencia y II de Catalunya.


Nace en Valencia PEDRO, futuro PEDRO el Grande, hijo de JAIME I y VIOLANTE de Hungría. Es el primero de los cuatro varones que nacerán de este matrimonio: Pedro, Jaime, Fernando y Sancho. En total serán diez los hijos de JAIME I y VIOLANTE.

Auténtica guerra civil entre partidarios del rey -JAIME I- y partidarios de la nobleza.


Rey y nobleza pugnan durante varios años en una soterrada lucha por el poder y la influencia política que en realidad encierra un ansia de dominio sobre la tierra. Desde 1262, la situación interna en el reino de Aragón se parece a la de una auténtica guerra civil entre partidarios del rey -JAIME I- y partidarios de la nobleza, en la que intervienen decididamente dos de sus hijos, el infante PEDRO, heredero legítimo, y FERNANDO SÁNCHEZ, un hijo bastardo del rey al que apoyan algunos nobles deseosos de romper la unión con Catalunya.

El futuro Pedro el Grande de Aragón y Catalunya se casa con CONSTANZA, hija de Manfredo de Suabia.


PEDRO, el futuro PEDRO el Grande de Aragón -hijo de JAIME el Conquistador- se casa con CONSTANZA, hija y heredera del rey de las Dos Sicilias (reinos de Sicilia y Nápoles unidos) MANFREDO de Suabia, hijo bastardo, a su vez, del emperador Federico II Hohenstaufen. Este matrimonio despierta tensiones en las Cortes europeas y en la Santa Sede. De hecho, PEDRO el Grande es “gibelino”, o sea, partidario de los emperadores de Alemania, en contra de los “güelfos”, defensores de los papas.

El Papa URBANO IV ofrece al rey LUIS IX de Francia y después a su hermano CARLOS de Anjou, el trono de Sicilia.


En la política terrenal del papa URBANO IV, figura como objetivo prioritario impedir la expansión gibelina en Italia por lo que conspira para expulsar de Sicilia a los partidarios del emperador alemán a cuya cabeza se encuentra su hijo MANFREDO.  Por ello, el Papa ofrece sucesivamente el trono de Sicilia  a Ricardo de Cornwall, hermano de Enrique III de Inglaterra, a su hijo Edmundo el Jorobado y al rey LUIS IX de Francia para que lo ocupe uno de sus hijos. Ante el rechazo de LUIS IX, realiza el ofrecimiento al hermano de LUIS, CARLOS de Anjou. Sin embargo las negociaciones fracasan debido sobre todo a la intervención del rey PEDRO III de Aragón que además de ser yerno de MANFREDO, es contrario a un aumento de poder de la corona francesa en tierras italianas.

PEDRO el Grande se convierte en la cabeza de todos los gibelinos italianos.


Los expatriados de la corriente gibelina se mueven, mientras tanto, por las diversas cortes europeas buscando aliados. Su objetivo es restaurar algún miembro de la familia Hohenstaufen en Sicilia. En este sentido intentan conseguir el soporte de Federico de Turingia. Éste, sin embargo, no puede ayudarlos. Entonces, depositan todas sus esperanzas en Catalunya y el Imperio Bizantino. Dos potencias mediterráneas que desconfían del imperialismo angevino y papal. De hecho, la rivalidad entre angevinos y catalanes renace en el centro del Mediterráneo, después del primer éxito de los franceses en Provenza. Pero ahora, la situación ha cambiado. Cuando JAIME I renuncia a Provenza, Catalunya estaba aislada y rodeada de enemigos y rivales (el papado, Francia, Navarra y Castilla). Ahora, en cambio, este asedio anticatalán subsiste, pero está contrapesado por una posible alianza de los catalanes con los sicilianos, los bizantinos y los alemanes. Además, ante la inhibición de Federico de Turingia, PEDRO el Grande se convierte en la cabeza de todos los gibelinos italianos.

Estalla la actitud rebelde de la nobleza aragonesa y catalana. La rebelión es sofocada.


La actitud rebelde de la nobleza aragonesa y catalana estalla una vez más en 1272. FERNANDO SÁNCHEZ, a su regreso de Tierra Santa, se pone a las órdenes de CARLOS de Anjou, lo que provoca la lógica ira del heredero, PEDRO, que se dispone a combatirle. Cuando JAIME I, para evitar males mayores, quita la autoridad a su hijo PEDRO, se produce una explosión de la nobleza. PEDRO se coloca al lado de su padre y ambos derrotan a FERNANDO SÁNCHEZ, que es ahogado en el río Cinca por orden del infante. Con ello, la rebelión se apaga.

Tanto Alfonso X de Castilla como Jaime I de Aragón reclaman sus respectivas opciones a reinar en Navarra.


Tras el fallecimiento de Enrique I el Gordo, rey de Navarra, la división interior del reino es la causa de que tanto ALFONSO X de Castilla como JAIME I de Aragón -que hace valer su prohijamiento con Sancho VII- reclamen -en la fecha- sus respectivas opciones a reinar en Navarra. Ante la decidida intervención de JAIME I y de su heredero PEDRO, la regente BLANCA de Artois decide marchar a Francia. Mientras una parte de las Cortes reunidas en Olite aceptan las propuestas presentadas por PEDRO de Aragón, otro sector, encabezado por el obispo y el gobernador general, se inclinan hacia Castilla, en la persona de FERNANDO de la Cerda, en quien ALFONSO X ha hecho renuncia de sus derechos. Pero finalmente estas actuaciones provocan una reacción contraria a sus propósitos cuando los estamentos navarros se inclinan decididamente hacia Francia, lo que implica la presencia del imperialismo francés hasta el mismo Ebro.

JAIME I sufre una ligera derrota en Llutxent quedando muy afectado. Se dirige grave a Valencia.


JAIME I interviene personalmente para frenar la revuelta de los musulmanes en Valencia, pero sufre una ligera derrota en Llutxent. El Rey queda muy afectado por ello, por lo que encontrándose en Alcira decide dirigirse a Poblet para ingresar en el monasterio. Muy grave se detiene en Valencia y al cabo de unos cuantos días, en la fecha, abdica en favor de los infantes PEDRO y JAIME.