La advocación mariana de la Mercè tan ligada a Barcelona por la fundación de la orden mercedaria, se ha ido imponiendo en el culto popular a lo largo de los siglos. Siendo obispo de Barcelona Pantaleó Montserrat, PÍO IX -mediante una orden del 27/2/1868, nombra a la Verge de la Mercè patrona de la diócesis «huius dioceseos» de Barcelona, que no de la Ciudad Condal. La Orden de los Mercedarios y diversas autoridades han solicitado del Papa que la nombre patrona de la ciudad. Pero el Vaticano no cede en su conocida regla de no doblar los patronazgos, y el de la ciudad de Barcelona siempre lo poseyó Santa Eulalia y con carácter subsidiario, Sant Sever. De todas maneras la revolución de setiembre no permitirá una celebración adecuada.

En Barcelona, ya han sido derribadas las murallas y en este año se derriban algunas de las fortificaciones de la Ciudadela. La Junta Revolucionaria es acusada por los militares de haberse extralimitado al haber permitido la destrucción de bienes del Estado. La cuestión queda resuelta por el general Juan PRIM, que consigue una ley por la cual se hace cesión a Barcelona de los terrenos de la Ciudadela. Se precisa en la ley que la zona ha de ser destinada a jardines.

El pequeño Antoni GAUDÍ ha ido a escuelas de pago, tanto en el parvulario como en el bachillerato, que cursó en las Escuelas Pías, siempre con hijos de las principales familias de la ciudad. Pero tras la revolución Gloriosa de 1868, que hace cambiar de rumbo a la sociedad española, más en lo profundo que en lo aparente, los GAUDÍ CORNET, padres, hijos y tías, pasan, en la fecha, a vivir a Barcelona, con el fin de respaldar a los dos hijos varones que empiezan los estudios superiores, Francesc en Medicina y Antoni en Arquitectura. Así, pues, GAUDÍ llega a Barcelona en plena efervescencia revolucionaria, ?procedente de Reus, ciuda de ideas avanzadas. Eduardo TODA y GAUDÍ, junto con José RIBERA Sans, esbozarán un proyecto para restaurar Poblet.

El republicanismo catalán se divide en dos corrientes: los federales benévolos, partidarios de la acción legal, y los federales intransigentes. Estos últimos, protagonizarán varias insurrecciones entre 1869 y 1873, reclamando entre otros puntos la abolición de las quintas -reclutamiento forzoso de gente modesta para el ejército ya que afecta a Barcelona y cercanías-. Las dos insurrecciones de los federales intransigentes más importantes fueron las que se produjeron los meses de septiembre y octubre de 1869 y durante el marzo de 1870.

En septiembre de 1869, Santiñón y Farga Pellicer de Barcelona fueron al congreso de Basilea donde encontraron a Bakunin y entendieron en aquel entonces las ideas suyas. En cuanto regresaron, las propagaron: el cooperativismo no puede resolverlo todo ; el cooperativismo es bueno en tanto que permite la solidaridad, malo porque obliga a aliarse a la burguesía. Hace falta enfocar el problema de otro modo : no hay mejoras sociales fundamentales posibles, se tiene que construir el régimen social del porvenir mediante el colectivismo revolucionario.

Las primera formulaciones catalanistas tuvieron un carácter eminentemente cultural. Así en el año 1870, nace en Barcelona la primera sociedad patriótica de carácter catalanista: la Jove Catalunya que destacará en la defensa de la lengua y la cultura catalanas por medio de la revista «La Renaixensa» (1871).

Epidemia de fiebre amarilla en Barcelona

En la época de los años 70 y 80, Antoni GAUDÍ i Cornet, inflamado por ideas utópicas y revolucionarias, trabaja mucho tiempo, quizá sin cobrar, para la Obrera Mataronense, una de las primeras cooperativas del país, de carácter anarquista y masónico. Y asiste a tertulias de jóvenes rebeldes. GAUDÍ se pone a veces con algún compañero a la puerta de las iglesias blasfemando a gusto y después insultando a los feligreses que salen llamándoles \»llanuts\» o sea, borregos. Por otra parte, practica el oficio haciendo de delineante y de proyectista en talleres de conocidos arquitectos, como Juan Martorell o Francisco del Villar.

Los miembros de la Alianza española militaban ardientemente en Barcelona, luego en Reus y Tarragona. Se preparó un congreso obrero que tuvo lugar en Barcelona en 1870. Los aliancistas presentaron su programa: organización de los sindicatos según el esquema de secciones de oficio, federación de oficio, unión de federaciones de oficios en la Federación Regional Española,y al final unión internacional. También se preveían cajas de resistencia, organización de cooperativas en un sentido revolucionario. En política se predicaba la abstención.

Se celebra en Barcelona el primer congreso obrero de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), que marca el inicio del anarquismo como grupo de acción organizado.