CATALUNYA (Desde el Tratado de Corbeil hasta Nueva Planta (1258-1716)

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Parece que el origen de la denominación “Principat” para Catalunya se remonta a esta fechas


Parece que el origen de la denominación “Principat” se remonta a estas fechas, cuando el condado de Barcelona se une a la Corona de Aragón por el matrimonio del conde RAMON BERENGUER IV con la princesa PETRONILA. El título de “príncipe” que se atribuye el conde de Barcelona se refiere a la preeminencia sobre los demás condes, “primus inter pares”. La teoría del Principat basada en el Derecho Romano, mantiene la personalidad jurídica del Condado de Barcelona? en el conjunto de la Corona de Aragón. El Condado forma parte de la Corona, pero no hay “rey de Catalunya”, aunque sí rey de los catalanes. Por otra parte, también existen ciertas dificultades para titularse rey, ya que esta dignidad sólo la pueden otorgar legalmente, el emperador o el Papa. (De todas maneras, la primera referencia documentada acerca de la denominación de “principat” para Catalunya es de 1350).

Tratado de Corbeil entre LUIS IX de Francia y JAIME I de Aragón. Catalunya consigue su plena independencia.


La controversia suscitada entre LUIS IX de Francia y JAIME I por las últimas posesiones catalanas en el sur de Francia no llega a la guerra, y ambas partes se remiten a un juicio arbitral. Fruto del mismo es el Tratado de Corbeil, de fecha 11 de mayo de 1258. Por este tratado, JAIME I renuncia a los intereses políticos de su corona en el sur de Francia -Occitania- (con la excepción del señorío de Montpellier, Rosellón y Cerdanya) a cambio de la renuncia de LUIS IX el Santo, rey de Francia, a los derechos que, en cuanto sucesor de Carlomagno, puede alegar sobre los condados catalanes de Barcelona, Urgell, Besalú, Rosselló, Empúries, Cerdanya, Conflent, Girona y Osona (los de la antigua Marca). Este tratado cierra las puertas políticas de la Galia meridional a la casa de Barcelona, pero también le asegura la posesión en paz de las tierras de la Catalunya Vella, conquistadas inicialmente por los francos. Pero, seguramente lo más importante es que por el Tratado de Corbeil, Catalunya consigue la independencia de derecho, conseguida de hecho en 989, en tiempo de BORRELL II.

Se establece el matrimonio de ISABEL, hija de JAIME I de Aragón, con FELIPE, heredero de LUIS IX de Francia.


Para sellar el Tratado de Corbeil, se establece el matrimonio (1262) de ISABEL, hija de JAIME I, con FELIPE (futuro Felipe III de Francia), heredero de LUIS IX. Poco tiempo después, JAIME I renunciará a todos sus derechos sobre los territorios provenzales a favor de Margarita de Provenza, esposa de LUIS IX de Francia, lo que implicará la cesión a Francia de dichos derechos.

Desde 1260 la presencia de mercaderes catalanes en el Mediterráneo adquiere una gran dimensión.


Para Catalunya, la importancia del Mediterráneo oriental está en las transacciones comerciales más que en el control directo de la zona. Parece ser que antes de 1250 la presencia de mercaderes catalanes en el Mediterráneo oriental ha sido escasa, a pesar de las actividades de algunos comerciantes barceloneses dedicados al tráfico de especias. Por el contrario, desde la década de los sesenta, esta presencia adquiere una dimensión política e institucional. Los contactos políticos entre JAIME I el Conquistador y el sultán de Egipto permiten que la ciudad de Barcelona establezca un consulado en Alejandría, el primer puerto oriental con una actividad catalana estable. Pronto, esta presencia se extenderá a Siria. Y, progresivamente, la diplomacia catalana se desplegará hasta el Imperio Bizantino, el reino cristiano de Armenia y los tártaros.

Auténtica guerra civil entre partidarios del rey -JAIME I- y partidarios de la nobleza.


Rey y nobleza pugnan durante varios años en una soterrada lucha por el poder y la influencia política que en realidad encierra un ansia de dominio sobre la tierra. Desde 1262, la situación interna en el reino de Aragón se parece a la de una auténtica guerra civil entre partidarios del rey -JAIME I- y partidarios de la nobleza, en la que intervienen decididamente dos de sus hijos, el infante PEDRO, heredero legítimo, y FERNANDO SÁNCHEZ, un hijo bastardo del rey al que apoyan algunos nobles deseosos de romper la unión con Catalunya.

El futuro Pedro el Grande de Aragón y Catalunya se casa con CONSTANZA, hija de Manfredo de Suabia.


PEDRO, el futuro PEDRO el Grande de Aragón -hijo de JAIME el Conquistador- se casa con CONSTANZA, hija y heredera del rey de las Dos Sicilias (reinos de Sicilia y Nápoles unidos) MANFREDO de Suabia, hijo bastardo, a su vez, del emperador Federico II Hohenstaufen. Este matrimonio despierta tensiones en las Cortes europeas y en la Santa Sede. De hecho, PEDRO el Grande es “gibelino”, o sea, partidario de los emperadores de Alemania, en contra de los “güelfos”, defensores de los papas.

Alfonso X el Sabio, rey de Castilla, pide a su suegro Jaime I que se encargue de la toma de Murcia.


En este año se produce un alzamiento general de los musulmanes de Andalucía y de Murcia, con el soporte de al-Ahmar, el rey musulmán de Granada. Esta revuelta tiene un éxito inicial que lleva consigo la pérdida de varias plazas que ya habían sido reconquistadas. Incapaz de combatir en dos frentes simultáneamente, ALFONSO X el Sabio, rey de Castilla, pide a su suegro JAIME I, rey de Aragón, que se encargué de la toma de Murcia, cosa que el aragonés acepta. En esta ocasión, JAIME I nada más recibe ayuda de catalanes y valencianos, porque los nobles aragoneses están resentidos por el poco provecho que han obtenido de la conquista de Valencia. ALFONSO X, por su parte, inicia una campaña que, entre setiembre y diciembre de 1264, hará retroceder a los granadinos y volver la situación fronteriza a sus anteriores límites.

JAIME I crea el “Consell de Cent”, asamblea consultiva del gobierno municipal de Barcelona.


El “Consell de Cent”, asamblea consultiva del gobierno municipal de Barcelona, es creado este año por JAIME I al limitar a cien personas la composición. Anteriormente lo formaban doscientas personas elegidas por los consejeros, el “veguer” y el “batlle” entre los ciudadanos honrados y menestrales, pero no resultaba operativo. El Consejo de Ciento tiene por misión asistir a los consejeros y a los oficiales reales en casos referentes a la utilidad y la defensa de la ciudad, a su territorio y a sus posesiones. Deriva de la reunión general de vecinos que antes se celebraba y que ya no puede hacerse dado el crecimiento de la ciudad. Quiere ser una institución democrática, pero a lo largo de su historia deriva hacia formas aristocráticas. Ejerce una gran influencia sobre el Principado y su papel es importantísimo en momentos decisivos de la historia de Catalunya. (Es abolido en 1714.).

JAIME I consigue la capitulación del reino de Murcia, que se ha sublevado contra ALFONSO X el Sabio.


JAIME I consigue -en la fecha- la capitulación del reino de Murcia, que sometido por Fernando III en 1244, se ha sublevado contra su sucesor ALFONSO X el Sabio. Para calmar los afanes imperiales de su yerno ALFONSO X el Sabio y tal como quedaba estipulado en el Tratado de Almizra, JAIME I le entrega, sin recibir nada a cambio, el reino conquistado, aunque en el interín ha sido repoblado, en su parte norte, por diez mil catalanes. (Según el testimonio de Ramon Muntaner, en su tiempo, en la ciudad de Murcia, en Cartagena y en otras poblaciones se habla el catalán). Por lo que parece, JAIME I está dispuesto a seguir ayudando a los castellanos en la conquista de Almería, pero sus hijos, PEDRO y JAIME (El infante Alfonso ya ha muerto), consideran que los catalanes y valencianos ya han hecho demasiado esfuerzo en balde.

A JAIME I se le achacará una política de exagerada complacencia con Castilla.


A JAIME I se le achacará una política de exagerada complacencia con Castilla, en perjuicio de los intereses de Aragón y de Catalunya y de la propia Reconquista. Se ha dicho que el gesto de JAIME I de abandonar la Reconquista y ceder a Castilla el reino de Murcia, constituye el error más fundamental de su política, mucho más grave aún que la funesta división testamentaria de sus Estados. El rey JAIME I desconoce la fuerza política del hecho peninsular y por eso la política catalana queda orientada hacia las aventuras mediterráneas. Juzga JAIME I que, más allá de sus dominios, la Península es el extranjero y menos atrayente que las tierras transmarinas. Así lo pensarán también sus sucesores y Catalunya, en el período de su máxima potencia olvida la península. Castilla se aprovechará de ello.